Arco VIII: Un gran cambio I

42 3 28
                                    

Hola de nuevo.

Ya queda menos para el final.

Seguid disfrutando de esta historia y no olvidéis votar y dejar algún comentario.

Las semanas pasaron y ambos seguíamos trabajando y disfrutando de nuestra relación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las semanas pasaron y ambos seguíamos trabajando y disfrutando de nuestra relación.

El podcast, que creó Clancy empezó a volverse popular de tal manera, que ya empezó a entrevistar a youtubers u otros podcasters. Seguía teniendo la misma esencia de cuando lo hacía en la otra dimensión, lo cual eso provocó el auge de su éxito.

Mientras tanto, yo seguía vendiendo mis dulces, aunque debido a mis vídeos, incrementaron los pedidos y ahora estoy más ocupada que nunca. Provocando que al final del día terminase reventada.

- ¿Cuántos cupcakes llevas hechos a lo que lleva de día, (T/N)? - preguntó el peli-morado preocupado.

- Creo que unas 200 unidades. - Dije, mientras seguía poniéndole crema a los cupcakes.

- ¡Tantas! - se sorprendió al escucharlo. - Son las 11:30 y a penas has probado bocado, deberías descansar. - Puso sus manos sobre mis hombros, deteniéndome al instante, pues últimamente, me sentía muy cansada, debido al enorme trabajo que he tenido en estos últimos días.

- Estoy bien, deja que termine esta última tanda y ya paro. - Le tranquilicé.

- No entiendo, porque no pides ayuda.

- Supongo que es porque me gusta trabajar sola.

- Pero, con tantos pedidos no podrás sola.

- Estaré bien - le volví a tranquilizar -. Y, ahora, déjame terminar de decorar con crema los cupcakes - dije al momento que volvía a ponerles crema, pues sólo me quedaban cinco por terminar, cuando le puse crema al último - y, ¡listo! - inmediatamente, perdí el conocimiento.

--------------------------------

- ¡(T/N)! - Por suerte, Clancy se quedó junto a ella para terminar su trabajo, cuando de pronto observó como (T/N) se desplomaba, la cogió justo a tiempo, evitando que se cayese al suelo. - ¡Maldita sea!, ¿por qué eres tan cabezona? - La cogió del suelo, le retiró de sus manos la manga pastelera y se la llevó a su habitación.

Tuvo que subir desde el sótano hasta la primera planta a cuestas, lo cual para él no le resultó fácil. Pero, finalmente llegó a la habitación y la dejó en la cama. Le quitó los zapatos, el delantal y la chaquetilla, dejándola solo con la camiseta de tirantes y los vaqueros, para luego taparla con las sábanas.

Clancy le dio un beso en la frente y volvió abajo a terminar su trabajo, pues debía guardar los pedidos en las cámaras frigoríficas y en sus respectivas cajas.

- Me debes un favor bien grande - dijo al cerrar la puerta de la habitación.

Aproximadamente, se quedó guardando cupcakes hasta las 4 de la mañana y las dejó todas en el frigorífico. Estaba tan cansado, que ni siquiera subió a dormir en el sofá, se quedó durmiendo sentado en el taburete, apoyado en la mesa de empaquetado.

Tú eres mi LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora