Parte Única

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Yoo Kihyun es como la lluvia. Es molesto y me arruina el día. No quiero verlo más.

Me hace perder la cabeza, me hace enojar, me desespera. No hay manera de alejarme de él, siempre está cerca y cuando no lo está no dejo de oír su molesta voz en mi cabeza, su risa desesperante cada vez que se burla de mí.

Yoo Kihyun es como la lluvia. Luego de un tiempo sin él, comienzo a extrañarlo. Quiero verlo y odio eso.

Me hace falta y lo aborrezco. Detesto pensar constantemente en sus mejillas, en los lunares que cubren su cuerpo y en lo suave que es su cabello. En sus ojos afilados y su voz exageradamente virtuosa que se escucha desde la sala mientras él canta en la cocina.

No soporto cuando me toca o cuando lo toco. Su cuerpo se siente bien cuando está entre mis brazos. Me fastidia ver su rutina de cada noche, se pone mil cremas en el rostro y una esencia con olor a vainilla en el resto de su cuerpo. Su cuello siempre huele bien y eso me pone de mal humor.

¿Por qué tiene que comprar cada bálsamo labial que encuentra? Sus labios saben diferente cada vez, ni siquiera puedo identificar la fruta exacta así me lo diga luego de intentar adivinar por un tiempo. El de cereza no le queda tan mal. Al menos no se ve tan ridículo como el de uva que deja sus labios ligeramente morados.

Siempre busca incomodarme con sus comentarios sarcásticos y sus ataques constantes a mi orgullo. Sabe que no me gusta y aún así me dice cosas extrañas al oído con una risita estúpida. Pero se molesta si mis labios están muy cerca de su oreja, se estremece bajo mi cuerpo y se queja.

Es demasiado agresivo. Me empuja todo el tiempo, me golpea en el hombro cuando se ríe muy fuerte. Me aprieta la mano en el cine, me pellizca los muslos bajo la mesa del comedor si digo algo que no le gusta frente a otras personas y me entierra las uñas en los hombros si muerdo su pecho.

Aunque esté muy orgulloso de su voz, no debería hacer tanto escándalo. Me duele la cabeza cuando grita, cuando se carcajea. Exagera cuando se golpea la rodilla contra la mesa de piso en la sala. Incluso si su boca está ocupada, seguirá haciendo pequeños ruiditos. No importa si le repito que debe contenerse, cuando está disfrutando algo sus sentidos siempre nublan su razón.

Quiere hacer todo a su manera y en el momento que quiera. A duras penas me deja escoger el desayuno. Quita los vegetales de mi plato luego de burlarse y llamarme "bebé". Aunque quiera dormir veintidós horas seguidas, sin interrupciones, él siempre me llama para cenar. Me toca el cabello mientras intento volver a dormir, a veces me habla cuando piensa que ya estoy dormido y dice cosas que me da vergüenza repetir.

De vez en cuando tengo pequeñas victorias, logro hacer que se sonroje con las palabras correctas. Incluso he logrado que se ponga nervioso y que tartamudee. No puedo decir que me agrada cuando me mira de esa forma, o cuando sus comisuras se levantan un poquito luego de que me confiesa algo, mucho menos cuando sus piernas tiemblan y tiene que sostenerse de mi nuca.

Ciertamente, es menos molesto cuando está concentrado en su trabajo, cuando le brillan los ojos al recibir una buena noticia. Es soportable cuando recuesta su cabeza en mi hombro mientras juega a algún jueguito en modo difícil en su celular o cuando me deja abrazarlo para calmar su llanto.

Casi puedo decir que estamos en buenos términos en el momento en el que pronuncia mi nombre en medio de un suspiro. No nos llevamos tan mal cuando mi mano está apretando su pequeña cintura o cuando sus piernas me aprietan contra su cuerpo. No me desagrada tanto lo sensible que se pone luego de que toco el hueso de su cadera, ni lo dulces que suenan sus palabras entrecortadas.

La verdad, creo que podría aguantar su molesta presencia por algunos años más. Ya me resigné a despertar con el brazo entumecido, a discutir por cada pequeña cosa, a cuidarlo cuando enferma o cuando se emborracha, a sorprenderme cuando recuerda cada cosa que me gusta o que no me gusta y a reír cada vez que mamá dice que nunca tendrá que volver a preocuparse por mí si él está a mi lado.

Porque Yoo Kihyun es como la lluvia y puede que, extrañamente, no pueda vivir sin él.




RAIN ON ME  - [HyungKi/KiHyungwon] MONSTA XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora