Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)

Capítulo 3: "Soy Michael"

Desvié la mirada porque no era lo correcto, no era muy profesional de mi parte.

- Aquí estaban - dijo Frank entrando a la habitación.

- ¿En dónde más? - preguntó el Señor Michael, aún tenía sus ojos en mí.

- Navarro, Will te está buscando - ya estaba frente a nosotros.

- Ohh, está bien - me levanté de la silla - con su permiso - los miré por última vez y me retiré.

Comencé a buscar a Will, ya que Frank no me había dicho dónde estaba, me fui al jardín y no lo veía por ninguna parte hasta que siento unos enormes brazos que rodean mi cintura, voltié a verlo y sonreí de inmediato al saber de quién se trataba.

- ¿Para qué me buscabas? - me senté en la gradita y él imitó mi acción.

- Quería preguntarte... qué opinas de.... esto - miró alrededor.

- La verdad es bueno - lo miré - estamos cuidando a uno de los hombres más importante de todo el mundo..... así que nos da el mejor patrocinio, ¿no crees?

- Por supuesto, además este lugar es muy colorido - sonrió.

-Sí y si me hubiera quedado en mi casa me estaría volviendo loca - suspiré.

-¿Por qué lo dices? - sé acercó a mí.

- ¿Qué hubiera sido de mi vida si me hubiera casado con él? - miré el cielo.

- Serías la mujer más feliz de todo el mundo - cogió mi mano - él te amaba como no tienes idea y tú a él de la misma manera....... ¿por qué no lo buscas? - tomó mi rostro.

- No creo que se acuerde de mí - bajé la mirada - además él tendrá a sus pies a mujeres mucho más hermosas y con mejor cuerpo....

- Eso sí que no -negó con la cabeza - eres hermosa y no lo digo porque seas mi amiga, sino porque es cierto, además tienes un lindo cuerpo y eres ruda - sonrió - ¿a qué hombre no le gustan las chicas rudas?

- ¿A ninguno? - sonreí.

- No pierdes nada intentándolo - se puso de pie - a menos que haya alguien más... - pensé en el Señor Michael.

- Claro que no, sino lo sabrías - me puse de pie.

- Sabes que quiero lo mejor para ti - me abrazó.

Nos quedamos así un buen rato hasta que sentimos la presencia de alguien, se trataba del Señor Michael junto con Frank.

- Disculpen, no era mi intención interrumpirlos - dijo el Señor Michael apenado.

- No se preocupe - me separé de Will - ¿desea ir a algún lugar? - caminé hacia él.

-No, dentro de poco se hará de noche - miraba atento a Will.

- Está bien - sonreí - pero si sale algo a último.....

- Se lo haré saber - puso su perfecta sonrisa.

Fui a la cocina a ver que había para cenar y gracias a Dios eran vegetales. En la cena por fin hablamos de las cosas que teníamos que hacer el día siguiente. El Señor Jackson tenía que ir a la disquera porque tiene en mente hacer un nuevo álbum y a decir verdad me emocionaba eso, vería de cerca su maravilloso trabajo.

Después de la cena cada uno se fue a sus habitaciones, antes de acostarme me dí una ducha de las buenas, al salir de esta me puse el vestido de seda que siempre uso para dormir y me acosté en la cómoda cama.

Las horas pasaron y no podía conciliar el sueño, así que decidí salir al balcón que tenía el cuarto, pero no sirvió de nada, el sueño no venía. Bajé a la cocina por un vaso de agua y me quedé un buen rato ahí, estaba a oscuras, pero no era necesario prender las luces porque la luz de la luna alumbraba perfectamente. Pasaron unos minutos y por fin Morfeo me estaba llamando, me dirigí hacia la escalera para subir a mi habitación, pero sentí pasos detrás de mí y una mano tocando mi hombro, voltié inmediatamente y lo cogí de su pijama para darle un puñetazo, pero no podía ver de quién se trataba hasta que hizo un pequeño movimiento y la luz de la luna alumbró su rostro, era el Señor Michael.