La fiesta

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Ya había salido de secundaria, la terminé en línea ya que hubo cuarentena (por una virus, creo que es el Covid-19).

A un mes de salir, lo que hacía era hacer ejercicio (ahora salía a correr a un pequeño parque situado a 7 cuadras de mi casa), estudiar para el exámen de admisión, escribír poesía y perder el tiempo yendo a lugares con mis amigos o solo.

Hace 1 semana, recibí una invitación a una fiesta por parte de mi amiga Ruby a una terraza chiquita de nuestra amiga en común Jessica. Ellas dos fueron compañeros de primaria, e irían algunos otros amigos. Acepté gustoso, aunque sabía que realmente se trataba de una peda.

Total que hoy es el día de la dichosa fiesta, y todo iba chévere: Yo bailaba twerk y perreo super intenso, mientras que los demás bebían tequila.
Todo iba normal, hasta que llegó el novio de Jessica:

Complexión delgada, cabello negro y ojos café oscuro, piel blanca; se veía bastante varoníl, por lo que yo pensé:
"¡Flaco desnalgado, vergón asegurado!"

Por supuesto que no actúe de zorra, yo sí respeto, aunque debo admitir que durante algunos momentos conectamos miradas; algo va a pasar, y deberé de estár preparado.

Junto con él, llegaron amigos suyos (los mala influencia) no tan guapos, por lo que sobresalía fácilmente.

Trajeron consigo 2 botellas de tequila y empezaron a beberla (unos más que otros); 1 botella terminada y cambiaron la música al género de banda (la cual no me gusta, más sin embargo la tolero), e intensificaron la fiesta.

Yo estaba sentado en una silla junto a la pared, cerca de la esquina; observaba el ambiente totalmente descontrolado:
Algunos seguían bebiendo mientras cantaban a todo pulmón baladas, otros ya ebrios se besaban... Creí que era el único sobrio; para perder el tiempo revisaba mi célular, muy aburrido estaba hasta que ví algo, de lo que no pude escapar.

El novio de Jessica la cuidaba de su gran ebriaguez; ella se cayó, y pues se agachó para levantarla, cuando lo hizo, pude apreciar unos calzoncillos amarillos con estampados de robots; de inmediato sentí un cosquilleo en mis manos y entrepierna; traté de relajarme, y me puse a leer un ensayo en mi célular, pero no pude y comencé a acosarlo (sin que se diera cuenta obvio).

Fuí a la entrada de la terraza y atendí la llamada de mamá, negociamos la hora de llegada y concluyó en que debía llegar a las 12 pm. Colgué y para cuando dí la vuelta, se forjó una pelea en la que participaban los integrantes de la fiesta (un todos contra todos).

Fuí acercándome y no sabía qué hacer, me quedé a unos 5 metros de distancia; y de pronto, el novio de Jessica me vió a los ojos, algo enojado; vino y lanzó el primer golpe (que yo esquivé sin problema), intenté pararlo y en una de esas me golpeó en la cara, llegué a mi límite y le golpeé en el estómago, sofocándolo, arqueó su espalda y con mi brazo izquierdo lo agarré del cuello y con la derecha jalé sus calzoncillos haciéndole un pequeño calzón chino, aunque muy doloroso no tardó en rozar su ano y meterse por todo su trasero.

— ¡Auch!, calzón chino no. — Exclamó.

~ Relajate y lo suelto ~ Doy otro jalón más fuerte.

— ¡Ah!, ya, ya ,ya, está bien, solo déjalo ir. — Hace una mueca de dolor, y lo suelto. Soba su trasero y se acomoda la ropa interior. — Eso dolió.

~ Fue porque me pegaste. Ahora ya, ¿qué está pasando?.

— Ni yo tengo idea, solo sé que empezaron a darse en la madre.

~ ¡Y ahí vaz a seguirles el juego!

— ¡Ey!, que a mi también me pegaron.

~ Da igual, ayúdame a parar a esta bola de animales.

Mi Primer Calzón ChinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora