El gallego permanecía en aquel sitio, desolado,con frío, con hambre y a la expectativa de que pasaría una vez que lo que había sido el amor de su vida llegase con todos sus agentes apuntándole desde las piernas hasta la sién.
Una silueta seguida de una voz melancólica se hicieron paso entre el silencio de la soledad que allí se formaba, era su primo, Rogelio, que desde sus comienzos en aquella ciudad del diablo le había acompañado.-¡Primo! -Dijo sollozando mientras se acercaba a los amplios barrotes que recorrían la finca.
-Hola primo... -Habló Segismundo viéndolo de forma impotente por la situación tanto vergonzosa como triste en la que se encontraban.
Cuando el mayor de los dos llegó hasta el otro siguió sollozando con más intensidad.
-El miércoles dicen que me ejecutarán... -Comentó mientras un nudo en la garganta se formaba.
-No,¡escuche! -Dijo en voz baja ya que podrían escucharlos y eso les metería en problemas-¡Te voy a sacar primo!, y nos iremos a Galicia de vuelta,¡ A cuidar cabritiñas!
-Pero primo... -Agarró los barrotes que los separaban-si me voy no podré ver al supermariconetti... -Dijo apenado notando como su contrario se fijaba en el anillo y daba un suspiro.
-Ya sabes que no quiero hacerte daño...Pero...-Dio una pausa,para cuando pronunció el "pero" Segismundo había centrado su mirada en su primo de forma interesada.-Bueno, creo que aún no eres consciente de que el viejo te engaña, ¿Verdad? -Trató de convencerlo.-Los vi en la mesa de su despacho... -Esperando una respuesta por parte de su prógimo.
Este miró cabizbajo al suelo
-Me pidió matrimonio... -Su voz se cortó de manera ahogada al pronunciar la última palabra.-¡Pero si es el que te va a asesinar!-Lo intentaba hacer entrar en razón.
-Por eso duele... Me dijo que nos casaríamos en las Vegas... Pero esto... Esto no son las Vegas... -Algunas lágrimas salieron de sus ojos haciendo que de una manera repetitiva se pusiese a llorar y luego alzó una de sus manos donde en su dedo índice tendría el anillo de compromiso, lo miraría y se lo quitaría-Creo que solo jugó conmigo, primo...
-ay... -Se acercó más a los barrotes para darle alguna que otra caricia- Mantente calmado,te sacaré de ahí... -Unas sirenas empezaron a acercarse por la parte norte de la cárcel.-Tengo que irme...-Se alejó un poco despidiéndose.
-Adiós...-Pudo observar como de uno de los tres patrullas que habían venido bajó el antes mencionado superintendente, se volvió a colocar el anillo con cierto agobio y lo miró acercarse a él junto a varios policías que mantenían sus escopetas y pistolas apuntándolo mientras también se acercaban, pero manteniendo una distancia conforme a su jefe.
-Dejad de apuntar,capullos-Dijo con su clásica voz profunda mientras les hacía una seña y seguía acercándose al otro-Hola Segis, ¿Cómo estás? , ¿Has pasado frío? -El gallego se había callado y se limitaba simplemente a asentir de vez en cuando-Voy a hablar con él en mi despacho, subíos a vuestros putos patrullas.-Los agentes le hicieron caso y subieron a sus respectivos coches dejando al detenido y al agente solos.
El más mayor de los dos cubrió al otro con una americana negra que llevaba, ya que en verdad había pasado frío. Subieron al coche,el azabache podía sentir como su contrario lo miraba de reojo.-¿Que tal Gustabo?.-Preguntó cuando empezaron a moverse en el coche.-Dice mi primo que os veis muy a menudo.-Se quitaba y se volvía a poner el anillo dudando del propósito que este tenía.
-¿Porqué me das el anillo?.-Lo Miró confuso de soslayo-Eh, Gustabo, pues ¿Bien?,No sé.
-Que mal amante, deberías saberlo... -Miró por la ventanilla de forma molesta, el viejo dejó de hablar esperando a que el otro siguiese hablando-...Pensaba que eras diferente, pero te has olvidado de mí como todo el mundo...
-Yo no me he olvidado de ti segis,
nunca me olvido de ti,estoy haciendo tiempo para que no te metan un tiro en la frente,es lo único que puedo hacer,hacer tiempo.-miro el anillo de forma amarga.
El chico, conmocionado pasó una caricia por su cara, lo miró durante unos segundos.-Te odio, pero te quiero demasiado.-Un suave llanto inundó el silencio de aquel coche en el que al principio había tensión.
-¿Porque eres tan putamente bipolar, cielo? -Le contestó con bastante seguridad.
-Porque eres un mierda seca asqueroso.-Volvió a ponerse el anillo-En otra vida no me meterán en la cárcel y podremos casarnos en las Vegas, dicen que es un lugar lleno de luces... Me gustaría tanto ir allí... Ver a mis primos aplaudiéndonos...¿te imaginas?
-Yo me lo imagino. -Se desvío de donde estaba yendo los otros policías-¡Let's fucking go!.-Aceleró el coche.-¡Nos vamos capullo!-Se dirigió a la montaña, donde no podrían verles a menos que no se dieran prisa.
El gallego se sorprendió por el desvío que el otro tomó y salió de coche cuando llegaron para luego mirarle.-Si preguntan, te estaba apuntando, no pierdas el trabajo... Te podría caer hasta la misma condena que a mí...-Lo miró apenado antes de besarlo,quizás una última vez.
-Prefiero perder el trabajo antes que perderte a tí.-Correspondió aquel posible último beso.
- Perdón por desconfiar de tí...-Acarició la cara del otro luego de volver a darle pequeños besos en aquellos labios que durante tanto tiempo había añorado, el azabache re buscó en la guantera el teléfono que le habían requisado, y luego se lo devolvió. -Toma,llama a tu primo y que te venga a recoger rápido.-El otro lo agarró mientras lo miraba para luego asentir.
Poco después de aquello se despidieron, aquella noche era solitaria pero a Segismundo no parecía importarle eso, ya porque tenía cosas más importantes que hacer, y ya porque la soledad no afectaba a su corazón como antes pudo hacerlo.
Marcó el teléfono de su primo y seguidamente una voz sonó a través del aparato.-¿¡Primo!?, ¿¡Me escuches?!
.
.
.
.
.
.
.
Y este ha sido el primer capítulo, espero que os guste y que, quizás esta vez no, pero pueda sacaros una lágrima más adelante 👀💞
ESTÁS LEYENDO
Xuntos para sempre [Segismundo x Superintendente]
RomanceConway ha tenido siempre muy mala suerte en el amor, con su mujer difunta junto a sus dos hijos que también habían fallecido, Superintendente de la comisaría de Los Santos se enamoró de nuevo de Segismundo, un chico de pueblo con poca experiencia en...