— ¿Podrías invitarla a comer? Nada enamora mas a una persona que la comida — La mujer de ojos rasgados sonrió, recordando algo que para Ririka, sería un misterio más del consejo estudiantil.
— ¿Invitarla a comer? ¡Vaya consejo que le diste! Apuntale con un arma y jala poco a poco el gatillo, creando una tensio..— La joven con el parche no pudo terminar de decir la oración, pues Yuriko se lo impidió.
— Solo invítala a comer, ¡no le hagas caso a esta ignorante!
— De acuerdo. — Ririka salió algo incomoda por la pelea, aunque era de lo más común, también llamaría a un psiquiatra si Midari continuaba diciendo cosas como esas, definitivamente estaba mal de la cabeza.
Apenas la vio, se acercó con toda la paz del mundo.¿Cómo fue recibida?
Bueno, Saotome la tomo por el cuello de su uniforme, la estrelló contra la pared, y le dio amenazas muy claras de que lo que había pasado ayer, nunca había pasado. Ririka tampoco se sorprendió por la actitud impulsiva de Mary Saotome, solo estuvo de acuerdo y caminaron por todo el pasillo en silencio absoluto, o bueno, eso se pensaba hasta que lo rompió la vicepresidenta.
— Saotome Mary, ¿quieres ir a comer algo? yo invito.
— Oye, deja de llamarme por mi nombre completo, es raro, y si, supongo que esta bien — la rubia dijo de manera desinteresada mientras desviaba la mirada, después de lo que había pasado ayer, no se atrevía a mirar a Ririka de la misma forma.
Llegaron a la cafetería, y aunque Ririka se pidió algo simple, Y Mary, Mary se pidió todo el menú.
Al terminar de comer, Ririka pagó la cuenta, y se retiraron.
— Ririka, yo.. bueno, gracias — Saotome bajo la mirada algo sonrojada.
— No hay problema — sonrió.
Tal vez debería llevarla a comer seguido, se veía muy linda probando cada postre.