El ciervo rojo, el ciervo azul...y yo.

Capitulo 6

— ¿Lo que tenemos que hacer tiene relación al Hazbin hotel? — Luego de varias especulaciones mías decidí preguntar. Habían pasado varias horas desde que el ciervo me habló sobre que tendríamos que efectuar un trabajo especial hoy por lo cual ya estábamos en el hotel junto a todo el equipo, nos encontrábamos en una junta general de la cual el punto principal había sido yo. Charlie me hizo todo un interrogatorio sobre a donde había ido a parar ayer, yo no pude contestar la verdad ya que en cierta parte yo no me había perdido por descuido y pude haber vuelto en cualquier momento que yo quisiera. No podía contar que el padre de Charlie me había invitado a charlar y por lo cual me deslindé de mis tareas, lo que respondí para calmar a todos fue que simplemente quería adelantar el trabajo y por accidente me perdí, nada más que eso.

— No sé de que me hablas. — Contestó el ciervo rojo sentado junto a mi en la mesa del comedor donde nos encontrábamos reunidos todos.

— Hablo del trabajo especial. — El equipo no estaba progresando mucho así que la reunión solo era básicamente de alegatos entre Vaggie y Angel Dust. — ¿Es así?

— Ya verás. Te dije que esperaras un poco. — Por debajo de la mesa tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. - No te rompas la cabeza por algo que de todas formas sabrás.

— Esperaré paciente entonces. — Recargué mi cabeza sobre el hombro del ciervo. Esa acción me hizo merecedor de varias miradas de los presentes.

— Solo tiene un poco de remordimiento por ayer. Está cansado. — Aclaró mi esposo a todos, eso pareció alejar sus miradas de mi.

— Bien, — Habló Charlie luego de que calmara a las masas para que le prestaran atención. — Ayer colocamos varios letreros del hotel. Los resultados de esto aún no han dado frutos, nadie ha venido aún a registrarse. Por lo cual, quisiera escuchar ideas. Ya saben, nunca está mal hacer más de una cosa para atraer gente. — El ciervo y yo solo la miramos, nosotros claro que teníamos ideas pero tampoco lo dejaríamos tan fácil, además Charlie no aceptaría nada que fuera violento.

— ¿Y si hacemos un lavado de autos? — Propuso Angel Dust. — Cualquiera prestaría atención a hermosuras con camisetas mojadas. — Claro con aquello se refirió más que nada a el atractivo que el tenía.

— A nadie en el infierno le importa realmente si su auto está limpio o no. — Comentó Vaggie.

— Osea si tienes razón. — La primera vez que Angel le daba la razón a Vaggie. — Pero imagínate: A mi, a Charlie, a Alastor, a Cristopher y a Husk lavando autos por dinero de desconocidos. Haremos una fortuna. — Él lo hacía sonar como una buena idea pero para nada que según mi criterio, tendría buenos resultados.

— ¿Y que pasó con Nifty y Vaggie? — Preguntó Charlie.

— Ellas se asegurarán de tomar el dinero y guardarlo. — Vaya que si había organización. — De todas formas, Nifty es demasiado tierna y Vaggie no aceptaría de ninguna forma hacer algo así, por eso propuse eso.

— ¿Y por qué Alastor y yo debemos aceptar participar en tu propuesta? — Entré en la conversación. El trabajo no era malo realmente pero, yo no me imaginaba en ropa corta y húmeda lavando autos de pecadores. — Claro solo estoy protestando en el hipotético caso de que tu propuesta sea aprobada.