Día 1

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Día 1: Te prometo que lo lograré

—¡¿Acaso tienes idea de la hora que es, rubio idiota?! —Inquirió molesta la morena, sentándose frente al rubio

Eran aproximadamente las 9AM. Adrien los había citado en una cafetería que estaba cerca de sus casas, necesitaba hablarles sobre algo importante

—Buenos días a ti también — Le dijo Adrien como si estuviera respondiendo un saludo

—¿Buenos días?¿Que tienen de buenos? — Alya se recargo en el respaldo del asiento mientras se cruzaba de brazos— A esta hora yo debería estar en mi cama, soñando con cosas no aptas para menores 

—Nunca la despiertes temprano un día que no tenga que ir a la Universidad —Nino se sentó junto a Alya y acarició su espalda para calmarla —Créeme, lo aprendí por las malas 

—Si, perdón por eso. Tengo el sueño un poco alterado por esto del cambio de horario, me desperté muy temprano, y lo primero que hice fue llamarlos — Explicó el rubio

—¿Y no pudiste esperar un par de horas antes de hacerlo? —Bufó Alya

—Estaba muy ansioso y no lo pensé, perdón —Se disculpó el rubio, mientras rascaba su nuca manteniendo la mirada baja 

Alya lo observo por unos segundos haciendo una mueca. La expresión de arrepentimiento en el rostro del rubio no le gustaba 

—Esta bien —Suspiró rendida la morena — Pero no lo vuelvas hacerlo, o de verdad me enojaré —Le advirtió Alya observándolo con los ojos entrecerrados. Adrien asintió repetidas veces, no quería hacerla enfadar demasiado, no quería morir tan joven

—Te invito el desayuno para compensarte —Le dijo Adrien y esa idea pareció agradarle a la morena 

—Nos invitas el desayuno —Le corrigió Nino haciendo énfasis en la primera palabra 

—Bien, a los dos — Rio Adrien — Pero, ¿primero hablamos de lo importante?

—Bueno, ¿De que querías hablar? — Inquirió Nino

—¿Y por que no podías decírnoslo por llamada? —Añadió Alya

—Es muy importante, tenia que decírselos en persona

—Hiciste que me levantara temprano un sábado, en invierno. Debe ser importante, por tu bien —Dijo Alya con tono amenazante señalando al rubio 

—Necesito pedirles un favor, porque... — Adrien hizo una pausa —Me enteré de que Marinette tiene novio 

—Oh... —El ceño de la morena se suavizó al instante y mantuvo su mirada fija en el rubio, esperando que continuara 

—Lo siento, amigo 

Adrien observó algo confuso a su amigo, al percatarse de como aquella mirada de preocupación era idéntica a la que había visto ayer 

—Tu... ¿eso era lo que querías decirme ayer? —Inquirió fijando su mirada en su amigo

—Si, eso era —Admitió Nino

Ahora tenía sentido, ayer había notado algo un poco extraño en Nino, pero estaba tan feliz y emocionado que se distrajo de aquello

—¿Por que lo detuviste? —Inquirió mirando ahora a Alya

—Creí que seria mejor que lo escucharas de Marinette, además... —Se mantuvo en silencio unos segundos y observó a Nino, quien hizo un ademán con su mano indicándole que continuara —Te veías tan feliz y sabía que si Nino te lo decía, dejarías de estarlo. Quería que estuvieras feliz por unos minutos más

30 Días Para Recuperarte #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora