V

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El conde se encuentra ya de regreso en el castillo mientras seguía pensando en todo lo ocurrido, su mente parecía vacilar sin cesar.
Caminaba por los pasillos, sus pasos son sutiles, imperceptibles para el ajeno, su mano se dirige hacia su barbilla, pensativo sobre cual sería su próximo movimiento. Así que decidido se dirige hacia la gran gran biblioteca, sin preámbulos pues tal vez el anciano pueda resolver sus preguntas.

En cuanto traspasa la puerta del pequeño despacho de aquel anciano, le observa con incredulidad, así que da un portazo, el cual exalta al anterior mencionado, pues este se encontraba entre los brazos de Morfeo, yaciente en su silla con un libro sobre su regazo. —¡Maestro! yo se que se encuentra molesto, pero no hay necesidad de entrar tan abruptamente— responde el viejo maestro con tranquilidad mientras ajusta sus lentes.

—No viejo, no se trata de eso—. comenta Vlad mientras avanza hacia él con parsimonia. —Se trata sobre la chica—.

El maestro bibliotecario se desprende de aquél sofá con tal efusividad, que el libro vuela por los aires, restándole importancia al paradero del libro, se posiciona frente al conde mirándolo fijamente a sus ojos —¿Que ha ocurrido con lady T/n?—.

—Fui a buscarla por el bosque...—. Vlad fue interrumpido por el maestro quien se encuentra ansioso por la respuesta, a lo que frunce ligeramente el ceño.

—¿Se encuentra bien? o acaso... ¿está muerta?—. menciona el anciano deseoso por la respuesta de su maestro.

—Ella se encuentra bien, le guié al pueblo, pero...—. el anciano le presta atención una vez mas, esperando a que continúe. —Cuando la encontré estaba rodeada por unos lobos, los había amansado, por lo que note, porque no la atacaron. Y no entiendo como lo hizo, puesto a que era una manada, no uno sólo—. Vlad de inmediato toma asiento, un aura mística le rodeaba, buscaba con sed la respuesta a su duda.

—Hmmmm, debe ser distinta al resto de los mortales... ¿pudiste percibir su sangre?, no parecía tan común como la del resto de los mortales —. El anciano se dirige hacia una de las estanterías, observando con detalle aquellos libros rústicos.

—Si también lo pude notar después de un tiempo de estar con ella—. El silencio reina en la habitación. Por lo que Vlad se pone de pie. —Por cierto, mañana volverá y al parecer se quedará por un tiempo, uno muy largo— comenta restándole importancia mientras da media vuelta y se dirige hacia la salida de la habitación.

—Esta bien maestro, estaré al tanto de cuando ella se encuentre en el castillo—. responde el bibliotecario, mientras Drácula da un leve asentimiento para finalmente retirarse.

A la día siguiente la joven se despierta muy temprano, una pesadilla le hizo una visita mientras descansaba, un mal sueño el cual le deja mas dudas de las que tiene. La castaña rápidamente comienza a preparar sus pertenencias.
Las horas pasaban y el reloj marcaba 16:00 pm, así que se agarra sus pertenencias para irse. Deja la llave de su habitación al dependiente, y se retira del hostal para encaminarse a aquel bosque denso.






~T I M E S K I P~







Después de avanzar por aquel temido bosque por horas, por fin llega a los territorios del conde, cuando por fin se encuentra en la entrada del castillo se aproxima rápidamente el anciano.

—¡Milady!—. expresa el maestro bibliotecario mientras ayuda a la joven con la maleta.

—Maestro—. menciona la fémina después de observar al anciano. —Gracias por la ayuda—. a lo que el maestro solo le sonríe, el cansancio era presente en la aura de la joven.

𝐅 𝐢 𝐧 𝐚 𝐥 𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora