Siete

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—Ah~ creo que ya no cabe más.

—Jaehyun amor, juega con tu lengua un poco más –pidió el mayor— lo siento Woo creo que Jae tiene la boca un poco ocupada para responderte. Muévete y destrózalo. 

Parecía disfrutarlo, el pelinegro se estaba cobrando algunas cosillas del pasado en medio de toda esa situación. Movió su pelvis hacia adelante, parecía sádico pero quería que Jaehyun sufriera.

Jungwoo por su parte, brincó arriba de la erección potente mientras iba soltando gemidos similares a un un animalito. Era demasiado tierno y caliente escucharlo.

Jaehyun quería hacerle saber a ambos muchachos que disfrutaba de aquella presión sobre él, aquella dominación que ejercían sobre su cuerpo y esa rivalidad que estaba presente en el ambiente. Rivalidad que a pesar de unos besos compartidos y palabras cálidas intercambiadas, Doyoung y Jungwoo seguían manteniendo.

—¿Te gusta cómo me muevo Jaehyunnie?

El pelirrojo movió su cadera de forma circular, hacia delante y hacia atrás con cierta fuerza porque le gustaba lo rubo aunque bueno se hacía un poco molesto por la falta de costumbre pero ¡Dios! Amaba aquello.

Doyoung se apartó para darle el lugar a su pareja a que contestara, tenía curiosidad por su respuesta.

—Sí bonito, sigue así... 

—¿Escuchaste Dodo? Me dijo bonito...

La sangre parecía hervir en el mayor, unas gotas de sudor iban bajando por su espalda provocándole ciertas cosquillas. Miró a su novio y lo besó. Luego gateó hasta Jungwoo y le susurró algo en el oído, algo que iba a quedar entre ellos dos por la eternidad.

Jaehyun vio como el pelirrojo asentía con su cabeza y tembló ante lo que estaban tramando.

Abriendo las piernas y pasando una de ellas por encima del acostado Jaehyun, el pelinegro le dio la espalda a Jungwoo y acercó la totalidad de su pecho al pecho de su novio.

—Ah Woo... —gimió seductoramente clavando su mirada en la de Jaehyun quien procesaba lentamente el suceso.

Lo que acontecía parecía irreal, pero era posible. Al principio un poco incómodo pero le pidieron a Jaehyun que ponga de su voluntad en follar a Jungwoo mientras éste follaba a Doyoung.

—¿Te gusta ser una perra?

—No más que a ti, ¿verdad Dodo?

—Dejen de pelearse —pidió Jaehyun.

—¡Cállate! —dijeron en conjunto.

Obedeciendo bufó tomando con su mano los cabellos negros y largos de su pareja. Tiró un poco de ellos devolviéndole la cortesía y el mal trato que ejerció éste cuando le hizo la mamada. Sin poder creer en su totalidad que Doyoung se esté comportando de esa manera.

Su relación era demasiada romántica y suave hasta para follar. Ahora se había transformado todo y no era porque Jungwoo se les había unido, sino por algo más.

Intercambiaron algunos roles, dándole el espacio a su activo favorito para que domine un poco la situación. No sin antes juntar los tres rostros e intentar un beso de a tres.

Raro, extraño y escandaloso aquello.

—Doyoung ponte de a cuatro ¡ya! Y tú Jungwoo siéntate ahí y observa lo que te has perdido por no obedecerme al principio.

Ok, las cosas iban marchando como Jaehyun lo quería desde un principio: dos jóvenes calientes y hermosos cumpliendo sus fantasías de una forma antinatural. Jungwoo se mordió los labios y movió rápido su cabeza hacia arriba y hacia abajo.

Aquellas palabras que fueron soltadas parecían haber salido desde lo más profundo de Jaehyun por el tono utilizado claro. Ronco, duro y grave demasiado sexual para ser real.

Doyoung por su parte giró la cabeza estando en la posición que su novio había demandado y miró al pelirrojo: sacó su lengua en forma de burla y después la guardó para recibir de aquello que el otro le iba a dar y sabia que éste no iba a ser para nada suave o delicado.

Jaehyun estaba enojado, o mejor dicho estaba mostrando lo que verdaderamente era y quería; lo que tenía guardadito en lo más profundo de su ser.

—No voy a preguntar si estás listo conejo, porque no te lo mereces.

Continúa ➡️➡️

Solo Por Esta Vez - JaeDoWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora