Capítulo 1 El amor de Jack Sparrow

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Aquí les va la primera parte de esta historia. Si les gusta les voy a enviar las partes poco a poco:

Capítulo 1. El amor de Jack Sparrow

En una noche sin luna, mientras navegaba el barco mercante de Don Diego de Mendoza, desde el puerto de la Villa Rica de la Veracruz hacia España, la tormenta embraveció las olas y el capitán perdió la ruta. Desgraciadamente el contramaestre Rodríguez había desafiado a Davy Jones en alguna ocasión y por eso la venganza estaba por consumarse.

Al ruido ensordecedor del Kracken, la tripulación se lanzó a la deriva, siendo tragados contramaestre y capitán junto con parte del navío.

Esa misma noche Jack y su tripulación habían pasado una noche de perros, pues los víveres escaseaban y el ron se agotaba.

- Jack- repuso Gibbs, - nos falta acción.

- No se desesperen, maestre- respondía Jack, mirando a través de su catalejo - ya habrá algún incauto que quiera donarnos su botín.

De repente Jack observó cómo un barco yacìa destrozado flotando mientras cadàveres de hombres y tesoros también se encontraban en la superficie. Algunos más pedían auxilio asidos al mástil y a trozos de una embarcación.

- Preparen el ancla- ordenó Jack- Bajará una lancha para subir lo que encontremos.

Preguntó Gibbs:

- ¿Y la tripulación, Jack?

- Pues recogeremos a los que se pueda, para que estén a nuestro servicio.

Bajaron 5 de los hombres de Jack y fueron subiendo poco a poco lo que podían salvar.

Entre los rescatados vivos aún, se encontraba una mujer bellísima, de ojos negros y tez morena clara, estatura media, talle espigado y cabello negro ondulado.

Gibbs sorprendió a Jack:

- Jack, mira lo que hemos encontrado - dijo, mostrando a la joven, a quien llevaban a empellones hacia el Perla.

-¿Encontraron algo de valor, ron, joyas? - preguntó con ansiedad Jack.

- No precisamente - repuso Gibbs.

-Entonces no me interesa- respondió Jack, sin volverse.

- Pero capitán, tiene que verla.

Al decir "verla" Jack se volvió y al observar a la joven, no puedo menos que sorprenderse.

- Déjenla conmigo un momento- ordenó Jack tomando de la cintura a la linda chica.

Jack llevó a su camarote a la chica, que tenía las manos atadas con cuerdas.

-Dime linda, ¿cómo te llamas? y de dónde vienes? Como ves, aquí todos somos piratas y más te conviene hablar ahora. Además estás a mi merced, preciosa - dijo con ojos lascivos y sonrisa sarcástica.

Ella no respondió al tosco acento inglés de Jack.

-¿Entonces no quieres hablar, eh? ¿Te comieron la lengua los ratones? Mira que tengo mètodos de persuasiòn muy poderosos, pero contigo no quiero usarlos, niña, asì que no me obligues a hacer algo de lo que te puedas arrepentir, si no quieres servir de cena a los tiburones.

La chica no respondía y miraba fríamente a Jack, por momentos evadiendo su mirada.

Jack se molestó sobremanera y desenvainó su espada, apuntando al cuello de la joven. Luego añadió:

- Eres una tonta, podrías salvar tu vida y no te interesa, tendrás que pasar entonces por la plancha, niña insensata.

Pero la chica miró con temor a Jack y lloraba angustiada. Jack la miró con asombro, se resignó, guardó la espada y contestó:

- Bueno, ya, linda, no lo tomes tan en serio, era broma - y comentaba entre dientes:- Mujeres, bah! arman dramas por todo; pero por todo ponen pretextos y todo lo quieren arreglar con lloriqueos. -Ya, pequeña, basta, me conmueves y eso no lo puedo soportar. Bueno, vamos a empezar de nuevo. Mi nombre es Jack Sparrow, aquí todos somos piratas, caíste en el Perla Negra, estás a mi servicio y esos es todo. Como veo que has entendido, ve a la cocina a ver qué puedes prepararme para la cena y luego regresas y me haces compañía, eh?- dijo Jack hablándole al oído.

De pronto vió en su cuello una medalla que decía: María Alvarez Fernández, nacida en el puerto deVeracruz en... del año... eso era lo de menos. Lo que importaba era que Jack conocía el nombre de la joven. Así que le dijo:

-¿Te llamas María, verdad? ¿Eres de la Nueva España? Ya lo presentía, con razón no hablabas, si no me entendías. Uy, creo que esto va a ser más difícil de lo que creí. María...pensaba Jack, tamborileando los dedos sobre su cinto.

La chica, miró a Jack con dulzura y éste no puedo menos que mirar a otro lado.

- Bueno, por lo menos sé tu nombre, ahora dejémonos de sentimentalismos y danos de comer- dijo el capitán, tratando de olvidar el agradable incidente.

Pero María dijo con acento español:

- ¿Jack?

- Capitán Jack Sparrow, María, si eres tan amable- respondió Jack, complacido.

Y señalando las cosas, María logró entender quién era ese personaje tan peculiar y que desobedecerlo podría implicar peligro para ella, pero aún así le inspiraba confianza.

Jack miraba con un dejo de ternura a María, y saboreaba su nombre en la mente pues le producía placer y paz. Pero su confusión aumentaba. El, sinvergüenza y mala cabeza, transtornado por una chica que para colmo, ni inglés hablaba. Luego añadió:

- Vamos a hacer un trato, te asigno a la cocina; yo te enseño inglés y tú español y tal vez algo más después, linda- dijo burlonamente, Jack.

Como María no entendiera del todo la llevó personalmente a la cocina. Ella preparó algunas cosas y Jack pudo probar la comida de María, y no sólo eso, fue conquistado esta vez por el estómago...¿o tal vez también por el corazón?

Continuará

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