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"El sol agoniza un día más, está rosando el horizonte como si quisiera despedirse de todos pero con la promesa de volver mañana, todo huele a petricor por la lluvia de hace una hora, también están esas pequeñas gotas que ruedan por la gravedad en las hojas de los pinos y curiosamente en lugar de caer al suelo se dirigen al cielo, ahí el olor a manzana y canela que tanto ama olfatear es fuerte.

Gulf se acomoda mejor en el regazo de su novio mientras el pasto y la maleza de alrededor comienzan sus destellos en verde y azul turquesa, avisando que la noche se acerca, toca ligeramente con sus delgados y largos dedos las hojas cercanas para que brillen aún más y lo dejen sentirse vivo, hace unos 10 minutos que no dirige la mirada a su novio, pero de ante mano sabe que este esta sonriendo, ama esto más que nadie en el mundo, ver como de apoco la noche los absorbe y la luna brilla.

- Desearía que cada día de mi vida fuera de esta forma – Suelta la dulce voz de Gulf, cuando decide que es suficiente y que necesita ver el rostro de Mew, los ojos brillantes de su novio están tomando una y otra fotografía mental para recordar esto por siempre.

- ¿Quieres ver el atardecer en un lugar tan desolado? – sonríe Mew, acariciando con más adoración los castaños cabellos del moreno alto, bajando de apoco la vista para perderse en la profundidad de esos ojos cafés que son mil veces más hermosos que este paraíso.

- No, me refiero a nosotros – Gulf sonríe, su voz es un canto en los oídos de su novio, en consecuencia también sonríe brillante, mientras el sol acaba de morir y las gotas suben con más velocidad – No importa en donde estemos solo quiero terminar mi día de esta forma, viéndote, es lo único que pido.

Gulf siempre es sencillo en muchas cosas, en su forma de vestir, incluso en sus pensamientos, pero también es serio y profundo como el mismo mar, esa es la razón principal de que Mew se haya enamorado, se hundió en el mar que Gulf representa, una vez en el fondo no hubo manera de salir al exterior.

- No voy a prometer un por siempre Mew – suelta en medio del discurso cuando las luciérnagas brillantes comienzan a levantarse de apoco, los colores dorados, azules, rosas y verdes comienzan a jugar, para demostrar que hay vida.

Mew observa mejor como Gulf se levanta apoyándose de sus manos y se sienta de frente para quedar a su altura.

- No lo diré porque es algo imposible, pero cuando nos tengamos que separar quiero poder darte la mano y decir gracias.

- ¿No crees que podamos amarnos por siempre Gulf? - La voz de Mew se oscurece un poco, sabe que su novio no es la clase de persona que dirá lo que los demás quieren oír, dirá lo que él necesita decir, pero eso no ayuda a que en algunas ocasiones duela menos.

- No Phi, pero no comiences a pensar en que no lo hago justo ahora. Justo ahora eres todo lo que está en mis ojos, no puedo prometerte que en cada situación podamos durar para siempre, pero lo que te puedo jurar en este momento, es que no importa en qué mundo estemos o que seamos cada vez, siempre en algún punto me enamorare de ti. – Mew sonrió, otra razón para amar a Gulf era que tenía la forma más bonita de dar esperanza. – Te lo dije muchas veces ya, no importa lo que tú y yo seamos o donde estemos, nos encontraremos para amarnos igual que en este momento, amare tus lindos ojos, tu humor insoportable, amare cada habito extraño y tu temperamento, amare el que seas tú e incluso si justo ahora no puedo decirte cada parte que amo de ti porque no habría tiempo, en cada vida y en cada universo dedicare mi vida a demostrarlo.

Ambos nunca han sido más felices que cuando están juntos, tomar un café o alimentar a los peces a las 3 de la tarde se convierte en algo significante, mirarse trabajar toma otro sentido si al final del día ambos pueden compartir un momento, darse un beso o hacer el amor y después dormir o despertar a la realidad. "

DreamM - MewGulf  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora