Karmaland. (𝐇𝐞𝐚𝐝𝐜𝐚𝐧𝐧𝐨𝐧𝐬, 𝐐𝐮𝐨𝐭𝐞𝐬, 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬.)

«-[🍋] Story.

"Eres la razón por la cual sigo en pie."

POV. Fargan ;

Todos comenzamos nuestras vidas siendo felices, siendo lo que la arruina las inseguridades y problemas. Es agotador tener que saber que algún día ya no tendrás a nadie que te protegerá y apoyará, pues este vendrá cuando menos te lo esperes.

Muchas desgracias han pasado en mi vida, y eso se refleja en mis actos, la mayoría siendo destructivos y devastadores para los pobres corazones débiles de mis cercanos. Pero eso creo que está bien, ya no se lo que es la verdadera compañía desde que Willy me reemplazó.

Intento ignorar aquel hecho, dejar de lado a Luzu y no perjudicar la felicidad de Willy al estar al lado de el, pero es un veneno que se expande por mi cuerpo, parando mis pulmones y acallando los latidos de mi corazón.

Esperanzas no tenia ninguna, hasta que el llegó a mi vida.

Un chico de baja estatura, sus ojos brillaban como la luna en la noche, su pálida y suave piel era perfecta. Se podía presenciar que sus labios eran suaves como el terciopelo, y rosados como el algodón de azúcar. No es que sea algo atrevido, pero moriría por saber que sabor tenían.

El era tan amable conmigo, su personalidad inocente y pura era contraria a la mía, pero eso no le importaba en absoluto. Me hacía sentir amado nuevamente al decirme que era perfecto tal y como era, y que nunca dejaría de quererme tan malo que fuera.

Su presencia en mi vida se ha hecho esencial, hasta llegamos a acordar que alguno de los dos se iría a vivir a la casa del otro para estar unidos cada mañana. Aun que nunca se diera cuenta de mis sentimientos, el siempre me daba afecto "de solo amigos" algo que en parte, me destrozaba por dentro.

Hoy en la tarde nos encontrábamos presenciando unas montañas, no parábamos de hablar sobre nuestros intereses y yo no me cansaba de darle indirectas directas. Luego de un tiempo me adelante hacia el borde del camino, parándome de espaldas con una expresión apenada.

"Fargan..."

Pude escuchar la dulce voz de mi amor inalcanzable detrás mío, yo solo intenté fingir la expresión más feliz que pude en ese momento, pero al voltearme me tapé la boca con las manos.

"¿Quieres casarte conmigo?"

Termino la frase con una pequeña y tierna risa de vergüenza, y yo, obviamente estaba que caía a sus pies. No podía ni articular una palabra, después de tantos años de retener mis sentimientos, me encuentro con la sorpresa de que el quería mucho más conmigo. Teníamos una relación algo extraña, por lo que el matrimonio no me vendría nada mal para quedarme a su lado para siempre.

El me miró a los ojos esperando mi respuesta, yo solo me senté en el suelo extendiendo mis brazos mientras asentía levemente, rezando por que no comenzara yo a llorar. Pasó lo contrario, Alex se lanzó hacia a mi, sentándose en mi regazo mientras empezaba a llorar de la felicidad, solo por mostrarme fuerte no llore...que más da, estaba igual de sensible que el.

Nos miramos a los ojos por unos minutos, el poso sus manos en mis mejillas, rápidamente acercándome para robarme un beso, el cual correspondí al Segundo afirmándolo de las caderas. Nunca entendí como esto pudo terminar así, pero realmente no me quejo.

"Te amo."

El me hablo con los ojos cristalizados de tantas lágrimas, yo solo le sonreí.

"Yo también te amo, después de todo, eres la razón por la cual sigo en pie."