-Wow, el cometa se ve tan lindo- pensó para sí mismo Taehyung, recargándose un poco más en el barandal del puente, como si eso lo hiciera verlo mejor.
-Esto es hermoso- pensó desde el otro extremo, Jimin.
En el momento en que más cerca estuvo aquella bola de luz de ese pequeño pueblo ambos chicos cerraron los ojos y con todas su fuerzas desearon que todo mejorara, ignorando toda la gente que había a su alrededor. En un segundo ambos fueron hacia atrás cuando la imagen de un chico desconocido pasó por su mente como un flashback, dejándolos aturdidos y provocando que ambos cayeran al piso, sosteniendo su cabeza con sus manos y presionando un poco para tratar de aliviar el dolor.
Los amigos de Taehyung se volvieron hacía él con cara de preocupación y preguntaron si se encontraba bien.
Los amigos de Jimin se volvieron hacía él con cara de preocupación y preguntaron si se encontraba bien.
10:30
Tae se arrepintió haber tardado tanto en llegar, y deseaba con todo su corazón que su padre no se diera cuenta, a pesar de ser casi un adulto le tenía un miedo que rozaba en fobia, no quería que eso pasara de nuevo.
El pequeño rubio fue a casa de uno de sus amigos, su mejor amigo, Joonnie. Prácticamente vivía ahí, él le había ayudado mucho, cuando no tenía ni siquiera algo para comer, le abrió las puertas de su casa, le regaló ropa que ya no necesitaba, era la mejor y única persona que tenía.
Nunca lo miró con superioridad ni con lástima y eso era algo que Jimin agradecía eternamente. Más que las cosas materiales con las que pudiera darle un apoyo, amaba de sobremanera el que lo sostuviera emocionalmente. Todos necesitamos un Namjoon en nuestras vidas.
Un crujido fue suficiente. Una puerta abriéndose, pasos sonando, una respiración agitada por el miedo acumulándose en el pecho, golpes, sangre...
De nuevo su padre, él, él y siempre él. Siempre haciéndole saber que a pesar de que todo lo que se esforzara nunca sería suficiente para que su hijo dejara de verse asqueroso ante sus ojos.
Aún sin siquiera hacer algo.
Lágrimas.
-Vamos a dormir ya, es tarde, y mañana tenemos cosas que hacer.
-¿seguro no hay problema que duerma aquí? No quiero molestar.
-Jimin, minnie, ¿cuantas veces necesito decirte que incluso si quisieras te podrías mudar aquí conmigo y yo te ayudo a conseguir trabajo?
-Tengo meses buscando, no creo que mudándome lo encuentre mágicamente, si te soy sincero.
-No pero sabes que tus ahorros casi se acaban, y te puedes ahorrar el alquiler.
-Lo pensaré, por ahora iré a dormir a mi casa, nos vemos Joonie.
Dolía, ardía, no sabía cuánto más iba a aguantar. Decidió escapar por su ventana aunque sabía que no tardaría mucho en arrepentirse o lo harían arrepentirse, daría un paseo para despejar su mente. No encontraba solución. Puente. Quizá porque ahí empezó todo. Sería lindo que también acabara allí.
Era difícil, frustrante, no sabía cuánto más iba a aguantar. Volteó a ver a su amigo en la puerta despidiéndolo, notando en su mirada la frustración por no poder hacer más y quizá no era que no pudiera hacer más, sino que Jimin no se dejaba ayudar.
Alargaría el camino a casa, pero, ¿llegaría a casa?
El puente.Llegó. Observó a su alrededor para asegurarse de que hubiera nadie pero sus ojos llenos de lágrimas le pusieron la vista borrosa impidiéndole poder ver a aquel chico que se acercaba cabizbajo. Así que decidió subir al barandal, sintiéndose frío ante su tacto. Se sentó y comenzó a llorar desconsoladamente, dejando salir todo aquello que estaba reteniendo y que le apretaba el pecho quien sabe desde hace cuánto.
Caminó lento, arrastrando sus pies y observándolos mientras lo hacía. No quería llegar a casa, si es que podía considerarse casa. No había mucho, a penas y tenía dónde dormir, después de unas semanas casi meses sin poder conseguir trabajo (porque todos requerían mínimo la preparatoria concluida), vendió todo para poder comprar algo que comer.
No entendía como Namjoon era su amigo, era un ángel que quería salvarle pero él no se lo permitía.
Estaba sumido en sus pensamientos hasta que escuchó sollozos provenientes de algún lugar en el puente. Él no estaba llorando, al menos no por el momento así que levantó su mirada buscando a la persona que le regalaba a sus oídos tan precioso llanto.
Fueron segundos, o tal vez un par de minutos en los que ambos chicos se mantuvieron la mirada y como si de un instinto se tratase Jimin corrió hacia el chico y lo jaló cuando éste hizo amague de saltar.
11:00
-¿¡Qué mierda haces!?- grito el rubio, claramente aturdido por lo que iba a presenciar.
-¿Te importa? ¿Me conoces?
Y como si de un dejavú se tratase vino su mente la imagen de ese chico, cuando el comenta pasó. La imagen de esa cara, ese chico y no entendía porqué quería y necesitaba ayudarlo. O ser ayudado.
Y justo cuando Taehyung estaba por subir de nuevo sintió unos brazos rodearle.
Incómodo.
Trato de safarse pero una enorme tranquilidad lo invadió, sin saber que el contrario estaba sintiendo exactamente lo mismo.
Cuando Jimin pudo sentir que el otro se destensaba lo soltó y por primera vez Taehyung vería su rostro.
¿O no...?
Ambos estaban aún procesando lo que acababa de pasar, pero coincidiendo el apretón en su pecho y la tranquilidad que los invadió. Quizá sería el inició de una buena racha y todo estaría mejor, estaban deseando que esa no fuera la ultima vez que se vieran.
Al día siguiente una noticia invadía los periódicos y la boca de todos.
"Dos cuerpos fueron encontrados a la orilla del río, dos chicos de no más de 23 años, tomados de la mano, identificados como Kim Taehyung y Park Jimin.
No se ha encontrado relación entre ellos. Se cree que ambos saltaron del puente poco antes de la media noche."
Todo estaría mejor.