Atado a ti

Llegar tan lejos sólo para caer

El balance de las cosas...

Capítulo 10: Llegar tan lejos sólo para caer

*Siete meses después*

Angel levantó su cacao y le dio un suave sorbo. El árbol 'Krampus' brillaba con la poca luz del hotel. Todas las luces en el vestíbulo se habían atenuado a medida que avanzaba la noche. Angel sonrió mientras examinaba todos los trozos de papel que Niffty no había tenido oportunidad de recoger. La pequeña insecto había estado demasiado emocionada después de obtener un nuevo plumero y algunos vestidos que Angel le había hecho.

Angel echó un vistazo afuera y vio la tormenta de nieve. Odiaba el invierno en el infierno, pero tenía una nueva razón para amar quedarse en casa. Alastor había estado muy cómodo últimamente. Ambos habían trabajado turnos dobles en el hotel. Angel había encontrado una excusa para disminuir su trabajo con Valentino. Se las arregló para convencer a Val de que si se suponía que debía convencer a Al de lo dedicado que era, entonces ya no debería trabajar más en el estudio. Valentino originalmente había tenido un ataque, pero Vox había intervenido.

Algo sobre que Vox estuviera del lado de Angel lo había dejado nervioso, pero no podía quejarse ya que ahora sólo tenía que preocuparse por trabajar en el club burlesque y algunos otros clubes. Con sus actuaciones tan irregulares, algunas semanas sólo trabaja un par de noches, otras semanas trabajaba casi todas las noches. Ahora estaba ayudando a Charlie con el invernadero y en la cocina. Alastor estaba trabajando más en el hotel desde que él y Angel se mudaron juntos a una de las habitaciones hace unos dos meses.

Angel se rió en voz baja para sí mismo mientras recordaba el último año. Los primeros tres meses después de que Angel y Alastor realmente empezaran a salir tuvieron un montón de primeras veces para ellos o su relación. La fase de la luna de miel de la nueva relación se desvaneció después de eso, y todavía estaban muy enamorados. Dio sólo la casualidad de que volvieron a las disputas.

Algunas veces, Angel se dejaba llevar demasiado en público. A Alastor sólo le importó porque creía que debían guardar el romance para cuando estuvieran solos, y Angel quería presumir. A Alastor le gustaba el ruido blanco a su alrededor casi todo el tiempo, a Angel no. Se encontraron discutiendo por algunas de las cosas más estúpidas. Aun así, siempre volvían y hablaban. Sólo tenían que aprender a darse espacio el uno al otro.

Charlie y Vaggie los habían ayudado a superar las peores de sus peleas. Vaggie llevaba a Angel a un campo de tiro para sacar su ira. Charlie se sentaba con Alastor y realmente lograba que comprendiera sus propios sentimientos. Tenerlas en sus vidas hizo las cosas mucho más fáciles. Charlie y Vaggie habían estado saliendo por años. Angel y Alastor siempre habían estado solos antes de encontrarse con el otro.

Angel y Alastor habían estado juntos durante seis meses, y una vez que trabajaron en lo peor, Alastor le preguntó a Angel si le gustaría que vivieran juntos. Charlie les regaló una de las habitaciones y Angel dijo que sí. Durante los dos últimos meses, Angel y Alastor habían aprendido aún más el uno del otro. Alastor supo porqué Angel odiaba sus pies y procedió a llamar lindas a sus extrañas uñas y dedos de araña. Angel, a cambio, se enteró de que Alastor tenía pezuñas. A Alastor realmente no le gustaban o disgustaban sus pies. Angel pensó que era una de las cosas más lindas que había visto, además de cuando descubrió que Alastor tenía también una cola. Una pequeña cosita que Alastor escondía muy bien en sus camisas.

Angel se enteró de que Alastor ocasionalmente tendría pesadillas que continuaban aún cuando despertaba, pero siempre eran sobre la noche en que murió. Eran cosas que Alastor había superado. Cosas que él sabía no lo llevarian a la otra vida. Alastor aprendió a cambio que muchos de los ataques de ansiedad o pánico de Angel se debían a su padre y hermano. Angel sabía que Henroin y Arackniss estaban en el infierno. Sabía que probablemente vendrían a buscarlo en algún momento. Le daba un miedo sin fin, pero estaba seguro de que sería capaz de enfrentarlos ahora.