Capítulo único

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" Cuándo lo prohibido se creo"

Ambos eran tan opuestos, tan incompatibles pero aún así, deseaban el acercamiento del otro, mientras él caminaba por los bosques en espera de una señal de él, él se escondía en la oscuridad de su castillo a la espera del momento oportuno, sus extensiones no eran conscientes de los encuentros de su señor Naraku con el Lord del oeste Sesshomaru, por que para todo el mundo su encuentro era Tabú.

Sumergido en la oscuridad de su cuarto, Naraku bebía sake, uno muy fuerte, estaba ansioso y nervioso, hoy sería otro encuentro, pero en el fondo algo le decía que sería el último, exhalo el humo que contenía, viendolo elevarse al techo y posteriormente formar parte del ambiente creando así una cortina de humo en su habitación, su paz fue invadida por Kagura que al momento de verlo, saco su abanico y de cubrió el rostro en un intento de impedir el nauseabundo olor de allí.

-. Que te pasa Naraku? Te ves tan destruido, no me digas que tienes mal de amores? .- río la oji carmesí

-. Oh mi querida Kagura, eso es lo de menos de ahora, el corazón de onigumo pronto olvidará a kikyo, no tienes porque preocuparte de tu señor

Su nostalgica mirada cambió por una de recelos a la mujer frente él, se odiaba a si mismo por haberla creado,su único consuelo era torturarla mediante su corazón, la muy... Tuvo el descaro de enamorarse de su demonio y eso era algo que no iba a permitir que sucediera, aunque ella no lo supiera el tambien amaba a sesshomaru, pero para ojos de todos "el corazón" de onigumo aún deseaba a kikyo, solo era una fachada más de su red de mentiras que poco a poco creo para protegerse así mismo.

-. Quiero que te lleves al resto al otro castillo, los veré allí en unos días .-ordenó

-. Otro castillo? Nuevamente planeas cambiarnos de ubicación? Es agotador saber

-. Cuestionas la decisión de tu señor, kagura? Que no se te olvide que solo debo hacer la minima fuerza para acabar con tu vida .-amenazó

-. Lo que usted desee mi señor ...

Cerro la puerta detrás de sí claramente molesta, mientras desaparecía por los oscuros pasillos, tenía sus sospechas acerca de lo que hacía Naraku, pero nunca había tenido la oportunidad de descubrir que, siempre indago de que se encontraba con kikyo a solas para... Sea lo que hicieran ellos dos no era su problema pero si debía admitir que tenía cierta curiosidad tal vez esta oportunidad pudiera satisfacer esa extraña inquietud en su ser.
Por otro lado, no muy lejos de allí, Sesshomaru lideraba su grupo como siempre así, a lo lejos pudo ver como una de las avispas de Naraku lo observaban, esa era la señal de encontrarse, pero en los últimos meses había ignorado su encuentro.

-. Sucede algo amo bonito? Porque nos detuvimos?

-. Descansaran aquí

-. Vamos señor Jaken!! Debemos recoger leñas y un poco de comida para la cena!!!

-. Ay!! Niña malcriada deja de gritar!!

Los miro por unos instantes antes de adentrarse en la espesura del bosque y llegar a un claro, frente a él bajo un árbol de cerezo estaba el dichoso sujeto que invadía sus pensamientos y alterada sus necesidades animales. Como siempre envuelto en una piel de mandril, al acercarse lo suficiente este hizo un sutil gesto con su cabeza, lo había visto salir del bosque, tan majestuoso como siempre, caminando tranquilamente, digno de un gobernante, de tan solo verlo Naraku se estremeció, se sentía intimidado y dominado con tan solo su presencia, si subía un poco mas su rostro, se encontraria con esas orbes doradas que lo hacían caer de rodillas y suplicar por piedad, diablos, su pervertida mente estaba recordando sus encuentros pasados y el de ahora, tendría que hacer un sobre esfuerzo para no comportarse como una perra en celo.

Perdición de enemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora