No era normal que Christa Lenz e Ymir faltasen a sus entrenamientos de la tarde, sin embargo, ese día fue una excepción. Lejos de sentirse agobiadas por el posible castigo que recibirían del instructor Keith Shadis, ambas chicas estaban contentas por llegar al cuartel antes de que pasaran lista en los dormitorios.
-Christa, nos hemos divertido tanto. Pero, espero que esto no nos traiga tantas consecuencias - dijo la chica morena de cabello oscuro a su compañera mientras se apoyaba en una pared para recobrar el aliento. - Ojalá que el instructor Shadis no se haya dado cuenta de nuestra ausencia.- Y si se dio cuenta, pues valió la pena y merezco el castigo - señaló la pequeña rubia quien sacó un pañuelo para limpiarse el rostro - Lo bueno es que, además de divertirnos en el pueblo, compramos ese regalo especial para ella.
-¿Crees que sepa qué es y cómo funciona? - cuestionó la mayor quien dejó escapar una picara risotada - No creo que sepa que esas cosas existen...
- Bueno, ella parece pudorosa - la voz de Christa se tornó preocupada.- Si no sabe, se lo puedo explicar, ¿No? Además, trae instrucciones.
-¿Queeee? - Ymir no daba crédito a lo que acababa de escuchar -¿Desde cuando te has hecho mas atr...
- Shhhhh - la rubia colocó una de sus pequeñas manos en los labios de Ymir para escuchar mejor.
El sonido de pisadas alertó a las chicas que debían esconderse lo más rápido posible. Ambas corrieron hacia unos arbustos a unos 50 metros del gran comedor. En cuestión de minutos, todos los reclutas salieron de la enorme cabaña de madera con caras soñolientas. Entre ellos, la chica más fuerte de la tropa de reclutas del ciclo 104, Mikasa Ackerman junto con sus dos amigos, Eren Jaeger y Armin Arlette.-Christa, ahí está Mikasa. - dijo la morena muy cerca del oído de la rubia - ¿Se lo darás en el dormitorio?
- Iré a platicar con ella ahora - respondió la joven de ojos claros - Además, será incómodo que vea el regalo frente a todas las chicas.
- Pero ahí están Eren y Armin. Ella es muy unida a ellos.
- Tranquila, ya me las ingeniaré para hablar a solas con ella. - y con esta frase, la pequeña recluta salió de su escondite para abordar a Ackerman.
***
La fuerte amistad entre Christa Lenz e Ymir era tan evidente dentro del cuartel de los reclutas que nadie se atrevía a cuestionarla. Incluso, muchos sabían que ambas chicas preferían mostrarse distantes de los demás.No obstante, sus compañeros y superiores no sabían que aquel hermoso vinculo se convirtió, en semanas, en un apasionado romance. Un amor pasional que escondía sus caricias y sus besos detrás de las puertas, debajo de las sábanas, los pasillos y a veces, en el baño de mujeres durante altas horas de la madrugada, cuando todos dormían.
Pese a que la pequeña rubia y su amiga tenían mucho cuidado para no ser vistas en situaciones comprometedoras, no pudieron escapar de los ojos de su compañera Mikasa Ackerman. En una ocasión, la pelinegra ingresó al baño de mujeres y observó a una jadeante Christa siendo sometida por Ymir que se encontraba en medio de sus blancas piernas. Impresionada por aquella escena sexual, Ackerman optó por girarse y caminar de puntillas para no interrumpir dicho encuentro. No obstante, Christa logró divisar a la chica más fuerte de la legión por su típica bufanda negra.
A veces, las jóvenes aprovechaban a besarse cuando estaban a solas en la habitación de mujeres. De repente y sin previo aviso, aparecía Mikasa, casi matando a las chicas de un infarto, quien había regresado a sus aposentos porque había olvidado su capa para una expedición. La joven de ojos oscuros miraba a las mujeres y fingía no haberlas encontrado en dicha situación.
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El regalo (Yumikuri) One Shot (Ymir x Christa Lenz)
FanfictionPese a que la pequeña rubia y su amiga tenían mucho cuidado para no ser vistas en situaciones comprometedoras, no pudieron escapar de los ojos de su compañera Mikasa Ackerman. En agradecimiento por su complicidad, las chicas le hacen un peculiar...