♠︎ RONNY ♠︎ ||George Weasley ||

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.・゜゜・NORBERTO Y.・゜゜・
HAGRID SIENDO MADRE

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“Ese es mi secreto, Norberta. Entiendo a los animales. ”
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||1992||

Las semanas pasaron mucho más rápido de lo que Ronny esperó, cuando se quiso dar cuenta, las vacaciones de pascua habían acabado y ella seguía evitando el tema del beso con George. No lo habían hablado, y la razón habitaba en la Scamander que se había negado a dar la cara para enfrentar el tema, lo evitó tanto que el pelirrojo simplemente dejó de insistir, él sabía que su momento aun no llegaba, pero lo esperaría con paciencia.

Con los exámenes aproximándose, Ronny tuvo que hacer un sin fin de malabares con sus horarios para poder ayudar a sus amigos a repasar un par de temas que no entendían, incluso Auron Carrow había acudido a ella en busca de una tutora que le explicara todos los temas de encantamientos que no pudo comprender durante las clases.

Conforme lo días pasaron, el Slytherin y la Gryffindor iniciaron la búsqueda de respuestas en los anuarios de antaño de Hogwarts, y aunque ninguno pudo explicar la relación entre sus familias, ambos disfrutaron de los momentos que pasaban juntos, pues al ser de casas rivales, debían tener más cuidado, en especial por la serpiente que se negaba a perder su reputación de chico malo, cosa que le permitía abrir conversación con su padre.

Aquella tarde, la Scamander había acudido al encuentro con Hagrid, el guardabosques que, con tanta ímpetu, la buscó por todo el colegio pidiendo su ayuda. Artemis no entendía por que el hombre estaba tan ansioso cuando le pidió encontrarse en el bosque después de clases, pero no le importó mucho tampoco. Una vez le avisó a sus amigas donde estaría, se apresuró al hogar de su gran amigo.

—¿Hagrid? —Tocó la puerta de madera tres veces antes de ver la melena oscura de su amigo asomarse por la ventana. La rubia lo miró con extrañeza antes de verlo desaparecer entre las cortinas y aparecer frente a ella abriendo la puerta.

—Pasa. —El hombre de corpulento cuerpo, se hizo a un lado para que la rubia entrara a su hogar.

—¿Por qué estás tan ra...? —Se detuvo en la entrada de la casa mientras el sofocante calor la envolvía— Por las barbas de Merlín ¿Volviste tu casa un sauna con el verano tan cerca? —Miró al mayor que cerraba la puerta tras de ella.

—En realidad... Me temo que es algo mucho más complejo que un sauna. —Pasando por el costado de Ronny, el hombre la guió hasta la chimenea, donde el calor se concentraba alrededor de un enorme huevo de color negro.

—Por Merlín... ¿Por qué tienes un huevo de ridgeback noruego? —La de pecas giró su cabeza para ver al mayor, quien parecía alegre por el hecho de que la rubia identificara el tipo de dragón dentro de la cascara negra que lo resguardaba.

—Entonces lo conoces. —Responde moviendo la cabeza de un lado a otro mientras se dirigía hasta la mesa con el semblante alegre— Es un alivio, estuve buscando en la biblioteca y realmente nada me específica que hacer con la clase de dragón que es y...

—Espera, espera, espera. —Enseña ambas palmas de las manos para que su amigo dejara de hablar—Tienes un huevo de dragón que, no solamente es ilegal, también es peligroso.

—Por eso estás aquí. —Sonríe avergonzado hacia la menor— No conozco a nadie más capacitado para ayudarme que tú. —La de ojos azules negó con la vista fija en el huevo— Quizás cuando nazca, podrías hablarle y guiarlo por el camino del bien.