Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Treinta y nueve

Ella mantenía sus piernas cruzadas dejando una en suspensión y manteniendo un movimiento de vaivén constante, sus tacones de 10 centímetros negros, con la suela roja le daban una imagen estilizada y un poco siniestra, pero no decía nada solo esperaba impaciente ante la respuesta de su acompañante, quien mantenía la vista fija en el constante vaivén.

- ¿Hablarás de una vez? Tengo una cita en media hora, y este silencio me aburre.

- Lo siento, te pedí que vinieras, pero no sé cómo empezar.

- Podrías partir por explicarme por qué tienes esa estúpida sonrisa en tu rostro, me está dando un poco de miedo – dijo ella mientras tomaba delicadamente su taza de té.

- Te vas a enojar conmigo Jennie, lo sé, te enojarás muchísimo.

- Siempre me enojo contigo idiota, pero aquí me tienes, soy una chica fiel.

- ... - el chico se mantuvo en silencio juntando valor para hablar.

- No tengo todo el día.

- Hoy... Encontré a Tae.

- ¿Qué? ¿Cómo que lo encontraste? ¿Estás seguro de que era él? – intervino sorprendida dejando la taza en su platillo sin ningún cuidado.

- Era él, estoy seguro que era él... Han pasado algunos años, su rostro es más maduro, y definitivamente ha crecido algunos centímetros, y su cuerpo es más grande, creció muy bien... Él se ve bien... Y aún con sus cambios, sus lindos ojos me miraban sorprendidos, pude reconocerlo inmediatamente, no importa cuánto tiempo pasó, él es el mismo chico hermoso que vi la última vez... Yo, yo estoy muy feliz Jennie, al fin encontré a mi omega.

- ¿Tu omega? – la chica movió su largo cabello negro con delicadeza - ¿Necesitas que te recuerde como terminó todo entre ustedes?

- No, no es necesario... Yo fui un idiota, lo sé muy bien, pero sé que lo nuestro es algo inexplicable, estamos hechos el uno para el otro... Yo me vi sobrepasado por mi celo, por las hormonas que llegaron de repente, por la inexperiencia, por todo, Tae siempre fue comprensivo conmigo y yo le hice daño, lo hice sufrir diciéndole cosas tan crueles, y luego darle la espalda, hacer como si lo nuestro no hubiese sido nada importante cuando en realidad estuvimos junto por tanto tiempo... No solo perdí a mi pareja Jennie, perdí a mi mejor amigo, a mi alma gemela...

- No te detuviste a pensar en eso cuando te acostaste conmigo – dijo con un tono burlón la chica.

- No seas mala, sabes que lo hice porque estaba angustiado, pensé que eso era lo correcto y tu no tuviste problema con fingir ser mi novia.

- No lo fingí Jungkook, nosotros fuimos novios, seguimos siendo novios incluso cuando Taehyung salió de tu vida, y no te acostaste conmigo una vez o dos veces, fueron muchas, porque pese a todo tenemos excelente química y si bien no tenemos un lazo romántico entre nosotros, no puedes negar que estuvimos juntos un año... No me puedes decir que la pasamos mal idiota... - interrumpió Jennie con un tono molesto, pero Jungkook sabía que en realidad a ella tenía un interés amoroso por él, lo que tuvieron fue una clase de experimento, aprovecharon que tenían buena química y que ella le había dicho que salieran juntos algunas veces, todo terminó por seguir un camino natural, y si bien se hacían llamar novios, la realidad distaba mucho de una relación así, se podían definir más bien como amigos con beneficio.

Una tarde mientras se besaban en la habitación de Jungkook, Jennie le dijo entre susurros que debían terminar, ella tenía intenciones de viajar a la capital y comenzar su vida allí, y no tenían un lazo tan especial como para mantener una relación a distancia; Jungkook asintió, estuvo de acuerdo con lo propuesto, y algunas semanas después besó una última vez a la que fue su novio en preparatoria y la vio partir lejos de él; no sintió pena, no lloró, no sintió nada ni remotamente parecido a como se sintió cuando Kim Taehyung se marchó, él no estuvo allí para despedirlo, ni mucho menos lo besó una última vez, solo le llegó un comentario diciéndole que se había ido a Seoul, Jungkook lloró durante días, sentía como si su alma se hubiese ido con aquel chico, se lamentó cada una de las palabras que había dicho.

