Cincuenta y tres

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Yoongi esperó en la cafetería junto a Taehyung la llegada de la señora Park, estaba nervioso debido al inminente encuentro, le preocupaba que aquella frívola mujer dijera algo su omega, que alguna de sus venenosas palabras hiriera a su pareja, quería sacarlo de allí, pero el menor se negaba, quería acompañarlo en aquel momento y pese a todo, agradecía que estuviese allí junto a él.

- Yoongi cariño – dijo una mujer de cabello negro y ojos gatunos; Taehyung se puso de pie a penas la vio caminar en su dirección.

La mujer gritaba elegancia, su cabello estaba perfectamente recogido en un moño que dejaba ver sus brillantes pendientes, traía un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas y sus hombros eran cubiertos por un abrigo, como si de un chal se tratase.

- Mamá – soltó Yoongi caminando a su encuentro sin soltar la mano del menor; aquella mujer era Choi Yoora.

- Hijo, gracias por venir, dios esto es terrible – dijo esto mientras besa las mejillas del alfa, tras esto se detuvo en el chico delgado y castaño que se escondía tras de Yoongi, y lo miró cuidadosamente, como si de un escáner se tratase, desde la punta de sus zapatos, pasando por sus pantalones anchos y su polerón negro, hasta llegar a su desordenado cabello castaño y regresando para penetrar la mirada asustadiza del menor. Su vista rápidamente se desvió a las manos de la pareja, esas manos que estaban fuertemente unidas.

- ¿Yoongi? – preguntó la mujer con el ceño fruncido.

- Él es Taehyung mamá, mi pareja. – Soltó sin anestesia el azabache.

La mujer abrió la boca haciendo ademán de querer hablar pero la cerró sin decir nada; el joven omega sentía unas ganas enormes de correr, la mirada de esa mujer era escalofriante, era mucho más incisiva que la de su alfa, era violenta y agresiva sin si quiera moverse un centímetro.

- Pareja... Entonces, este es el chico... - dijo con voz seria.

- Sí.

- Mu-mucho gusto señora Choi, soy Kim Taehyung – dijo el menor soltando la mano de su novio, para hacer una correcta reverencia. La mujer le respondió con una sonrisa ladina y regresó a mirar a su hijo.

- Luego hablaremos de esto, no es momento para presentaciones, iré a ver a Jimin, Minah entro directamente desde el estacionamiento, permiso. – dijo Yoora mientras inclinaba mínimamente la cabeza para despedirse y caminó a paso constante hacia los ascensores.

Taehyung puso ambas manos sobre su pecho sintiendo como el aire regresaba a sus pulmones, aquella mujer le daba mucho miedo.

- Lo siento, ella... Ella no tiene mucho tacto... - Se disculpó el alfa. – Vamos a casa ahora, ellas se harán cargo.

- ¿No te quieres quedar un poco más? – preguntó el menor mientras sostenía la mano de su novio.

- No, no quiero estar aquí más tiempo – dijo mientras recordaba su encuentro con Jimin.


Habían pasado unos días desde el accidente de Jimin, y muchas cosas rondaban mi cabeza, preocupaciones y malas sensaciones. Tal como lo había dicho hace algunos días, el ciclo venía en bajada y estaba encerrado escondido bajo las mantas de mi cama, sin energía para salir, sin ganas de poner un pie afuera, preguntándome cuántas horas podría dormir hasta que esto pasara y volviera sentirme bien.

Había perdido la hora de mi sesión con mi psiquiatra y ya me había enviado algunos mensajes para intentar encontrarme; no le contestaría, no quería verla y que me preguntara por qué me sentía tan miserable si ahora no tenía razón para estar así.

Me levanté a tomar mis medicamentos, las últimas semanas estaba siendo extrañamente rígido con ellos, quería tomarlos y seguir todo al pie de la letra, pero a veces abres las cortinas de tu habitación y simplemente sientes que nada vale la pena. ¿Cómo le explicas eso a alguien que nunca ha tenido depresión? Simplemente no puedes.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora