Ninfómana © [+18] (✔️)

Capitulo 24

Sur América, Colombia.

Se abre la puerta y entra Louis, trae consigo un sobre donde se encuentra el trato de su rebaja de pena, me los entrega y con una mirada mia se va hacia la esquina mas cercana que es justo detras de Scarlett, ahora que me pongo a pensar, así se llamaba la tipa que estuvo en mi secuestro, lástima que ahora este detrás de las rejas, porque si, fue sentenciada a cincuenta y tres años de cárcel por asesinato, secuestro y porte ilegal de armas.

Abro el sobre y saco los documentos, todos mis movimientos son observados por ella, humedezco mis labios y observando su expresion, no se muestra arrepentida pero tampoco segura.

-Estos son los documentos que demuestran tú colaboración con las autoridades y que te sea rebaja tu pena.

-¿Donde firmo?- le muestro los lugares asignados y finalmente llega a la ultima hoja.

-Con esto, tendrás seguridad y acompañamiento por la policia, no seras apresada en España, seras juzgada en tu país según las leyes de este, dependiendo de la decisión del juez, te pueden extraditar o encarcelar en una cárcel de media o máxima seguridad.

-Lo siento... lo siento mucho... yo no quería hacerte daño- sollozos, lágrimas y lamentos son lo que escucho de ella.

La persona que me entregó sin una pizca de pena u otro sentimiento, lo que hizo no merece mi perdon, pero las personas cometen errores; yo los he cometido, por lo cual no tengo el derecho de juzgar a nadie, el único que puede juzgar las acciones de las personas es Dios.

Ella entre sus perdones se arrodilla en el suelo, yo también lo hago y la abrazo, es una de los culpables pero eso no significa que no la perdone.

-Ya, cálmate por favor- le sobo su espalda tratando de mermar su pena.

-Perdóname, no merezco siquiera que me abraces.

-Te perdono, yo soy la que no tiene el derecho de juzgarte, tu castigo es el arrepentimiento y que la culpa te persiga por lo que me hicieron, sin embargo no soy tan mala para rechazar tu perdón- hablo calmadamente, lo que menos quiero es alterarla- Que Dios y tu país también te perdonen.

-Gracias... Gracias.

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El día esta opaco y sin el sol resplandeciente de siempre, ya son dos días desde el interrogatorio, en estos ultimos días me he concentrado en mi herencia, es mucho dinero, nunca llegué a pensar que mi padre tenia tanto dinero, que yo recuerde él siempre fue un hombre que recibía el sueldo minimo, aquí hay gato encerrado, por eso, he buscado el origen de tanto dinero.

Resulta y acontece que mi padre tenia una micro empresa, sin embargo, luego de su muerte fué que llegó su mayor tope, su auge ha durado todo este tiempo, así que no me sorprende que tuviera tantas cuentas bancarias, nunca llegó a demostrar que tenía mucho dinero.

En fin, en unos minutos me estaré reuniendo con el abogado encargado de la herencia. Tal parece que mi padre tenía mucha confianza en ese sugeto, lo conoceré y veamos como es.

Llegando a la entrada del Buffett Santori, observo mucha gente en su entrada y guardias de seguridad intentando retener a la aglomerada gente.

Pito y prendo y enciendo lices del auto donde estoy, me abren paso y entro al estacionamiento, parqueo el auto y bajo, sin olvidar el bloqueo del carro.

Me dirijo hacia unas puertas corredizas por el movimiento humano, se abren y por fin estoy en el Hall, me dirijo hacia recepción.