Between Life and Death

Capítulo 1: La Vida después de La Muerte

No había nada a mi alrededor, el color del espacio en el que me encontraba era monótono; un blanco deslumbrante. Ese era el único color que había. Era difícil no darse cuenta de ello, ya que, como dije antes, no había nada a mí alrededor. Lo único de lo que podía darme cuenta era que podías no pensar en ello si intentas dar sentido a un sin sentido dentro de tu cabeza. Era como si aunque tuvieses todos los problemas del mundo, pudieses despejarte de ellos solo con pensar en la solución de problemas menores.

Sentí un escalofrío que recorría todo mi cuerpo. Hizo que mi mundo se congelara. En ese momento, me di cuenta de que flotaba, o tal vez no.

Callé mis pensamientos un segundo. Tan pronto como deje de preguntarme cual sería la solución de los problemas, tales como la interrelación entre los conceptos que diesen sentido a mi inexplicable llegada aquí, sentí un batir de alas detrás de mí. Era muy silencioso, demasiado. Si no hubiese sentido ese escalofrío, seguramente no me hubiese percatado de ese detalle tan pequeño.

Por mera curiosidad, me giré. Podría no estar sola, podría ser mi imaginación, podría... ¿podría tener alas?

Hace nada más que un instante, estaba completamente segura de que flotaba sin la necesidad de alas, aunque ¿para qué quejarse? ¿De qué me serviría? Nadie iba a escuchar mis opiniones sobre un problema tan mínimo como flotar o volar. De una forma u otra, me alegraba, porque quién sabe si ni siquiera hubiese un suelo por el que andar en este lugar tan monótono.

Ya sabía que ángeles y demonios son diferentes, pero a juzgar por mis alas, eran angelicales, de un blanco brillante, muy parecido al del extraño lugar, aunque no eran de un blanco tan puro. Eran algo grandes, supongo.

¿Cómo voy a saberlo si en vida he visto unas alas de ángel de verdad?

Vida... esa palabra me hizo reflexionar... no sé si estoy viva o si estoy muerta o... entre medias... quién sabe. Si preguntase en alto, nadie iba a responder mis estúpidas preguntas de niña curiosa.

Ni siquiera sé si esa pregunta llegó a algo más allá de mis pensamientos. Estoy sola, igualmente, no pasaría nada... Aunque eso lo he dicho varias veces, y lo he dicho tan segura como si lo supiese. En verdad, estoy afirmando con seguridad una realidad que ni sé yo si es cierta... ¿y si en realidad hubiese alguien que estuviese observando cada uno de mis movimientos? O aún peor; ¿y si me lee los pensamientos? Todo estaba muy silencioso y muy extraño para que no fuese así. Quizás, solamente sea mi imaginación, aunque cada vez me imagino más cosas... ¿es por estar aquí? Nunca me había pensado las cosas con tanta profundidad... A todo esto... ¿Cómo se supone que he llegado aquí? No me acuerdo... aunque ahora que lo pienso, no sé ni qué hice ayer... es como si mi memoria tuviese amnesia, cosa que sinceramente, no ayuda.

Mi curiosidad esta aumentando con el paso del ¿tiempo? Algo tan propio de las personas, como el saber el porqué de las cosas... aquí, a lo que he llegado, ha sido a darme la vuelta y descubrir un par de alas, sin preguntarme un porqué de aquello. Que yo sepa, eso no es normal...

Empieza a soplar viento sin dirección predeterminada. Me ondula el vestido blanco que llevo puesto, y el pelo, que por lo visto, es largo, sedoso y castaño claro. No le hago mucho caso, pero parpadeo un par de veces, intentando forzar la visión por si saltaba algo por alto.

Mmm... Me pregunto si mis alas me sirven para algo más que para decorar mi espalda... Pero...  ¿Hacía donde vuelo?...

Mmm... Algo inteligente por mi parte seria inspeccionar el lugar en busca de alguna respuesta a mis preguntas... Volaré hacia la derecha, por ejemplo.... *hago lo dicho... hasta que...*... ¿Una pared invisible? ...*Sigo con las manos la dirección de la pared hasta dar una vuelta completa*...estoy encerrada, pero hay posibilidades de escoger entre arriba o abajo... ¿cual elijo?

La decisión que tomase sería la decisión final... ¿arriba o abajo? No es nada fácil porque no sé cual está bien, ni cual está mal...

Mmm... *Me apoyo en la pared*... ... ¿? Hay un leve temblor en la pared. Algo me dice que no estaré aquí por mucho más tiempo.

...¡¡¡¡La pared se mueve!!!! ¡¡¡Y no precisamente a algo más ampliable!!! *Me entra miedo. Aunque no entiendo por qué, ya que se movía muy lentamente y tenía posibles salidas*

¡¡¡Necesito escoger ya!!! ¡¡¿¡Hacía arriba o hacia abajo!?!!... Ni siquiera sabía si el tiempo fluía aquí, pero en cualquier caso, ¡¡me tengo que apurar!!

...No puedo alarmarme... No sería nada bueno. Me dejo de alterar y me tranquilizo un poco. Dejo que me lleve la lógica...

...Sin pensármelo dos veces, volé lo más rápido que pude hacía arriba. La posible salvación. Un 50% probable... Mientras pienso, las paredes cogen velocidad en encoger... No puedo perder... el tiempo...

Llego a un espacio igual que el anterior, aunque ahora, el color sigue siendo monótono, es un gris bastante claro. Por ahora, sin rastro de paredes probablemente asesinas.

¡¡Lo que importa es poder vivir para contarlo y no dejarse el pellejo en el intento!!

Pero... si lo piensas bien... sigo sin saber si estaba muerta o no... A lo mejor no hubiese muerto si las paredes se hubiesen cerrado... o a lo mejor si... no lo sé y por ahora no lo sabré... quizás nunca... Mmm... Mejor no me entretengo a pensar...

Vuelvo a alzar el vuelo. Esta vez no pienso en detenerme. Fijé mi mirada en una única dirección; hacía arriba.

Pronto, el gris claro que hace nada era el color del lugar, se fue oscureciendo. Mi mirada seguía fija hacía adelante. Se oscureció y se oscureció hasta que divisé una probable salida: una luz resplandecía al final, en la dirección a la que iba. Cuando entonces, me di cuenta; todo en mí alrededor era oscuro, por completo. El negro lo cubría todo. Yo seguía. Mi meta era la salida. Aun no siendo una salida, sería un lugar claro, mejor que no ver absolutamente nada. A medida que avanzaba, la luz se hacía más pequeña...

Entonces... me fallaron las alas... y caí en picado. Era tarde. La luz desapareció. La oscuridad y el color negro lo invadían todo... Quizás... quizás... si no me lo hubiese pensado tanto, a lo mejor estaría más arriba y no cayendo por la culpa de estas estúpidas alas. Por muy bonitas que fuesen... hubiera estado mejor flotar. Por lo menos, si flotase, unas innecesarias alas no me hubiesen hecho imposible la libertad. Y pensar que me estuve planteando que sería lo mismo eso de flotar y volar... que ingenua, si lo hubiese sabido... a lo mejor hubiese dejado que las paredes me aplastaran, o si no, ir en picado para abajo. No hay nada más doloroso que creencias, ilusiones o sueños que se rompan... no debería haber confiado tanto en estas alas. Ya dije que no sabía si había o no suelo... pues...

...No lo sabré, porque no pude mantener los ojos abiertos. Se me cerraron. Esa caída no parecía tener fin, pero igualmente, eso no me preocupa. Solo quiero salir de aquí.