•Piper•
¿Es que ella no se da cuenta de cómo luce frente a todos en clase?
Han pasado un par de días desde que salimos por ese café y ella me hizo subir a su regazo en el auto, y ni siquiera he podido apartar eso de mi mente.
Alex camina de un lado a otro de la biblioteca universitaria con un libro en las manos recitando un escrito de otra época para que escribamos las diferencias en la prosa y las palabras en cuanto a la poesía medieval.Sus labios se mueven hablando y sonriendo de vez en cuando, mientras su cabello ondea con la leve brisa que entra por la ventana y yo no puedo dejar de pensar en la forma en que besaba mis labios y los succionaba vertiendo vino en ellos, burlándose de mi razón con esa lengua gloriosa y caliente, sin contar las caricias de sus manos tan hábiles y esas palabras atrevidas en su auto.
Acomoda sus lentes con esos largos dedos que me volvían loca en su sofá rasguñando mis muslos y su voz, ese perfecto sonido tan excitante que si me dieran a elegir al borde de mi muerte lo último que quisiera escuchar, sería definitivamente su voz.A la mierda la música, yo danzaría sobre ella al ritmo de su voz.
*Alex: -«El peso, el olor, el tono de una risa o de una súplica, los tiempos y las precipitaciones, nada coincide siendo igual, todo nace de nuevo siendo inmortal, el amor juega a inventarse, huye de sí mismo para volver en su espiral sobrecogedora, los senos cantan de otro modo, la boca besa más profundamente o como de lejos, y en un momento donde antes había como cólera y angustia es ahora el juego puro, el retozo increíble, o al revés, a la hora en que antes se caía en el sueño, el balbuceo de dulces cosas tontas, ahora hay una tensión, algo incomunicado pero presente que exige incorporarse, algo como una rabia insaciable. Sólo el placer en su aletazo último es el mismo; antes y después el mundo se ha hecho pedazos y hay que nombrarlo de nuevo, dedo por dedo, labio por labio, sombra por sombra.»- Levanta la vista del libro y recorre la sala con sus ojos verdes ante el silencio de todos sus alumnos embelesados por ella pero se detiene solo en mí y agrega. -Es un pequeño fragmento de Julio Cortázar.- Sus ojos no dejan los míos y pese a todo lo que leyó, yo solamente puedo concentrarme en no dejar de respirar.
No sé qué más sigue diciendo porque mi cerebro solo se centra en la recepción de mis ojos que no se pierden los movimientos de sus labios.
Mis manos están aferradas al borde de mi escritorio y no es que me sienta tensa, es solo que no puedo concentrarme en nada más allá de ella, porque ella lo es todo.
Después de esa sesión de calor en su departamento, y luego en su auto parece que nos hemos alejado un poco y de forma intermitente porque ambas sabemos a dónde va todo esto.
Es como encender una mecha a una caja llena de pólvora y en un instante feroz esperar a que todo estalle dañando a cualquiera que esté cerca.
Muerdo mis labios cuando la veo titubear volviendo a mirarme, y sé que esta electricidad no es algo que solamente yo estoy sintiendo.
La veo quedarse unos segundos en silencio y ruego a cualquier dios o ángel que me esté escuchando que no me haya preguntado algo o que no esté planeando hacerlo, y afortunadamente no es así.
Volteo a mi alrededor y todos están comenzando a escribir algo, así que bajo la mirada a mi cuaderno y finjo estar haciendo exactamente lo mismo.
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ENSÉÑAME
FanfictionUna historia entre dos almas gemelas tan inteligentes para saber reconocer sus sentimientos y diferencias, con bastante tacto para tratar de hacerlo funcionar para ambas, pero lo suficientemente desesperadas como para no perder el tiempo y enfrentar...