Noᥴhᥱ ᥱstᥱᥣᥲr. 🌙

II

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   ❝ Good Morning ❞

El despertador hacía de las suyas una vez más. Los rayos del sol colaban por la ventana de la habitación dando directamente en el rostro del rubio pecoso, pestañeo varias veces con la intención de acostumbrar su mirar para luego levantarse. La misma rutina de siempre; despertar, asearse y salir de esa casa que parecía un basural.

— Llegas tarde Kenny, ¿Pasó algo? — Preguntó curioso el de rizos rojizos. Mientras que por detrás del mismo, Stan y Cartman hicieron un ademán en forma de saludo –uno más emocionado que otro, sobraba decir–.

— ¿Crees qué la perfección es cosa de minutos? — Respondió el pecoso con una de sus manos en la frente, flexionando la cadera y estirando los labios como si tratará de un modelo en plena sección de fotos.
Stan ante el acto soltó risas tapando su sonrisa con su mano y Kyle se cruzó de brazos mirándolo como si su cara dijera; "Ajá, sí, le dicen el brillitos."

— Oh, Kenny, es claro que Kyle no entendería algo como eso. — Agregó burlón el de la característica chaqueta roja con bordes amarillos. El pelirrojo se limitó a rodar los ojos evitando una discusión y subieron al bus antes de que el mismo los dejara plantados.

A la hora del receso, el rubio tomó de su mochila una manzana a medio comer de ayer, dejándola en su bolsillo y se dirigió al trío de chicos.

— Si mis padres lo descubren de seguro me matarán. — Decía entre nervios el azabache quién movía sus manos en el aire con precisión.

— Stan tiene razón, lo pueden castigar y no podremos jugar en la nueva Xbox que compré. — Afirmaba Kyle, quien trataba de hacer razonar a Cartman, que como todos sabemos, terminaría siendo en vano pues cuando el voluminoso tiene una idea nadie le impide realizarla.

— ¿Una Xbox? Pero prefiero las Pla-- — Agregaba en voz baja el azabache antes de ser interrumpido por el de chaqueta roja.

— Cállate Kyle. — Tomó una bocanada y suspiró, juntó sus manos las cuales dejó a la altura de su estómago — Mira Stan, imagina todas las posibilidades que tendrás con Wendy.

Stan abrió los ojos, con interés hacía las palabras de Cartman. Había sido tan notorio que provocó en Cartman una sonrisa ladina, sin más, Kyle se cruzaba de brazos volteando su cabeza hacia el azabache con una mirada de desaprobación.

— ¿De qué hablan? — Preguntó Kenny integrándose al trío de chicos parlanchines.

— Cartman quiere organizar una fiesta en casa de Stan ya que sus padres tendrán su luna de miel.

— ¡Esa es una genial idea! — Comentó con entusiasmo el pecoso debido a la explicación dada por Kyle.

— ¡Agh!, Está bien, pero luego ustedes me ayudarán a limpiar el desastre que quede. — Finalizó Stan, recibiendo un "Sí" con la cabeza de dos integrantes.

— Cool, ¿A qué hora será? — Kenny levantó su mano hacia su mentón, dudoso. Si bien se podría decir; sus padres nunca le harían problemas por la hora en la que llegaba –porque no les importaba–, pero, necesitaba decirle a Karen que no le esperara para terminar el cuento que le leía cada noche.

— Supongo que a la hora que mis padres se vayan, yo les avisaré por mensaje.

— Sigo pensando que este plan es una mierda. — Bufó con desgano.

— Kyle, — El voluminoso miró al rizado con serenidad y puso sus manos por sobre los hombros del aludido — con todo el respeto del mundo, chúpame las bolas.

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