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El suelo de su casa estaba cubierto de botellas de soju y algunos libros de texto, la televisión aún seguía encendida en el canal de noticias la cual reportaba fuertes lluvias y bajas temperaturas para el resto de la semana.

Taehyung tenía que estudiar para su exámen, estaba estresado y su cuerpo dolía por el cansancio, su amigo y vecino Jungkook quien era un par de años mayor que él, le recomendó tomar algo para que se relajará, pero una botella se convirtió en dos, tres... hasta que perdió la cuenta de cuántas tomó durante la noche.

A lo lejos el timbre sonaba con insistencia, cuando hizo el intento de levantarse, el dolor de cabeza lo detuvo junto con un mareo, necesitaba un par de segundos para reponerse.

—Ya voy.— dijo arrastrando las palabras mientras intentaba volverse a levantar.

¿Quien tocaba un sábado a las 6 de la mañana?

Tropezando con las botellas de vidrio que estaban regadas en el suelo, Taehyung llegó a la puerta principal, se arregló un poco el cabello y pasó sus manos por su cara esperando que no se viera tan mal.

Abrió la puerta y se percató que no había nadie, le dio miedo el pensar en fantasmas, sin embargo antes de cerrar rápidamente la puerta,un balbuceo lo hizo detenerse, bajó la vista encontrándose con un bebé, estaba en un pequeño portabebé mientras era cubierto con una manta azul, traía ropa para calor siendo diciembre en Seúl, lo primero que pensó fue en buscar a los padres para decirles lo desnaturalizados que eran por no ponerle ropa adecuada, bajando de nuevo la vista centrándose en el pequeño de no más de dos años, notó lo bonito que era, la piel blanca y los labios abultados y rojos, quiso pensar que el color era natural y no porqué llevará mucho tiempo ahí afuera.

Tomando el portabebé con su mano derecha, Taehyung recorrió el pasillo del edificio que daba hacía las escaleras pensando que podría encontrar a los padres ahí y no tener que subir al elevador porque sería menos probable encontrarlos.

El bebé dormía bastante tranquilo, Taehyung se alegraba de que el pequeño no pudiera entender las maldiciones que salían de su boca por no encontrar a nadie en el edificio, lo comprendía, era sábado, el sabía muy bien que nadie en el edificio hacia ruido un sábado en la mañana.

Después de recorrer el edificio por completo, Taehyung se dio por vencido, no encontraría a nadie, lo peor de todo era que no tenía ni idea de que hacer con ese niño, no lo conocía, tal vez alguna mujer vino a dejárselo a su padre, pero era obvio que la mujer se había equivocado de puerta, riéndose de aquel pensamiento, el moreno se dio cuenta de que era una gran posibilidad que eso si sucedería.

Ahora él tenía que lidiar con ese bebé que nisiquiera era suyo, se las arreglaría mientras esperaba al hombre de seguridad y le platicaba la situación, el sabría que hacer, el hombre de seguridad siempre sabía que hacer. Había salvado a Taehyung de muchas, como cuando la bañera del pelinegro por un problema de humedad terminó en el piso de abajo, justo en el departamento de NamJoon y su novio Jungkook. El hombre se había ocupado de todas las reparaciones.

Taehyung lo quería como a un padre.

Cuando volvió a su departamento, vio en el pasillo a Yoongi su vecino del departamento de arriba, quien estaba esperando a que le abriera la puerta.

—¿Yoongi?— preguntó mientras se acercaba.

El nombrado giró su rostro para mirarlo y le sonrió un poco, sin embargo la sonrisa no le duró mucho cuando sus ojos bajaron por su brazo derecho detendiéndose justo donde estaba el bebé.

—¿Entonces si es tuyo?— preguntó con una nueva sonrisa.

—No.— hizo una mueca de disgusto. —Si yo tuviera un hijo, lo sabría. — rodó los ojos mientras abría la puerta y seguido de eso los tres entraron al desordenado departamento.

Colibrí |Vminv|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora