12. ¿Problemas en el paraíso?
Permanecí callado, escuchando solo el sonido de las manecillas del reloj moverse. Los dos hombres frente a mí mantenían esa preocupación en sus rostros, así como la seriedad en sus palabras. —Esta bien, puedes decirnos—Habló mi profesor, colocando su mano sobre mi hombro. Tratando de darme alguna clase de apoyo.
Me encuentro algo perdido, sé que escuché perfectamente sus palabras. Sin embargo, ¿Por qué me cuesta tanto entenderlas? Es como si estuviera olvidando algo.
—Joven Onodera, lo repetiré una vez más—el otro hombre se acomodó mejor en su silla, posando sus manos sobre el escritorio frente a mí. ¿Por qué tanta seriedad?—¿Está usted siendo intimidado para salir con el joven Takano?—
Repitió la misma pregunta que me había llevado a ese pequeño limbo, ahí estaba el porque no entendía lo que decía. Sin duda alguna, ¿Cómo fue que había llegado a esto? —¿Perdone?—solo fui capaz de decir. Estas dos personas, ¿De qué diablos hablan?
—He sido testigo de cómo te trata, sólo que creí que era cosa de niños todo este tiempo pero, esto realmente no pudo dejar que continúe— explicó mi profesor, dejándome entender ligeramente lo que sucedía.
Estoy en la oficina del director, siendo interrogado por ese chisme de pasillo que hace una semana se había esparcido por toda la escuela. A decir verdad, lo que están preguntando no es algo que no haya escuchado antes. —Puedes decirnos, él no está aquí—
¿Qué demonios se supone que significa eso?
—Esta bien, agradezco su preocupación pero creo que están confundiendo las cosas. Yo no estoy siendo obligado—Me atreví a decir, solo viendo como ambos intercambiaban miradas, el silencio que se formó fueron de algunos segundos. Siendo roto por el pesado suspiró del Director. Decir las cosas de la manera más simple y claras posibles, quizás al fin lo han entendido.
—Esta más traumatizado de lo que pensé—concluyó. Espera, ¿Qué? —Helen, por favor prográmele una cita al jóven Onodera Ritsu con el psicólogo de la escuela—terminó de decir, dejando de presionar ese botón que lo conectaba con su secretaria.
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Enemigos de dia, amantes de noche; Sekaiichi Hatsukoi
ФанфикLo veía a lo lejos, era un amor irreal y lamentable. Amaba a mi compañero de clases, el azabache que se sentaba al fondo de la clase, ese oji-miel que disfrutaba de golpear mi rostro. El chico que molestaba mis días y mi existencia, ese mismo chico...