Sordo - Bakugo Katsuki

C A P Í T U L O 1

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Bakugo Katsuki, joven, estudiante y futuro héroe, un don explosivo, pero oídos sordos.

Bakugo Katsuki, un chico, ojos rubí, cabello rubio, personalidad explosiva, quedándose sordo. Katsuki no podía creerlo, ni sus padres, siempre fue grosero, gruñón y gritón, pero la razón por la que gritaba, era que ya no escuchaba del todo bien.

Ni él, ni su familia y novia, lo esperaban, cada vez dejaba de escuchar, casi la mitad del 1-A se enteró, Katsuki solo se lo había contado a su novia y familia, ni siquiera se dió cuenta que ya medio salón lo sabía.

Nunca hablé con él, solo lo observaba, al igual que todos, la única persona que me caía bien era Kirishima, mejor amigo de Bakugo. Las clases pasaron, Katsuki no hablo con nadie y nadie quiso hablar con Katsuki, o nadie lo intento, Kirishima estaba triste, su mejor amigo no quería hablar, los mire desde lejos, mientras tomaba un jugo de uva.

Estábamos en el almuerzo, todos comían juntos, mientras yo me sentaba con un pedazo de pan y jamón. Los miraba desde lejos, miraba a todos los estudiantes, pero ahí estaba él, parado frente a mí, con el ceño fruncido, se sentó a lado mío, pero no tan cerca. Nos miramos y el estaba a punto de gritar, pero se detuvo y miro hacía abajo.

— ¿Que pasa? - pregunté mirando como el tenía ganas de llorar.

— ¿No te... Enteraste? - me miró serio, detuvo sus ganas de llorar y las apuñaló con un filoso cuchillo - Estoy sordo, necesito aprender lenguaje de señas.

— Oh, que mal. - mire mi jugo, se lo acerque y lo deje a lado de su bento - Tómalo, ya no quiero. - me levanté y camine hacia los baños.

Al llegar me mire a uno de los espejos, me veía calmada y con cara como si odiara a todo el mundo, solo me quedé ahí hasta que 2 chicas entraron, Uraraka y Mina.

— Pobre Bakugo, debe ser duro para él tener que aprender lenguaje de señas. - dijo Mina, al parecer triste.

— Espero y no se quede completamente sordo. - al parecer Uraraka quería llorar.

Me di la vuelta y las mire - Me parece mal que hablen a espaldas de una persona. - mi mirada sería atacaba a las 2 chicas, empezaron a ponerse nerviosas.

— ¡Lo siento ___! - dijo Uraraka pidiendo una disculpa, su nerviosismo trataba de atacarme, pero no lo logro.

— ¡Lo sentimos! - pidieron las 2 al mismo tiempo, estaban nerviosas, no soy la mejor estudiante para hablar de educación, pero no me gusta que hablen así de una persona.

Salí del baño, acepte sus disculpas sin decírselos, volví al aula donde me senté en mi lugar, cerca de Kirishima.

Sentía la mirada de Bakugo en mí, mi cabeza estaba pegada al pupitre, mis ojos estaban cansados, pero el profesor Aizawa salió de su capullo, dió la clase para después darnos indicaciones para irnos a nuestras casas. Tome mis cosas y me levanté, casi llegando a la salida, siento una mano tomar mi antebrazo.

Gire mi cabeza y era el pequeño Kirishima, su sonrisa tierna y sus ojos tan lindos, continúe caminando y y íbamos llegando a mi casa.

— Deberías irte a casa, se hará tarde - me miró, parecía que necesitaba algo de mí - ¿Que quieres? - dije leyendo su mente.