Ya habíamos recorrido más de la mitad del camino hacia mi casa, yo iba delante mientrás que María Y Alex iban detrás de mí, se estaban poniéndo al día con sus vidas. Hacía mucho tiempo que no se veían.
Un poco antes de llegar a mi casa, en una calle que daba a la plaza de mi casa había un restaurante, se llamaba "La Cesta". Pero eso no me atrajo la atención, lo que sí me atrajo la atención fue un jóven discutiéndo de manera acalorada con otro jóven. No me interesó el problema, así que pasamos a menos de un metro de ello sin hacerles caso, por lo menos yo. De un momento a otro empezó a haber mucho jaleo, ruido y cosas cayéndo al suelo. Apenas había recorrido un metro cuándo algo se chocó con mi espalda y cayó al suelo rompiéndose. Al mirar el suelo, ví que un plato aterrizó en mi espalda.
-¡¡Eh!! ¡Ten cuidado con lo que tiras y dónde!-grité al primero que ví mientrás le señalaba con el dedo. Con eso bastaba, me dí la vuelta para seguir, no me interesaban sus problemas.
-¡No te metas imbécil!-gritó uno hacía mí, eso sí que no pensaba pasar por alto. Así que me dí la vuelta, me quité la chaqueta de cuero y se la dí a Alex para que la sujetara mientrás me acercaba a ellos.
-No te metas en esto-dijo el otro chico, eran los dos rubios y más o menos de mi altura con ropa de calle, y pantalones cortos.
-Mi problema no es contigo, así que no intervengas tú-le respondí. Me acerqué a menos de un metro de el que me respondió-Mi problema es contigo. No te he insultado, y tu a mí sí. Tienes tres segundos para disculparte por tu estupidez.- le dije al chico mientrás me miraba con chulería
-Eso no va a pasar imbécil..
-Tres...
-¿Qué vas a ...
-Dos...
-..hacer listillo¿
-Uno-en ese momento sentí un fuerte apretón en el hombro, como si alguien me quisiese tirar al suelo. Respondí con un violento giro, y al ver que era el otro chico le dí una bofetada en el rostro.
-La próxima será con la mano cerrada-al terminar de decir esto el chico al que le dí la espalda me dío un fuerte puñetazo en el costado derecho. Me giré por el otro lado y le dí un puñetazo en la mandíbula, minetrás el otro venía hacía mí con violencia, le recibí con una patada en el pecho, lo cual le hizo retroceder. Pero antes de que pudiera reaccionar el otro chico me cogío de la camiseta y me tiró contra una pared, tras lo cuál soltó una serie de rápidos puñetazos contra mis costados. Me dí la vuleta lo más rápido que pude dándole un golpe con el codo en la cara al darme la vuelta, la sangre empezó a brotar de su cara. Tras eso le cogí de la nuca con las manos, obligué que se doblara mientrás lo atraía hacía mí y le di un rodillazo en el estómago, lo cual lo hizo caer al suelo y empezar a toser. El otro chico s acercó y le ayudó a levantarse.
-Dejemos nuestros problemas a parte-dijo mientrás le tendía la mano.
-Ese hijo de puta me ha roto la nariz, acabemos con él-dijo mientrás el otro le ayudaba a subir.
-Una pelea, jum-empezé a decir mientrás me arrodillaba y de debajo de mis vaqueros sacaba un gran cuchillo negro, era del ejército-hace mucho que no tengo una buena pelea, más os vale aguantar mucho-dejé mi cuchillo en una mesa del restaurante, y ví que los chicos se había asustado, pero el valor volvío al dejar el cuchillo.
Ellos empezaron a rodearme, yo era experto en artes marciales, y en el ejército mejoré mucho la lucha cuerpo a cuerpo, no tenía nada que temer. Así que dejé que me rrodearan mientrás avanzaba por la calle, para tener más sitio. Uno de ellos me atacó con un puñetazo por la derecha, lo esquivé y paré el siguiente a la altura de mi cabeza, al defenderme me acerqué a él y de un puñetazo al esternón retrocedió. El otro aprovechó para darme una patada en el costado, lo cual hizo que casi me cayese al suelo. Al levantarme saltó sobre mí con un puñetazo, pero lo esquivé y me coloqué a su lado, le pisé la pierna, lo cual le hizo arrodillarse, cogí su mano izquierda y la extendí, y desde atras dí un rodillazo en su triceps, desde abajo. No queria romper huesos, pero si hacer daño, y conseguí que no pudiera mover la mano un rato. El siguiente volvió a atacar, destacaba por los puñetazos, lanzó seis puñetazos circulares y Upper Cuts mientrás avanzaba hacía mí, los pude esquivar todos, pero no esquive la patada circular que venía después. Impactó contra mi cara su tibia, y sentí un ligero dolor en la cara, pero ya me había acostumbrado. Me levanté del suelo mientrás los dos se volvían a juntar delante de mí.
ESTÁS LEYENDO
La Ascensión de T.
AcciónUn soldado, que trata de superar varias etapas dolorosas de su vida a la vez que pretende acabar con una guerra que parece querer poner fin al hombre. Siendo el gran enemigo, el bloque Chino-Japones el gran dominador de esta guerra. Una historia ll...