Purificando el Dolor

El Fruto de la Venganza

Mientras que Cádiz era sumida por la corrupción, mis padres y yo vivíamos en una provincia soportando el dolor y las muertes injustas por parte de los duques. Mis padres eran parte de la resistencia que se oponía a esa corrupción, a mí nuca me interesó. Éramos campesinos. Yo había practicado esgrima. Salía todos los días a vender la mercancía como de costumbre. Un día como cualquier otro, cuando llegué, encontré mi casa en llamas, mis padres murieron incinerados, ahí comenzó una nueva razón para mi vida, vengarme por los que hicieron esto.
Fui hasta el imperio en busca de respuestas en el ejército, pero no me dijeron nada y me golpearon hasta sangrar, unos guardias imperiales me robaron el dinero que logré recuperar de las cenizas de la casa, y yo quedé la noche afuera en la calle.
Una chica de cabello blanco me recogió y me llevó a una posada, me dijo: "No pareces de por aquí, ¿quién eres y qué buscas?"
A lo que le respondo: "Es de buenos modales dar tu nombre antes". 

-  Me llamo Ryo.

- Soy Deimos. Vine a acabar con la corrupción del imperio.

Me dijo que era parte de un grupo llamado Sin Nombre, que luchan para mitigar las acciones corruptas del gobierno (el gobierno hacer tratos por debajo de la mesa y le da inmunidad a los guardias imperiales). Sin pensarlo 2 veces me uní, cuando llegué a la base vi a un chico de cabello negro corto (Edwar), una chica de cabello negro liso (Angie) y a otra chica de cabello cobrizo (Romana). 

Juntos empezamos a aniquilar uno por uno a los duques corruptos para llegar hasta el rey y derrocar su tiranía. Todo iba bien. Las muertes injustas disminuían y la corrupción se derrocaba. Edwar murió por un traidor en la resistencia, no tuvimos más remedio que continuar sin él. Todos estaban tristes por la muerte de Edwar, no soportaba verlos así, dije: "¡¿A EWDAR LE HUBIESE GUSTADO VERNOS ASÍ?! No, ¿verdad? Él hubiese querido que continuemos adelante para ayudar a las personas con justicia. Dio su vida, debemos hacer que lo valga". Todos reaccionaron y pensaron felizmente a Edwar.

Empezaba a sentirme bien, pero la llama de emociones cruzadas salió a dar su esplendor nuevamente. Llegamos a la parte final, el rey. Todos teníamos odio por todo lo que había hecho. Romana, fue la primera en atacar, disparó una bayoneta que atravesó su pecho, Angie y yo lo lanzamos a una horda de gente acabó con él. Así empezó nuestro imperio, el imperio justo, el imperio Sin Nombre. 

FIN