Bilbo vio el sol del atardecer desaparecer detrás del horizonte y se refugió un poco más en su manta. Ya había llegado el final del día y era el momento en que la nostalgia embargaba al hobbit. Solía recordar; algunas veces solo en un pensamiento que resultaba demasiado largo, otras veces en varios trozos de recuerdos que lo devolvían a la Comarca.
Sin embargo, ni pensar toda la noche en Hobbiton cambiaría el hecho de que su hogar ya había quedado bastante atrás. De todos modos, nunca le venía mal recordar.
Recordaba a los pocos amigos que tenía. O mejor dicho, aquellos que alguna vez tuvo. Ya adultos cada uno se fue por su lado formando familias y Bilbo se quedó soltero a una edad que para un hobbit no era realmente conveniente, pues la juventud se le escapaba de a poco por entre los dedos, y al pasar la barrera del medio siglo probablemente ya se había condenado a un futuro solitario.
Recordaba también todo el vecindario, al menos a la parte que bien conocía de Bolsón Cerrado, el lugar en el que se crió cuando era pequeño.
Bolsón Cerrado. A pesar de que cada retazo de pasto de aquel lugar le había visto crecer y madurar, por alguna razón no lo sentía como su lugar. Tal vez porque de pequeño siempre había preferido las locaciones que estaban por fuera del área poblada en lugar de los caminos ya conocidos, o tal vez porque ya más adulto casi nunca salía de casa y se encerraba en su habitación a leer y releer mapas entre otros documentos. Se podría decir que su hogar se encontraba solamente dentro de su casa, y no propiamente en su vecindario de origen.
A veces visitaba el pasado y recordaba a sus padres. A Bungo, quien le enseñó lo importante de valorar el hogar, su identidad y la valentía que residía detrás de actos cotidianos, como nunca menospreciarse. Y por supuesto, también recordaba a Belladona, su querida madre. Para Bilbo era complicado pensar en colocarle adjetivos, pues nunca había llegado a algún calificativo que pudiera describirla con total precisión. Era hermosa, elegante, con manos siempre amables, y a pesar de que nunca volvió a correr hazañas después de haberse desposado con Bungo, un aire aventurero desprendía a su andar. Una sonrisa inteligente, una mirada chispeante. Conocía el arte de las plantas, el cual transmitió a su hijo, asimismo poseía gran destreza en cuanto a cocinar nos referimos; no obstante, lo que más puede Bilbo destacar era que ella siempre tuvo la fortaleza y sabiduría para sacar lo mejor de las peores situaciones.
No era necesario ser utopistas, basándose en ilusiones vanas en medio del caos.
Bastaba con ser resiliente y perseverante. Y muy fuerte.
Recordaba, con una sonrisa, pero también con nostalgia, ya que ninguno de los dos se encontraba ahora al lado de Bilbo.
Sintió que quedó completamente solo cuando falleció su padre y, luego de ocho años, su madre. Había pensado que más allá de su hogar no habría ya nada más y que estaba desamparado entre fronteras imaginarias e inatravesables. Bolsón Cerrado estaba quedando demasiado grande para él, para él solo. Ya no valía la pena buscar más gente para incluir en su círculo cercano, porque probablemente nadie comprendería sus pensamientos y divagues.
Solo su madre comprendía su lado Bolsón, cuando Bilbo de pequeño pedía el desayuno a la cama. Solo su padre comprendía su lado Tuk, cuando Bilbo llegaba al anochecer después de una pequeña aventura en los sembradíos de alrededor, ensuciando el piso con fango y con ramitas de árbol.
Prefería perderse en el papel de los mapas hasta aprendérselos de memoria y ver los álbumes familiares vez tras vez hasta no sentirse tan vacío.
Pensó que nunca volvería a sentirse comprendido. Pensó, dándose cuenta de que la muerte de su madre había pasado hace escasos seis años.
Bilbo se removió entre las mantas y se percató de que tenía las piernas entumecidas. Prefirió levantarse para mitigar el adormecimiento y pensar un poco más en lo que iba de noche.
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Un lugar llamado hogar || The Hobbit
FanficAvanzar en el mapa implica dejar atrás parte del camino. Se vuelve difícil cuando el hogar se aferra a tus extremidades. Cuando ni siquiera tienes uno, lo es más. • One shot • Disclaimer: El Hobbit es un libro escrito por J.R.R. Tolkien, y también u...