(Parte4)

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Me sentía cansado, al igual que toda esta gente, me fui al lado de Adar, aunque no lo conocía del todo bien me gustaba hablar con él...en eso él se movió y se le cayó un soldadito de plomo, lo agarre y se lo devolví, me recordó a mi cuando mi padre me compraba esos juguetes, realmente me divertía mucho.

Pasaban las horas, y el tren se volvió a detener, volví a escuchar a lo lejos que alguien decía, SEGUNDA PARADA!!

La gente volvió a pedir agua desesperadamente,abrieron las puertas y todos empezaron a empujarse

-cálmense y tomen su asquerosa agua-dijo el nazi, mientras nos daban un balde...un solo y miserable balde con agua

La gente estaba tan desesperada que casi derraman todo, mi padre y el hombre con el que estaba hablando querían tranquilizarlos, en eso una mujer cayó del vagón encima de uno de ellos, él la corrió, se levantó y le pegó un tiro sin dudarlo.

-que idiotas, les dije que se calmaran- escuche decirle

Después del tiro que nos dejó a todos sorprendidos, lo mire a Adar que estaba a mi lado, el solo miraba el cuerpo de la mujer que se encontraba en el suelo, logramos ver todo, sé que tenemos que acostumbrarnos a esto, sé que no va hacer la única persona que vea morir...

Ya habían pasado dos días, dos cansados y horribles días, las discusiones se hacían presente casi todos los días, la mayoría se sacaba algunas prendas de su ropa, el calor está muy presente y lo único que nos han dado fue otro balde de agua. 

Solo paramos dos veces más desde la última vez, no tengo idea de cuantas paradas más tengamos que hacer, realmente quería salir de aquí, la mitad de las personas que estaban en este vagón están muertas, amontonadas en un rincón, sudados por el calor, pálidos como si de un papel se tratara, puedo ver el rostro de cada una de ellas, sentir un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y ese olor que me inunda y no solo a mí ,también en cada esquina de este vagón...quiero evitar mirar pero no puedo, mi cabeza solo me imagina a mi familia y a mí en ese montón de personas sin vida, mi cuerpo está cansado, con hambre y sed y eso provoca no dejarme pensar del todo claro.

Un Sueño de LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora