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—Estoy aburrido.— Comentó Yeonjun con pereza recargando todo su cuerpo en el chico sentado a su lado.
—¿No le gusta esta película?— Preguntó apuntando la televisión. —Dijo que era una de sus favoritas.
—Pero sólo estoy aquí sentado. Necesito moverme, Ningning.— Hizo un leve puchero.
—Bueno, ¿qué quiere hacer?— Apagó la televisión y se volteó un poco a la izquierda para poner toda su atención en el chico mayor.
Yeonjun lo pensó unos segundos, hasta que de repente se sentó derecho y levanto su dedo índice, indicando que tenía una idea.
—Vamos al parque de diversiones.— Sugirió con una sonrisa de dientes.
—¿Qué? ¡No!
—¿Por qué no?— Lo miró con un gesto triste.
—Siempre me obliga a subirme a la montaña rusa.
—No me gusta subir solo...
—Entonces invite a alguien más.— Se puso de pie y dio un paso lejos del sillón donde se encontraban sentados.
Yeonjun al ver eso, también rápidamente se puso de pie y abrazo a Hueningkai por detrás moviéndolo de un lado a otro.
—Yo quiero ir contigo, Ningning.— Colocó su barbilla en el hombro de Hueningkai y lo miró con unos ojitos que lo pudieran convencer. —¿Si?— Alargó con tono dulce.
Hueningkai sólo volteó su cara levemente a la izquierda para mirar mejor a Yeonjun.
Hacía el gesto que había hecho todas las veces que lo había llevado al parque de diversiones para obligarlo a subirse a la montaña rusa.
—¡No! Esta vez no.— Se zafó del abrazo de Yeonjun y se dio la vuelta para mirarlo.
—Por favor.— Juntó sus manos frente a su pecho y continuó usando el gesto que estaba seguro que convencería a Hueningkai. —¿Si?— Volvió a preguntar alargando aún más la palabra.
Hueningkai apartó su mirada de la cara de Yeonjun cuando empezó a pensar en cambiar de opinión.
Siempre lo lograba...
—Está bien.— Contestó entre dientes. —Si no está listo en una hora, olvídese de mí.
—Sí, sí.— Se acercó a Hueningkai con una gran sonrisa. —Gracias, Ningning.— Tomó con un poco de fuerza la cara del menor y presionó fuertemente sus labios en la mejilla del mismo.
Luego de dar su pequeña muestra de amor, se fue de ahí dando saltitos hacia su habitación.
Hueningkai fue también a su habitación y se comenzó a arreglar, sólo que siendo más rápido. Yeonjun siempre tardaba el doble que Hueningkai en arreglarse, por eso le había dado el límite de una hora.
