C A P I T U L O 2 9

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- ¡Ven en este instante, enclenque! - Exclamó Vanya corriendo detrás de Tim, quién escapaba de la habitación con una bestia detrás.

- ¡Solo dije que la carrera universitaria de indigente te quedaría perfecta! - Lloriqueó a gritos Timothy mientras bajaba las escaleras de dos escalones.

- ¡Perfectos te van a quedar los huevos cuando te los ponga de corbata! - Desde el tercer escalón Vanya saltó y aterrizó en la espalda flaca de Tim haciendo que este comenzara a saltar para sacarla de encima.

La puerta se abrió y un Tanner con cajas de pizza en las manos los miró con la ceja enarcada. La imagen de Vanya a punto de asfixiarlo no encajaba bien con la indicación de tranquilidad que les dejó antes de ir por comida.

- ¿Alguna vez se comportarán como gente normal? - Preguntó y Vanya bajó de la espalda de Tim rápidamente para correr a los brazos de Tanner y besarlo repetidas veces.

- No me hables como si tú fueras el rey de la normalidad señor "Quiero crema en mi café pero no mucha pero sí bastante". - Burló ella imitando su voz mientras Tim le quitaba las bolsas y las llevaba a la cocina.

- Oye, si los de la cafetería no saben cómo hacer mi café es su culpa, no mía. - Ella se carcajeó y avanzó hasta la cocina abrazada de la cintura de Tanner. Los tres tomaron asiento y comenzaron a comer de la pizza que Tanner compró. - A todas estas, ¿Porqué iban a matarse esta vez?

- Tim me dijo que mi destino en la vida era ser indigente. - Contestó con simpleza provocando que Tanner se ahogara al tratar de aguantar la risa.

- No dije eso, mis palabras fueron que si se estudiara para ser indigente, ella se graduaría con honores. - Tanner enarcó una ceja y apretó los labios para no reír.

- En mi defensa, la regla de tres es muy difícil. - Dijo ella con un puchero provocando que Tanner la besara para borrarlo.

- No lo es, es solo que tu cerebro es del tamaño de una nuez. - Contrarió con simpleza el moreno.

- Sería más correcto decir que es del tamaño de tu pene. - Se asesinaron con la mirada mutuamente y Tanner no soportó dejar de reír esta vez.

- No sé para quién de los dos fue más ofensivo eso. - Él frotó su mano sobre la cabeza de Vanya y ella sonrió como una niña pequeña.- En fin, no se desconcentren, el exámen es en dos días.

- ¿Ya no estoy a tiempo de dejarlo? - Preguntó con inocencia y Tanner tomó su barbilla para que lo mirara.

Estaba por comenzar a caer una tormenta, las gotas de lluvia caían lentas y dispersas por las ventanas.

- No te atrevas. - Luego de eso besó su nariz y Timothy giró los ojos. - Aprovechemos este momento para que practiques algo de lenguaje y literatura.- Indicó y Vanya asintió con una sonrisa. - Realiza una paráfrasis de la discusión entre Tim y tu. - Ella asintió y tragó lo que había en su boca para empezar.

- Vanya resolvía un problema de regla de tres mientras Timothy se cortaba las uñas de los pies, luego...

- Vanya. - Pronunció Tim con advertencia. Ella pensó una nueva manera de decirlo.

- Vanya se esforzaba arduamente resolviendo problemas matemáticos de regla de tres mientras Timothy, muy educativamente, se cortaba las uñas de los pie...

- Vanya. - Volvió a decir con advertencia.

- Tim me está interrumpiendo. - Lloriqueó Vanya haciendo que Tanner riera y la besara.

- Creo que sería mejor si omitieras ese pequeño dato. - Dijo con símpleza y ella asintió.

- Bien. - Ella carraspeó y volvió a empezar. - Vanya era una preciosa princesa hechicera atrapada en una torre resolviendo problemas matemáticos mientras un espantoso troll flaco y feo con las uñas de los pies largas la vigilaba... -

- ¡Mira lo que está haciendo! - Exclamó Timothy como si de un pequeño niño acusón se tratara.

- ¿Qué? Es una paráfrasis con temática de fantasía.- Dijo ella con símpleza y Tanner se carcajeó sin poder evitarlo.

- Mira el lado bueno, Tim. - Comenzó a decir mientras abrazaba a la chica de los hombros. - Al menos comprendió sobre fantasía y realismo, con sus diferencias. - Tim lanzó la corteza de la pizza al rostro de Tanner y una guerra de cortezas se desató, destrozando el orden de la cocina.

- Emily va a matarnos. - Dijo Vanya desde un extremo de la cocina.

Sin aviso previo, un trueno resonó con fuerza desde afuera.

- ¡Santa Teresita de la Rosa! - Exclamó Tim para correr hasta Vanya, arrodillase y abrazarse a su abdomen mientras murmuraba súplicas.

- Imagino que el nombre "Martín Valiente" no te queda de nada. - Dijo con burla Peregrine haciéndolo levantar del suelo y sacudirse.

- Les tiene miedo desde que era pequeño. - Dijo Tanner y avanzó hasta ambos para abrazarlos por los hombros.- Sigamos estudiando regla de tres. Por cierto, mamá y papá se fueron de viaje, volverán en dos días para estar presente en lo de tu examen.

- ¿A dónde fueron? - Preguntó Vanya.

- Es su aniversario, es probable que hayan viajado a L.A para pasar unos días.

Ella asintió y los tres tomaron asiento de nuevo en la mesa para reír y bromear mientras la ayudaban a resolver los problemas impuestos.

Su relación como amigos era increíble, de hecho, podrían ser llamados los tres mosqueteros.

Se habían vuelto casi inseparables y era admirable el apoyo que se daban el uno al otro.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora