IV

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—¡Vlad!, ¿por qué echaste a la joven del castillo?— exclama molesto maestro bibliotecario, su pregunta desborda la angustia, esto solo ocasionó la exasperación a Vlad, mientras el mencionado continua hacia su camino, atravesando entre los enormes corredores del castillo, por un momento este se detiene, pero solo niega e ignora al anciano prosiguiendo con su caminata —¡La abandonaste a su suerte Vlad!, aquella chica no tiene culpa de tu pasado, que las personas que eran importantes para ti se desvanecieran con el tiempo y de tu lado, Vlad Tepes— el maestro bibliotecario estaba molesto, su aura lo hacia evidente y muy notorio, pero Vlad se encontraba peor que el maestro, la diferencia es que él si lo sabe ocultar.

—Por lo menos la deje libre anciano—. la voz de Drácula hace eco por las paredes de los corredores haciendo resonando una y otra vez en estos —La dejé con vida, no la asesiné y bebí de su sangre, como sediento, vulgar y repugnante vampiro, no hice aquello—. el anciano libera el aire de sus pulmones intentando comprender a su Maestro.

—No la asesinastes, pero la enviaste a cavar su propia tumba, sabes el peligro que es estar por el bosque y mas si es de noche Conde Drácula, tal vez no salga viva, ni sobreviva la noche Vlad— este de inmediato le dirije una mirada reprochable y responde.

—Ella fue la que decidió que largarse era la mejor opción maestro, y por fin me dejará en paz— Vlad pronuncia un poco más calmado alentando al maestro a abandonar ésta discusión.

—Por que la ahuyentaste, y lo sabes perfectamente— se toca levemente las sienes para intentar templarse aunque sea por unos segundos —No había visto durante 6 siglos a esas malditas criaturas, hasta esta noche que estoy seguro que utilizaste como sirvientes— el maestro decide que la ira no se vuelva a apoderar sobre él y solo observa seriamente a Drácula —Buenas noches Vlad— con eso se termina aquella discusión y el anciano de inmediato abandona a su maestro para dirigirse hacia la biblioteca, dejando solo a Vlad.

El maestro tenía razón la joven no tenía culpa de que fuera un amargado, pero enserio se molesto por su inesperada visita, el solo quiere vivir su vida con tranquilidad, ni un solo conflicto, y el hecho de que tuviera es libro, perteneciente a su difunta esposa, Lisa, eso arruinaba su burbuja de paz. Recordando en las palabras del sabio anciano una y otra vez, detiene su caminata para dar media vuelta e ir al lado contrario de su destino.




~Meanwhile~





La joven se encuentra ante la desesperada por la situación, atinó a agarrar una rama gruesa mientras analizaba su alrededor y como podría serle útil la rama, defenderse de un lobo, pero éste ya está preparado para atacar a la castaña, cosa que no permitió la mencionada, la rama gruesa amortiguo el ataque del feroz lobo acabando en el hocico de éste, pero eso no va a ser suficiente, la joven lo sabía bien, se encuentran otros lobos esperando por cazar a su presa. La oji marrón aprovecho la distracción del lobo para poder subir al primer árbol que se le cruzó, pero eso no evita que durante el proceso de este, uno de los lobo la atacara, pensaba una y otra vez en cómo salir de esa situación. Los lobos hambrientos de carne fresca, saltaban al árbol para intentar alcanzarla, no trepaban al árbol pero por seguridad la femenina decidió escalar unos cuantos metros más.

La de cabellos castaños no sabía como reaccionar ante esta situación para así poder escapar del lugar sin ser herida de una forma severa, cierra los ojos para intentar despejar su mente, puesto la pesadilla que estaba viviendo no le era absolutamente buena. Su abuela siempre le decía 'Entre más pienses en cierta cosa, esta se hará realidad' y lo que piensa T/n no era positivo, así que intenta relajarse.

Mientras por otro lado el conde Drácula caminaba por el bosque en busca de la joven castaña, su olfato le podría ayudar pero lo único malo es que el olor de la mortal se confundía con el de la tierra húmeda.

—Si ella muere....— Vlad susurra para si mismo, y deja de hablar para negarse así mismo de sus pensamientos de compasión y remordimiento para proseguir con la búsqueda.

El bosque es profundo pero Drácula no iba a recorrer cada rincón de este, solo por una mortal así que invocó a su "ejercito" de monstruos para buscarla.

Mientras camina escucha como unos lobos gruñían, pero cada vez los gruñidos disminuían, había creído que uno de sus siervos los atacó o dio presencia a el lugar, pero no, al darse cuenta de quién era y lo que veía era impresionante. T/n se encontraba amansando a un lobo mientras los otros solo la rodeaban, no tenían signos de querer atacarla, ella acariciaba a cada uno, aún no notaba la presencia de Vlad. ¿Quién es esa mujer? ¿y como logró cometer aquello? se puede percerbir que no es una mortal común como los demás.

En cuanto T/n se dio cuenta que Vlad estaba frente a ella y a unos cuantos metros, se sorprende al verlo, el ambiente cambia drásticamente a uno incómodo, no esperaba encontrarlo, "Tal vez viene a asesinarme" la castaña se estremeció ante el solo pensamiento y esto provocó que los lobos gruñeran hacia Vlad alertando a esta, puesto que aún no sabía cuales eran las intenciones del conde, y no dejaría que los lobos lo atacaran, mas sin embargo Vlad no se inmuto por las amenazas, es más, hasta camino a dirección a ella, dejando una distancia prudente entre él y de los caninos presentes.

—Así que...— realiza una pausa presenciando la escena —Era aquí en donde te encontrabas... seré directo, vuelve conmigo a Castlevania y tal vez te pueda ayudar con tus dudas... solo si eres acreedora de ello— Vlad finalizó extendiendo su mano hacia ella esperando el contacto por parte de ella, los feroces caninos no se hicieron esperar, gruñendo a Drácula listos para defender a la oji marrón. Ella se levanta para calmar a los lobos mientras los acariciaba para darles seguridad de que todo está bien, en cuanto se calmaron habló por fin.

—Lo entiendo, pero aun no estoy del todo bien, no después de lo que sucedió— dice mientras recordaba lo amenazante que podía ser volver con aquel hombre, y Vlad lo comprendía a la perfección tal vez fue un poco duro, pero aun así ella tiene la voluntad de tomar delicadamente su mano— Pero tengo que volver al hostal por mis pertenencias.

—Esta bien yo te guío al pueblo— soltó la mano de la chica para dar media vuelta y para encaminarse al pueblo. La castaña se despidió de los lobos para seguir al mayor. Durante el camino hubo un silencio incomodo, la chica se dedicaba a observar todo a su alrededor y de vez en cuando a observar al conde detenidamente, dándose cuenta que era un hombre muy atractivo, negó de inmediato ese pensamiento. En cuanto llegaron a las afueras del pequeño pueblo Drácula se detuvo y observó a la oji marrón.

—Bien, ya estas aquí, esta noche descansaras aquí, hay que dejar las cosas en claro, mañana tu debes estar en el castillo a más tardar a las 8:00 de la noche, te recomiendo que tomes camino al castillo durante el día para evitar problemas.

Dicho esto la joven solo pudo asentir, se despidió del conde con la mano pero este parece que no va a corresponder, así que la joven gira sobre sus talones y da unos cuantos pasos le dio curiosidad el conde, así que da media vuelta para verlo una última vez, pero para su sorpresa él ya no esta ahí.


𝐅 𝐢 𝐧 𝐚 𝐥 𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora