Capítulo 12

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El día parecía ser eterno, Manuela estaba fastidiada, deseando que sonara la campana avisando el final de las clases pero eso no pasaba. Apenas era medio día, tenía un par de clases antes de poder irse a la cama de nuevo. En cada clase que le tocaba compartir con Machu la ignoraba, la ojiverde la miraba sin siquiera disimular, Manolo se percataba de eso pero no le tomaba importancia. No tenía ganas de hablar con la chica. No se prestaría para que la chica volviera a burlarse de ella.

Estaban en la clase de dibujo, Manuela y Ulises sentados en una de las mesas del fondo, Machu junto a Romina en medio y a su lado Emilia y Claudio. Cada uno estaba en su mundo. Era la última clase antes del receso largo, lo cual hacía demasiado feliz a la pelinegra que por fin podría comer algo y descansar a pesar de haber dormido en varias ocasiones entre clase y clase, ya que eso no parecía haber sido suficiente. En cuanto apenas sonó la campana Manuela se apresuró a levantarse de su asiento y gritar "¡SI!" muy emocionada, ganándose las miradas de todos sus compañeros e inclusive el profesor quienes solo se rieron de la acción tan infantil de la chica, la ojiverde sonrió al notar lo sonrojada que se puso la pelinegra con las miradas de todos en ella.

*En el Jardín*
Después de un gran almuerzo la chica de ojos cafés se recostó en el césped, cerró sus ojos y se propuso tomar el sol por unos minutos pero fue interrumpida cuando la sombra de alguien tapaba los rayos del Sol.
-Podrías moverte, trato de relajarme.-pidió aún con los ojos cerrados, al no obtener respuesta por la persona abrió los ojos encontrándose con la ojiverde que tanto se había esforzado en evitar toda la mañana. -Joder tía, ¿no te cansas de molestar?.-comentó irritada.
-Necesitamos hablar, Manuela. Quiero explicarme y disculparme por lo de ayer...por favor.-suplico.
-Las cosas están muy claras, tú estáis muy loca.-se limitó a decir. -Ahora podrías dejarme tomar el sol.-agregó.
-No me iré hasta que hablemos.-informo y así fue. Estuvo parada frente a la chica por al menos 20 minutos en total silencio. -Ya Manu, pareces una niña pequeña con tus berrinches.-acuso.
-Mira quien lo dice, la tía que va a hacerme una escena de celos en la biblioteca y a los siguientes minutos dice que no quiere nada conmigo, que me aleje de ella pero ahora está aquí pidiendo hablar.-cuestiono, se levantó de forma brusca quedando frente a frente con la ojiverde, a centímetros de distancia.
-Okey, me pase pero aquí estoy quiero explicar mi actitud, me quiero disculpar, yo sé...
-No Machu, tú no sabes nada.-interrumpió. -Yo no soy alguien con quien vas a venir a jugar, si estás acostumbrada a eso lo siento pero conmigo no te va a funcionar. Y ahora soy yo quien te pide que te alejes, deja de molestarme, no me interesas.-añadió.
Machu sabía que se lo merecía, ahora sentía lo que Manuela sintió el día de ayer pero quería arreglar las cosas y lo iba a hacer así le costara. Era demasiado necia cuando se lo proponía.
Por su parte la pelinegra se imploraba a sí misma no demostrarse débil ante la chica.
-¡Carajo Manuela!.-exclamó. -Podrías dejar de lado tu maldito orgullo y escucharme.-dijo y al no recibir respuesta de la chica de ojos cafés tomó aire para seguir hablando. -Número uno no te hice una escena de celos.-explicó mientras miraba la cara de la chica frente a ella que claramente no creía en sus palabras. -Número dos si te dije todo eso fue por estúpida.-admitió.
-Estoy de acuerdo contigo.-sonrío haciendo bufar a la ojiverde.
-Como decía, se que me pase con lo que te dije, no tenía ni motivos para decir todo eso, simplemente el ver a Emi observándonos me puso mal. No supe cómo reaccionar y lo hice de la peor forma, discúlpame.-explicó y la pelinegra encontró verdad en sus palabras, sinceridad en sus ojos.
-Entiendo, solo para que quede claro si estabas celosa.-comentó haciendo reír a la castaña. -Ahora sólo tengo una duda, ¿tienes algo con Emilia?.
-Para nada, es como mi hermana.-se apresuró a decir.
-¿Entonces porque no quieres que nos vea juntas? No veo que tiene de malo.-pregunto.
-Porque le gustas a Emi y no quiero que malinterprete, no quiero lastimarla.-explico un poco cabizbaja.
-¿Malinterpretar que?.-pregunto con una cara pícara. Haciendo que la castaña rodara los ojos.
-Nuestra amistad.-respondió, fue un golpe bajo pero Manuela sabía que a la ojiverde le pasaban cosas con ella aunque esta no lo aceptara. Por algo la escena de celos y el querer disculparse a como diera lugar.
-Claro nuestra linda amistad.-dijo con ironía, se acercó a la chica y la envolvió en sus brazos depositando un beso en su frente al romper el abrazo.

Después de una larga charla en el jardín, las chicas se despidieron para ir a sus respectivas clases. Manuela tenia entrenamiento con el equipo de natación así que fue a su dormitorio por su uniforme y se dirigió al área de las piscinas. La profesora Adela presentó a cada uno de los integrantes del equipo, para suerte de Manu había alguien que ella conocía, Regina, así que pasaron juntas la mayor parte del tiempo.

*Habitación de Machu*
Antonia y Machu estaban organizando los últimos detalles de la fiesta de bienvenida, sería en el instituto pero prometía con ser una gran noche para todos. Ambas chicas estaban tan concentradas en que todo quedara perfecto que no notaron cuando la peliazul entró a la habitación, hasta que escucharon su voz.
-Machu ¿podemos hablar?.-pregunto acercándose a la chica. Tony avisó que tomaría una ducha y se adentró al baño, dejándolas a solas para que conversaran.
-Claro, ¿de que quieres hablar?.-respondió, aunque ya sabía cual era la duda de su amiga.
-¿Qué fue todo lo de la biblioteca? Y no me digas que nada porque te conozco mejor que nadie.-advirtió, era cierto la peliazul la conocía incluso mejor que ella misma. Tomo una gran bocanada de aire antes de comenzar a explicar lo sucedido  aquella tarde. La chica de ojos verdes le contó absolutamente todo, incluso lo que le estaba pasando con la pelinegra. Se quedaron en silencio un par de minutos, Emilia trataba de procesar lo que su mejor amiga le había contado. No era fácil enterarse que a su mejor amiga le gustaba la misma persona que a ella. Pero sabía que no se acabaría el mundo o su amistad por eso.

Manchu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora