BRUCE
Steve y un dormido Tony estaban en el jet, y era más o menos la una de la madrugada. El pequeño había estado decidido a aguantar despierto todo el viaje, pero al final terminó usando el hombro de Steve como almohada.
—Y puede que no hayan sido las mejores —le había dicho el capitán antes de que se durmiera—, pero espero que te hayas divertido.
—Steve —respondió el niño—, ¿Te digo algo? Fueron las mejores vacaciones. Si, hubo ciertos inconvenientes que no estaban planeados, pero me divertí como nunca. Estabas tú, y eso las hizo perfectas.
Steve sonrió, al parecer alcanzó su meta de hacer que Tony disfrutaba el viaje, aunque si pudiese, eliminaría cierto momento lleno de angustia y desesperación.
Aterrizaron luego de treinta minutos. Steve le pidió ayuda al piloto del jet con las maletas y que condujera el auto hasta la torre, pues el tenía que ocuparse de otra cosa.
A eso de las dos de la madrugada llegaron a la torre, las maletas las había subido el conductor, y Steve cargó a Tony hasta su piso.
—Bienvenido, Capitán —saludó J.A.R.V.I.S. en tono suave— ¿Cómo estuvo el viaje de regreso?
—Muy bien, gracias, pero alguien no aguantó despierto.
El rubio dejó al niño en su habitación, y luego se dio una rápida ducha. Cuando estaba apunto de irse a la cama él también, pudo notar un objeto bastante grande que estaba en la sala principal, envuelto en un papel café.
—J.A.R. ¿Qué es esto? —preguntó Steve.
—El cuadro que me ordenó mandar a hacer, llegó ayer.
Steve sonrió, se acercó a el y con cuidado le quitó el papel que tenía, dejando ver el cuadro en si.
A diferencia de lo que Steve esperaba, no era simplemente la foto ampliada y enmarcada. Estaba pintado totalmente, se podían notar en algunas partes las pinceladas y la textura de las cerdas del pincel. Sin embargo, se veía muy hermoso, y era un cuadro bastante realista, incluso si se veía un poco de lejos parecía una foto. Además, tenía un marco dorado, con detalles pequeños que lo hacían ver mucho más espléndido. Era totalmente hermoso.
—Está bellísimo J.A.R.V.I.S. ¿Quién lo hizo?
—El mejor pintor de la ciudad, señor.
—¿Ya está pago?
—Así es. Lo cancelé con el dinero de una de las cuentas del Sr. Stark, y no con el de la tarjeta.
Steve sonrió y asintió.
—Es realmente grande ¿Cuánto mide exactamente?
—Ciento veinte centímetros de alto, y ciento setenta de ancho.
—Cuando dije “Grande”, no quise decir tan grande.
—Son las medidas perfectas para colocarlo en la pared que tiene justo al lado.
El rubio giró su cabeza y vio la pared, la verdad si necesitaba un cuadro o algo que colocarle.
Tomó la pintura que era menos pesada de lo que esperó y, buscando martillo y clavos del taller de Tony, la colgó.
Retrocedió unos pasos y vio el cuadro, se veía totalmente perfecto, y estaba justo en la pared que está de frente al ascensor, y gracias a su tamaño, será lo primero que las personas verán cuando entren al piso.
—¿Cómo es que puedes pensar en cada detalle para que todo salga perfecto, J.A.R? —preguntó con una sonrisa—. A veces olvidó que eres una I.A.
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Criando un amor | Stony
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si Tony Stark se vuelve un niño de siete años sin recuerdo alguno de su vida actual? ¿Qué pasaría si Steve Rogers decide cuidarlo mientras se encuentra una cura? Steve descubrirá el verdadero corazón de Tony, el lado que el genio siem...