La marca de una sonrisa

Esta es la historia de Bruce, un payaso que se hacía llamar "fréjol tierno" en sus espectáculos y shows artísticos. Como todo payaso, su vestimenta era muy colorida, constaba de: unos zapatos de color verde fosforescente, sus pantalones de color rojo con lunares negros, su camisa de color naranja con franjas color plomas, una peluca de color verde y la inconfundible nariz roja.

Por alguna extraña razón había perdido el don de hacer reír a las personas, ya no se sentía capaz y por momentos pensaba que debía retirarse de su labor. Con el paso de los días se decidió a dejar aquella profesión de lado y se dedico a pasar mas tiempo con su hija Lucy.

Un lunes, salió a buscar un nuevo trabajo por ello se levanto muy temprano, se alistó y salió rumbo a la calle con la esperanza de conseguir nuevo empleo. La niña quedó dormida en su habitación, pero al despertar notó que su padre había salido.

Lucy se encontraba desayunando, en ese preciso momento, irrumpe su casa un despiadado sujeto que pretendía robar la casa de Bruce. La niña al notar esto se asusta y empieza a gritar, por lo que al ladrón no le quedó más opción que asesinar a Lucy para que no haya testigos del hecho. Los gritos que se lograban escuchar eran cada vez más desgarradores y la mayor parte de la sala quedó manchada con sangre.

Una vez consumado el crimen, decidió esconder el cadáver y para ello cerceno de una manera despiadada el cuerpo de la pequeña Lucy. El cuerpo una vez mutilado, fue guardado en un saco que lo dejó cerca de la puerta de la casa.

Bruce seguía en su búsqueda cuando de repente sintió una corazonada, sabía que algo estaba mal, por lo que decidió regresar rápidamente a su casa. Tomó el siguiente autobús mientras que la desesperación aumentaba.

Al llegar a la casa se encuentra con una desgarradora escena, por un momento pensó que era una broma, pero mientras mas se adentraba en su propia casa, mas era el martirio que sentía, no podía comprender lo que había pasado.

En el momento que estaba en la sala, nota que hay un documento de identificación, dicho carnet se le había caído al ladrón. Lo recoge y lo revisa para ver si tiene algún dato importante con el cual poder encontrarlo. En dicho certificado decía que el tipo se llamaba Enzo.

Se percata que el individuo vive cerca de un lugar pantanoso y decide ir en busca de él. Para ello opta por vestirse con su clásica ropa de payaso, además de llevar un bate de béisbol con un clavo en la punta, y una navaja muy filosa en el bolsillo derecho del pantalón.

En poco tiempo sale a la calle a buscar al sujeto que le quitó la vida a su hija, decidió ir caminando, por las calles de la ciudad, su rostro iba pintado con colores muy alegres, pero por dentro, estaba destrozado y con mucha sed de venganza.

Luego de tres horas de caminar llegó hasta aquel lugar, se percató que era un pantano donde había mucho lodo que olía mal y lo primero que pudo notar era un letrero que decía: "Lárgate o lo lamentarás".

A lo lejos también se podía notar una cabaña de madera, con un techo que estaba sumamente oxidado y en la entrada de la puerta un candelabro que por momentos se iluminaba.

Agarró en su mano el bate y gritó:" sal de ahí maldito", y en ese preciso momento pudo notar como una brisa pasaba alado suyo, luego escuchó un susurro en la oreja derecha que le decía: "aquí estoy, te estaba esperando".

Bruce intento darle un golpe con el bate, pero Enzo lo esquivó por muy poco; luego empezó un forcejeo, que terminó llevándolos a los dos hasta la profundidad del pantano. Se empezaron a dar de puñetes, patadas, ambos sabían que era una lucha donde solo uno saldría con vida.

Como el agua del pantano se encontraba con mucho musgo y muchas plantas acuáticas, no pudieron ver que había unas estacas enterradas por lo cual Enzo termino con una gran herida alrededor de su pierna.

Bruce al notar le mete un golpe en la cabeza con el bate y de la fuerza empleada en dicho golpe le arrancó el ojo a su oponente y le provocó una gran conmoción cerebral, a lo que Enzo responde apuñalándolo en la costilla, la sangre de ambos empezaba a hacer presencia en dicho lugar, los dos ya se encontraban sumamente mal.

Bruce agarró con su mano la navaja que llevaba en su pantalón y se la clavó reiteradamente en la yugular al sujeto que le había quitado a su hija, mientras hacía esto se podía escuchar: "Por qué lo hiciste infeliz".

Enzo se empieza a retorcer de dolor, a los pocos minutos después muere desangrándose, mientras Bruce empieza a reírse de forma psicópata y empieza a patear el cuerpo sin vida que yacía a sus pies.

A estas alturas ya era cerca de las ocho de la noche, había un cielo sumamente estrellado, muchos mosquitos alrededor del pantano y se escuchaban los sonidos de los animales silvestres, entre ellos: los grillos, los lobos entre otros.

Bruce se da cuenta de lo que hizo, pero no tenía ningún cargo de conciencia, sabia que era una lucha que la tenia que ganar a como dé lugar.

Luego de permanecer varios minutos cerca del cadáver de su enemigo fue en busca de su peluca que se le había caído a unos cuantos metros de distancia, se la colocó, agarró su bate, su navaja y se marchó sumergiéndose lentamente en el pantano. Nunca nadie más supo de él.

Algunas personas que han visitado el lugar afirman que aún se logran escuchar risas y gritos que provienen del pantano, todo esto sucede de tres de la tarde hasta las ocho de la noche, exactamente a la misma hora que se desarrollo la escena del crimen.