Por la mañana el teléfono no dejó de sonar asi que a la tercera lo cogí con muy mala leche por despertarme. Ví en la pantalla que era Martin.
-Qué coño quieres en estas putas horas joder.- dije muy cabreada tratando de mantener mis ojos abiertos.
-Que sutileza de palabras por una princesa de castillo.-dijo riendo.- Bueno el caso, son la 1 del mediodía! Y pensaba si podrías quedar hoy un rato conmigo y damos una vuelta.-
-Bff odio que me despierten, y bueno supongo que sí, pero esta tarde.- dije molesta.
-Entonces genial, no te digo ninguna hora porque no sé cuando podré ir a recogerte, simplemente estate preparada vale?-
-Vaaale, bueno adiós quiero dormir.-
-Adiós querida Che..- no le dejé terminar porque le corté y no tardé en volver a dormirme.
Alguien entró en mi habitación, me quitó las sábanas y se tiró sobre mí. Grité como una loca hasta que me dí cuenta de que era Hayden y reímos como unos locos. Au traraba de mantener mis ojos abiertos,estaba muerta. Por todo el jaleo Brooke también entró y al vernos riendo así ella también se tiró encima y se unió a las risas. Todos estábamos en pijama reunidos en mi cama riendo, si alguien entrara en ese momento, nos tomaría por locos. Cuando nos relajamos, nos quedamos hablando y riendo tumbados en mi cama por un buen rato. Ya era tarde asi que nos vestimos con algo oara estar pir casa y Hayden se encargó de la comida mientras Brooke y yo poníamos la mesa. Comimos comida japonesa de un sitio cerca de casa que trajo Hayden y después de comer, Brooke y yo fuimos a dormir un rato y Hayden se quedó con el pórtatil en el salón. Me puse una alarma para despertarme no muy tarde por si venía Martin. Cuando sonó la alarma, me puse unos vaqueros y una camisa abierta con una camiseta blanca básica debajo y arreglé un poco mi pelo. Me dirigí a la habitación de Brooke y le dije que saldría por ahí con Martin y que volveré para cenar. A pesar de que me puso una sonrisa de complicidad le pareció bien.
El timbre sonó y me dirigí a la puerta.
-Hoola- dijo el sonriente Martin.
-Buenas.-
-Veo que ya ha mejorado tu humor, bueno a ¿dónde te apetece ir?- preguntó mientras cerraba la puerta con los dos fuera. Hacía una tarde bastante calurosa y soleada. Martin llevaba unos vaqueros por la rodilla de color negro con un dobladillo en la parte inferior y una camisa de cuadros roja y negra con todos los botones abrochados y unas vans negras, me encantaba como vestía este chico.
Decidimos dar una vuelta por el centro y pasamos por una heladería a por unos helados.
-Bueno, ¿llamaste a Alec?- pregunté mientras dabamos una vuelta por un parque.
-Sí, soy un chico de palabra, seguimos peleados pero mis padres ya se han calmado.-
-Si se me permite preguntar ¿que coño paso con Alec?-
-Bueno digamos que él ha empezado a sentir "afecto" por una chica y yo pues me burlé y puede ser que en un determinado momento en el que él me contraatacó, le mandara un mensaje a dicha chica diciéndole indirectamente eso, se volvió loco y digamos que tuvimos "negociaciones" agresivas.- dijo sonriendo- a veces me saca loco.-
-Madremia jajaja, aun que te entiendo, a mí Hayden también me saca loca a veces. Por cierto, esa chica, ¿quién es?- puse cara de cómplice.
-Puede que sea una tal chica llamada Alexiaaa....pero ¡Yo mo he dicho nada!- exclamó levantando las manos y mirándome.
-¡ALEXIA!? Madremia no me lo puedo creer.- exclamé como una loca.- tranquilo, no diré nada.-
- Y bueno, qué esperabas, que fueras tú después de vuestro beso? Jajaja- dijo gracioso.
-No seas tonto, ya sabes que no me gusta tu hermano, no es mi tipo.-
-Ah y entonces, ¿cómo es tu tipo?- levantó las cejas.
-Pues no lo sé, sólo sé que él no.- respondí.
-Sabes, yo nunca había encontrado un tipo de chica que me gustara.-
-¿Habías? Quiero decir, ¿es que ahora sí?- pregunté confundida-
-Digamos que sí, he conocido lo más parecido a mi ideal. Son las 8:30, creo que deberíamos volver ya.- dijo cambiando de tema.
-Em sí claro.- la conversación se había puesto algo incómoda. El resto del camino fue en un silencio acogedor, solo nos mirábamos de reojo en uno al otro y cuando nuestros ojos se encontraban, sonreíamos al suelo.
-Bueno es aquí, me ha encantado pasar la tarde contigo idiota.- sonreí abriendo la puerta.
-Sí a mí también - contestó.
-Bueno adiós- le dije y me dió dos besos. Yo simplemente lo abracé, quería saber que se sentía estar entre esos fuertes brazos, era seguridad, comodidad.
Cuando se fue, cerré la puerta tras de mí y me tumbe en el sofá.
-¿Bueno que tal ha ido la cosa?- Brooke apareció y se tumbó conmigo.
-Bastante bien, no sé.- contesté aún mirando un punto muerto.
-El amor es una mierda.- dijo mirando también a la nada como yo.- aun que creo que nosotras después de lo que hemos pasado, me refiero a Luke y Aaron, nos merecemos un chico que nos cuide. Ya llegará, pon a prueba a Martin, se que hay algo entre vosotros dos.-
-Bueno no lo sé la verdad, desde lo de Aaron le tengo miedo a todo lo que pueda pasar.-
-Martin es un buen chico, te lo digo yo.- dijo y me dedicó una cálida sonrisa.
En ese momento entró Hayden.
-¿Qué tal el día?- preguntó sentándose con nosotras.
-Pues bastante bien- dijo Brooke.- Chelsea ha tenido una tarde fantástica, ¿verdad?- me miró con una sonrisa de malicia.
-Bueno sí- dije quitándole importancia.
-¿Martin?- preguntó Hayden.
-Sí- afirmamos Brooke y yo.
-Bueno que os parece ver una peli, qué tal algo cómo, ¿"Love Actually"?- dijo con una sonrisa pícara.
-Siii genial.- exclamamos Brooke y yo.
Y así terminó el día, con "Love Actually" en nuestro iris. Sin duda una gran película en medio del amor.
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Un tal Martin Garrix
Teen FictionChelsea Evans era la típica chica adolescente de 17 años que vivía en Liverpool con su hermano mayor Hayden de 19 y su amiga Brooke. Todo cambiará cuándo una llamada de su prima Alexia le avise de un concierto que cambiará su vida aun que ella no lo...