Relatos de un bar (Lestrick)

Martini para dos

Una moneda cayó en el asfalto, el abrigo negro ondeó en el aire cuando el cuerpo giró. Maldijo por lo bajo al recoger el objeto, entonces su atención fue atraída por la luz calida que iluminaba su imagen, estaba frente a un bar. Regresó el centavo al resto del dinero en su bolsillo e ingresó sin pensarlo dos veces. El ambiente era calido, se oían murmullos pero no eran ruidosos como para aturdirlo; la barra estaba casi vacía. Tomó asiento en un banquillo y chasqueó los dedos para llamar al bartender.

-Un martini

-Que sean dos

Miró a su lado, unos bancos mas apartados de él había un hombre con expresión infeliz oculto en un abrigo anaranjado. Lo vio tomar un maní del montón frente a él y comenzar descascararlo. Sus bebidas llegaron y ambos bebieron al mismo tiempo, uno dejando caer el líquido del vaso a su boca para saborearlo y el otro lanzando el contenido a su garganta y tragando enseguida.

-No parece tener experiencia bebiendo. ¿Por qué pidió un trago que no sabe como consumir?

Las palabras salieron cruelmente sin poder evitarlo, ya era costumbre odiar al mundo. El hombre a su lado tosió un poco y comenzó a acariciar la copa con un dedo mientras la sostenía en un puño firme.

-Llevo dos horas aquí sin saber que pedir, cuando lo escuché actué sin pensar

-Parece el tipo que pediría un cerveza sin pensarlo dos veces

El hombre por fin se giró a verlo, rubio de ojos azules, típico americano; también tenía la nariz rota, un ojo morado y se atrevería a decir que algo de sangre salpicada en su rostro. Su expresión era seria, de cansancio y fastidio.

-No todos los americanos somos iguales. Psh, tenía que ser inglés

-¿Tiene algo en mi contra?

-¿Usted tiene algo contra mí? Usted fue el que hizo el primer comentario prejuicioso, yo solo expreso mi opinión respecto a eso

-¿La cual es que desprecia a los ingleses?

-No los desprecio, usted me desprecia a mí, seguro a los demas también, y me esta fastidiando. Ademas..-

El sonido de algo cayendo interrumpió la media conversación que se estaba dando, una moneda rodó por el suelo hasta debajo del banquillo donde estaba el hombre rubio del abrigo inflado. Un insulto se escuchó. El americano se agachó para recogerla y cambió de lugar junto al inglés para devolverla y continuar hablando.

-Tome. Como decía, ademas el martini no estaba tan mal

Él admitía haber temido por unos segundos creyendo que el hombre lo golpearía, sabiendo lo violentos que son los americanos, por eso se sorprendió cuando lo unico que hizo fue devolverle la moneda y luego pedir otra ronda de martinis para ambos.

-No se porque esta aquí pero su expresión me dice que no es bueno, así que salud por la infelicidad

Se vio obligado a chocar copas con él y de nuevo presenció la habilidad para acabar un vaso de golpe que tenía el rubio. Bebió del suyo tranquilamente, sin intención de seguirle la charla y dejó la bendita moneda sobre la barra. Como deseaba un cigarro en ese momento, algo de tabaco calmaría su ansiedad, pero algo mas fuerte la haría desaparecer por un buen rato. Lastima que no había podido conseguir nada en toda la noche. La exclamación que soltó el americano lo hizo voltear, el hombre lo señaló creando una pistola con la mano.

-Ya se porque está aquí...