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Lo recordaba como si fuera ayer.
Estaban en una fiesta en casa del mejor amigo del moreno.
Namjoon se despistó un momento hablando con el anfitrión del evento y cuando se giró para atender a su novio, éste ya no estaba.
Se pasó horas buscándolo. Al fin pudo hallarlo, se lo encontró tirado en uno de los baños de la planta alta de la casa, con una botella de vodka en la mano.
-¡Jin!- Llamó el más alto al chico tirado encima del retrete. Fue junto a él a ayudarlo a ponerse en pie y luego reprendió al mayor: -¡Llevaba horas buscándote! ¿Qué te he dicho de tomar tanto alcohol?
-Que no debería hacerlo ya que es malo para la salud.- Respondió a la cuestión arrastrando las palabras. Namjoon arrugó la nariz ante el olor a alcohol que tenía el aliento contrario.
-Vamos a casa, estás borracho.- Colocó una mano en la cintura ajena para tratar de salir de ahí pero el otro lo empujó fuerte contra una de las paredes del espacioso baño. El rubio puso sus brazos a ambos lados del cuerpo del joven para que no escapara.
-Oh, cariño, no vamos a ningún lado.
- J-jin, esto no es gracioso para nada, suéltame-Tartamudeó nervioso por la cercanía del otro.
-¿Y quién dijo que lo fuera?- Sonrió de lado.
-P-por favor, Seokjin, suéltame. Estás borracho, no sabes lo que haces. Vamos a casa, ¿sí?- Intentó poner una media sonrisa pero sólo consiguió hacer una mueca de susto. Y la verdad es que lo estaba, no sabía lo que su novio podía hacerle en este momento, se veía tan... ¿dominante?
-No estoy borracho, sólo un poco alcoholizado para atreverme a hacer algo... que he tenido muchas ganas de hacer antes.
-Y-y, ¿qué quieres?
-Empotrarte contra la pared y follarte con todas mis fuerzas hasta que supliques piedad- Namjoon se alarmó ante tal confesión.
-N-no, Jin, ya sabes que yo- La frase se vio interrumpida por la risa del mayor.
-Por favor, Nam, los dos sabemos que no eres activo. Yo sé que prefieres tener una polla dentro tuyo y yo prefiero que esa polla sea la mía- Lo último lo susurró en su oído, haciendo que el menor se estremeciera y soltara un gemido por la sorpresa de tener la lengua del contrario lamiendo la extensión de su oreja para posteriormente morder el lóbulo de ésta.
-J-jin- Lo llamó con los ojos cerrados, poco a poco se estaba empezando a calentar debido a los besos húmedos en el cuello y a las palabras sucias que salían de la boca de su novio.
-¿Sí, dulzura?- Levantó la cabeza para verlo a los ojos, explotando en lujuria al chocar miradas.
-Hazlo- Las pupilas de Seokjin se agrandaron después de aquella palabra y sus ojos expresaron un deseo inmenso de cumplir todo lo que su mente perversa imaginaba.
