→𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟔.
—¿Qué haces aquí?
—No podía dormir —Draco suspiró—. ¿Y tú? ¿Estamos los dos en el mismo plan?
—Tiene toda la pinta —Kiara se sentó junto a él en el balcón de la Torre de Astronomía—. Llevo dando vueltas en la cama toda la noche. Y pensé que dando un paseo, quizá me daba sueño.
—Yo he estado mirando al techo —rió ligeramente—, y ya sabes que me gusta este ambiente.
—En realidad, nunca me has dicho el por qué de eso —el rubio la miró.
—Porque me recuerda a ti. A la noche que estuvimos hablando tumbados en el césped, y en la que me pude abrir un poco sin sentir miedo porque me juzguen —Kiara sonrió sin mostrar sus dientes y le besó—. Te quiero, lo sabes, ¿no?
—Lo sé. Y yo a ti también te quiero. Y no quiero que pienses que estás sólo, de verdad. Nosotros estamos contigo, siempre vamos a estarlo. Y si en algún momento te sientes solo... Cariño, estás brillando —aquella vez fue Draco quien dejó un beso en los labios de su novia—. ¿Sabes? Cuando te conocí, no pensé que serías tan... Tan así.
—¿Tan así? —el rubio rió.
—Tan tú. Eres tan natural cuando estás a solas conmigo, incluso cuando estamos con los demás. Eras un capullo, bueno, y lo sigues siendo, pero no con nosotros.
—Porque me habéis enseñado mucho —murmuró—. Theo, Andrew y Blaise me enseñaron a poder hablar sin miedo a que me digan "eres un Malfoy, no te comportes así", las chicas igual, y a descifrarte también. Y tú... Tú me estás enseñando a vivir con libertad, Kiara. Y debería darte las gracias —automáticamente, la morena frunció su ceño.
—¿Por qué? No he hecho nada.
—No me has juzgado. En ningún momento lo has hecho, te acostumbraste a mí y a mi manera de ser.
—Eso es lo que hacen los amigos, ¿no? Estar siempre para lo bueno y para lo malo. Para decirte si haces algo mal y alabarte cuando lo haces bien. Para escuchar y no juzgar, para darte libertad. Y ahora... ¿Qué te parece si esta noche dormimos juntos? —Malfoy alzó una ceja.
—¿Quién eres tú, y qué has hecho con la santa de mi novia? —la chica le dio un golpe en el hombro.
—Que te den, Malfoy —se levantó del suelo y se dispuso a irse, pero el chico se adelantó—. No, no me ha hecho gracia.
—No digo que haya sido gracioso —el rubio puso sus manos en sus caderas—. Pero me conoces. Sabes lo que puede pasar si dormimos juntos —la morena notó un leve rubor cubrir sus mejillas—. Eres tan adorable cuando te sonrojas por lo que te digo.
—Te odio.
—Mentirosa.
►◄
—¡Ki! —con entusiasmo, Ashley la abrazó en cuanto la vio— Te he echado mucho de menos, aguantar a Ian yo sola ha sido insoportable.
—Gracias por la parte que me toca, hermana, yo también te quiero —dijo el aludido—. ¿Cómo te ha ido el curso, Ki?
—Muy bien, obviando la presencia de Umbridge en el colegio —respondió separándose de Ashley—. ¿Dónde están mamá y papá?
—En casa. Tenemos... Tenemos que ponerte al día —Ian metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—¿Ha pasado algo? —preguntó con notable preocupación.
—Te lo explicamos de camino.
—Me estáis asustando, lo digo en serio. ¿Están bien?
—Podrían estar mejor. Verás...
—Papá estuvo en la batalla del ministerio —dijo Ashley—. Ha estado ayudando a Lucius Malfoy, a Bellatrix Lestrange... Y cuando mamá se enteró, empezaron a discutir.
—De hecho... Quieren investigar nuestra familia, para ver si somos seguidores de Quien-tu-sabes, o no —añadió el chico—. Saben que nuestro padre estuvo en la Guerra Mágica, y que peleó a favor de los mortífagos, y bueno...
—Ya sabes que, al igual que los Malfoy, alegó que estaba bajo la maldición Imperius —siguió Ashley.
—No, no, ya —la más pequeña suspiró—. Lo he entendido. Creo que... Creo que antes de volver a casa quiero estar un rato a solas con vosotros. ¿Podría ser?
—Claro que sí. Sin problemas. Vamos, os invito a un helado —Ian abrazó a sus hermanas por los hombros.
Aquel verano sería diferente, no tenían dudas de aquello. Los días pasaban, y Kiara apenas tenía noticias de Draco, aunque comprendía la situación después de haber visto todo lo que ponían los periódicos. Pero ella no era consciente de todo lo que estaba por venir.
—¡Cissy, no puedes hacer esto, no te puedes fiar de él!
—El Señor Tenebroso confía en él —dijo con seguridad.
—¡El señor Tenebroso se equivoca! —ambas evitaron que unos niños les vieran los rostros. Narcissa llamó a aquella puerta. En cuanto abrieron, fueron hacia un despacho.
—Largo de aquí, Colagusano —Snape dejó el periódico, y cerró la puerta gracias a su varita.
—Sé que no debería estar aquí —comenzó a decir la mujer—. El Señor Tenebrosoen persona me prohibió hablar de esto.
—Si el Señor Tenebroso lo ha prohibido, no deberías hablar. Deja eso, Bella. No debemos tocar lo que no es nuestro —Lestrange dejó de nuevo aquel objeto sobre la chimenea—. Casualmente, estoy al tanto de tu situación, Narcissa.
—¿El Señor Tenebroso te lo ha contado? —preguntó Bellatrix, sin poder creerlo realmente.
—Tu hermana duda de mi. Comprensible, estos años he jugado tan bien mi papel, que he tenido engañado al mejor mago de todos los tiempos. Dumbledore es un gran mago. Sólo un necio lo cuestionaría.
—No dudo de ti, Severus.
—Deberías sentirte honrada, Cissy —señaló su hermana—. Y también Draco.
—Es sólo un niño.
—No puedo cambiar el parecer del Señor Tenebroso. Pero entra dentro de lo posible que pudiera ayudar a Draco.
—Severus... —Narcissa se levantó de aquel sillón.
—Júralo —dijo Bellatrix entre dientes—. Pronuncia un juramento inquebrantable —al ver que no dijo nada, se acercó a ellos—. Son solo palabras vanas. Hará un gran esfuerzo, sí, pero a la hora de la verdad... Reptará de nuevo hasta su agujero —se puso delante de él—. Cobarde.
—Saca tu varita —dijo con lentitud.
►◄
—¿Mamá? ¿Qué haces despierta?
—Nada, no te preocupes —se secó un par de lágrimas, y Kiara se sentó a su lado en el sofá—. ¿Y tú?
—Quería un vaso de agua. Mamá, ¿va todo bien?
—Claro, ¿por qué iba a ir mal? Es sólo que... —miró a su hija pequeña— Te juro, Kiara, que no voy a dejar que a ti y a tus hermanos os pase algo —y ahí, comprendió.
—Estamos contigo, mamá. Todo se solucionará, estoy segura.
• ────── ✾ ────── •
ESTÁS LEYENDO
Halo ||Draco Malfoy||
De TodoI found a way to let you in But I never really had a doubt Standin' in the light of your halo I got my angel now