Jungkook nunca dejó de querer a Taehyung, incluso cuando estaba en una relación con Jennie añoraba las caricias del castaño, y sufría por su propia imbecilidad, por su torpeza y orgullo, por el miedo de enfrentar al chico al que una vez rechazó de una forma tan cruel; a veces lo veía a la lejanía y sentía como su piel se erizaba solo con pensar en la calidez de su piel... Lo quería de vuelta, lo buscaría hasta encontrarlo y jamás lo dejaría ir de nuevo.

- ¿Estás bien amor? – escuché su voz entre mis pensamientos.

- S-si lo estoy... Yo... Lo siento Yoonie... No sabía que él estaba allí... - le respondí tratando de buscar alguna explicación a lo que había sucedido hace algunos minutos. Mi cabeza funcionaba a su máxima velocidad, estaba asustado y sentía como mi pecho se apretaba con cada respiración.

Sentí por primera vez su aroma... Una fragancia tan fuerte que azotó y nubló todos mis sentidos, me congeló y provocó escalofríos, sentí como mi vientre se apretaba como si miles de punzadas se concentraran en el mismo lugar, no podía describirlo, me sentía abrumado...

Chocolate y menta.

A eso olía Jeon Jungkook.

¿Cuántas noches había fantasiado intentando imaginar cuál era su aroma? Bosques, mar, montañas, desiertos, dulces, salados, amargos ¿Cuál era su aroma? ¿Cuán fuerte era esta, que lograba volver locos a todos los del instituto? ¿Su fragancia se impregnaba en mi cuerpo cada vez que nos acurrucábamos mientras me llenaba de tiernos besos?

Chocolate y menta.

Nunca imaginé que ese fuera su aroma...

- Jungkook... Él... Él era el chico del que me hablaste ¿cierto? – preguntó mi alfa finalmente.

- S-sí. – Sentí como su abrazo se tensaba, apretaba mi cuerpo con una fuerza desmedida, como si temiera que yo me alejara de él, pero no era así, yo quería que me aprisionara, que me protegiera de ese aroma, que lo mantuviera lejos de mí, porque todo lo que pensé había olvidado estaba allí nuevamente... Las palabras, las miradas, el rechazo... La expresión que tenía aquel día en su cuarto, cuando me rechazó por completo.

- Oh Taehyung – dijo abrazándome más fuerte – puedo sentir tu aroma, tenue, pero allí está, se que estás asustado bebé, no necesito olerte para sentirlo, tu cuerpo me lo dice, la expresión en tu rostro y el brillo en tus ojos... Voy a cuidarte, amor.

- Yoonie ¿por qué tenía que aparecer en mi vida de nuevo? – hablé finalmente soltando las lágrimas que amenazaban con caer desde que había visto a mi exnovio - ¿Por qué tenía que volver a mi vida y decir esas cosas?

Fue evidente que Yoongi se asustó un poco al verme llorar de esa forma, nunca había llorado así frente a él, pero estaba abrumado y triste, todos los recuerdos que pensé estaban enterrados volvieron en un solo segundo, mi felicidad ahora se veía amenazada, porque conocía a Jungkook muy bien, y sabía que sus palabras eran acciones, y yo no lo quería de regreso en mi vida, no ahora que estaba feliz con mi amado alfa; no ahora que había conseguido ser una persona normal, no después de lo que él hizo.

- Él tiene un alfa ahora, Jungkook.

- No, no es así... El señor Min no es su alfa, Jennie.

- Bueno, según lo que me contaste él lo dejó bastante claro, es "su" omega, no tuyo.

- No Jennie... Taehyung tiene un solo alfa, y ese soy yo, siempre he sido yo.