Al nacer la hija de Afrodita, Hemna, ésta le da un don. El don de la belleza y el encanto, pero, ¿Qué pasa cuando los tres grandes, Zeus, Poseidón y Hades, caen rendidos por su belleza?
Tras una relación amorosa con los tres grandes, Hemna concede...
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Pov Haris:
Como hace tiempo no lo hago, hoy acordé pasar un momento con Persa, luego de meses sin verla. He escuchado que ya se encuentra mejor, superando todo día a día, acostumbrándose a los cambios drásticos por los que pasamos.
Puedo decir que no me fue difícil acostumbrarme al ambiente del inframundo y a esa pizca de soledad en el. Al despertar aquel día luego de la muerte de mi padre, sentí eso que Zeus describió sobre ir al Olimpo, esas chispas en el pecho y la familiar sensación de estar en tu hogar finalmente.
Pero no hablemos como grite los primeros días llena de un pánico absoluto.
Hades, mi intrépido padre; a quien desde esa tarde no he vuelto a ver y nunca he tenido la suerte de verlo vagando por el Inframundo, pero me alegro porque eso me permite creer que ahora se encuentra en un lugar mucho mejor, descansando como el rey que era.
Por todos lados se corre la voz de la diosa más justa, Zell reina de los dioses. La diosa que a elevado el Olimpo mil pisos de lo que antes estaba. Muchos la llaman la diosa de la justicia, diciendo que ella y la titánide Themis se tratan de la misma personificación, algo que por el bien de muchos no ha afectado u ofendido a Themis. Hera cada día ve a Zell sentada en su pedestal de victoria, siendo amada y glorificada por todos; solo pocos, los más fieles a la diosa la continúan venerando.
Hermes. El dulce Hermes grita cada día mi nombre a todo pulmón, suplicando clemencia. Eso es algo que al pasar los años me ha ido agotando, pero hasta que no se arrepienta de cada pecado nadie puede intervenir en la decisión que Zeus, cuando aún vivía decretó, a demás, Kurt hace un excelente trabajo, es de los pocos amigos que suelo ver.
Angela, mi dulce Nubecita que con el paso del tiempo ya no es la misma pequeña de antes, vive con mi madre y Xen, quien decidió luego de la muerte de Hades, permanecer a su lado para ayudarla con Homer y Angie.
—Haris— me giro al escuchar la voz de Perséfone.
La encantadora Perséfone que a pesar de la libertad otorgada por mi padre, decidió quedarse a mi lado hasta que lo vea prudente. Es mi única amiga aquí, con quien cometo todas las locuras posible en mi tiempo libre y a quien le cuento cada uno de mis planes. Nuestra amistad nos ha hecho bien a ambas, nos a ayudado a crecer en este entorno cálido, es la segunda persona más cercana a mi de forma personal.
—¿Si?— le sonrió acercándome a ella, su cabello de un rojizo más vivo que el mio.
—Perdóname— me observa avergonzada—Aquel día de tu cumpleaños, cuando pasó todo, Hera me pidió información sobre ti— toma sus manos para calmar el temblor—Le dije donde estarías ese día, no mencioné la presencia de tu padre allí, pero juro que desconocía sus intenciones— se quiebra en un sollozo—Yo no quería que eso pasara, yo amaba a tu padre, quizá no como tu madre, pero era mi amigo, la persona más cerca a mi y yo... no era mi inten...
