Desde que tengo uso de razón me he relacionado con el mar, lo siento tan parte de mi existencia que me sería imposible dejarle de lado; me consideran un hombre algo tímido, ya que no suelo hablar mucho con los lugareños que circundan debes en cuando este lugar. También me toman como una persona orgullosa, por mi porte a veces altivo, sin embargo, ellos están mal en pensar eso; si tan solo se dieran el tiempo de ver más allá... comprenderían que nada es lo que parece.
Me han preguntado y sé que ustedes también se lo han de preguntar... ¿en qué trabajas para tener semejante reputación?, bueno heme aquí y les daré la mejor respuesta que pueda formular en mi cabeza...pues...soy custodio de la luz más importante para un barco...velo por aquellos navíos que zarpan en plenas noches de tormenta, también cuido de los que regresan y buscan un guía entre medio de las tinieblas; en palabras simples...soy cuidador de un faro. Fiel guardián solitario como a la vez estoico, decidí no tomar esposa, ni engendrar hijo alguno, porque mi vida siempre estará ligada a esta enorme estructura; y así ha de ser hasta el último de mis días...
Las gaviotas, esas aves amantes del mar, eran mi alarma para comenzar un nuevo día, pero este día tenía algo sumamente especial...era el último del año; la cuidad donde se ubica el faro, se tiño de mil y un colores, en contraste al tono blanquecino de la torre coronada con un vidrio que reflejaba a sus anchas el paisaje.
Sabia a ciencia cierta que se haría una fiesta de aquellas; por vez primera me anime a ir, esto se lo comunique a un pescador amigo, quien enseguida llevo la buena nueva a la cuidad:
- ¡el farero ha de asistir a la gran fiesta de Año Nuevo! - decía con una alegría contagiosa, lo que provocó una serie de murmullos por parte del gentío. Dicho hombre era uno de los pocos a los que podría considerar amigo, con el he compartido largas charlas, me ha aconsejado como hombre sabio que es...y me convenció de conocer, aunque fuera por solo una vez...la algarabía de un hecho de este tipo; antes de abandonar momentáneamente mi hogar, me comunique con toda autoridad marítima existente. A la par había sacado y enviado un permiso especial, explicando que me ausentaría por un corto tiempo; me di el tiempo de incluso dejar por escrito todo el protocolo que se debe llevar en caso de que no esté en la hora indicada para prender el faro, y que el encargado que hayan delegado lo hiciera en mi lugar.
Ya por media tarde finalmente descendí desde el faro, hasta el centro de la ciudad. Todo parecía tener un brillo especial; cada parroquiano que pasaba cerca me saludaba o me brindaba una cálida sonrisa, todo en ellos eran tan genuino, tan original...sé que más de alguno me miraba con extrañeza. Creían que era un hombre viejo, sin embargo, se llevaron una sorpresa cuando supieron que aquel joven que paseaba con ropa casual, era el famoso guardián del faro.
Tatareaba un tema bastante pegadizo, mientras una que otra dama me ofrecía bailar. Admito que no era el mejor, más de alguna vez les pise y enseguida me disculpaba, pero estas tan dulces como solo pueden serlo me decían que no había problema y que muy pronto no pasaría eso; en el punto más álgido de la fiesta que daba paso al nuevo año...la vi... era la mujer más hermosa ante mis ojos, un espejismo tal que pareciera que un hechicero me quería tomar por incauto. La extrañeza cubrió mi semblante, más cuando esos ojos color ámbar se posaron en mí, dejándome intranquilo, con una sensación difícil de describir... avanzo entre la gente hasta quedar a un escaso metro. Con genuina galantería estire mi mano, para invitarle; no ubo necesidad de palabras y así nos dispusimos a bailar...
Ignoro hasta que tan tarde estuve a su lado (creo que perdí la noción del tiempo). Su compañía me brindaba una cálida sensación, un calor que segregaba todo mi cuerpo, una felicidad súbita; deseo entregarse a mí y yo a ella. Nos desbocamos en una enorme pasión... nos fusionamos en uno, éramos una sola alma... prometimos volvernos a ver, en forma de caricias, de besos, de suaves embates que provocaban que nuestros cuerpos temblaran de excitación; he encontrado el amor y lo había expresado en todas las maneras que me fuera posible; pero debía volver a la realidad, muy a mi pesar...debía partir.
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De sonata Artica y otros relatos
FanfictionSonata Artica ha sido una de las bandas que mas ha influido en mi vida junto con muchas otras mas y como amo escribir... aquí les van pequeños relatos en los que mezclo la canción con mi imaginación, quizá una que otra vivencia y sentimiento...