Capítulo 6.

191 14 4
                                    

FELIZ AÑOOOOOOOOOOOOOOOO.  Parker en multimedia♡♡♡♡.

----------------------

Fue al entrar en el hospital llorando cuando me di cuenta de lo egoísta que era. Siempre he llorado mucho, porque soy bastante vulnerable; pero nunca me había parado a pensar en que siempre que lo hacía, era por mí. Todas las veces, de alguna u otra forma acababa compadeciéndome de mí misma. Pero esa vez, en ese instante, fue cuando me di cuenta de lo que sentía realmente por Parker.

Así que, agitada le di la ubicación del hospital en el que se encontraba y rápidamente se puso en marcha. Sin sacar el tema mencionado unos segundos antes.

Lo siguiente pasó muy rápido. Tal y como lo pintan en las películas, pero cuando te sucede a ti, el sentimiento es horroroso. Estoy casi segura de que la sensación es parecida a la de alguien atravesándote y estrujando con todas sus fuerzas tu corazón, casi haciéndolo explotar. Me bajé del coche a trompicones y corriendo lo más rápido que pude llegué a la recepción.

-Parker, Parker Field está en este hospital.-Dije con la voz entrecortada.-Dese prisa, por favor.

-Tranquilizese, señorita. Ahora la avisaremos, está en quirófano.-Dijo haciéndome un gesto de calma con la mano.

Mi corazón empezó a ir jodidamente rápido mientras asimilaba aquellas tres palabras que situaban a mi novio, o lo que mierda seamos, en un estado peor del que imaginaba.-¿Qui-quirófano...?

Mis piernas comenzaron a temblar, y me tuve que apoyar en el mármol para no desplomarme.

-¡Audrey!-Gritó Claire apareciendo por una puerta exterior. Aceleró su paso y llegó hasta mí, abrazándome mientras llorábamos juntas.

------

Mis manos seguían temblando. No podía creerlo; no pensaba que estaría enganchado hasta tal punto. Lo peor de todo es que era mi culpa, todo lo era al fin y al cabo. Claire afirma que le pegaron una paliza por no pagar cierta cocaína que había prometido recompensar. El médico nos dijo que le habían pegado un navajazo en el costado, a demás. Habían tenido que operarlo para detener la hemorragia interna. Había perdido mucha sangre, estaba débil.

Al cabo de estar allí 4 horas, mi madre decidió irse a casa, ya que tenía trabajo al día siguiente. Mi mejor amiga se fue obligada por su padre que había venido a recogerla, y bueno, yo había insistido en quedarme y mi mi tutora legal no había puesto mucha resistencia. 

No sé cuánto tiempo pasó, pero al cabo de 3 cafés más salió el médico, y me dijo que podría visitarlo en la habitación 203. Me dirigí hacia allí lo más rápido que pude y abrí la puerta bruscamente. Me quedé inmóvil, en frente de la cama de hospital en la que se encontraba él. Uno de sus ojos estaba hinchado y morado; su ceja tenía un corte vertical parecido al de su labio inferior. Aún así, me miró con los ojos entrecerrados y sonrió elevando las comisuras, como de costumbre.

Caminé despacio, porque mis pies no querían moverse y me acerqué por el lado derecho y puse mi mano sobre la suya, rozando sus dedos.

No hablamos, porque él se quedó dormido a los pocos minutos, así que, aún cogida de su mano, me senté en un sillón y lo observé dormir. Examinando cada una de sus destrozadas facciones. No recuerdo cuándo, pero me quedé dormida.

A la mañana siguiente, fue la enfermera la que me hizo despertar cuando entró a examinar los puntos del costado. Él estaba despierto, y por las muecas, supe que le dolía bastante, aunque intentaba disimularlo. Me contó detalladamente lo que pasó y suavemente, le di un pequeño beso en la mejilla que me agradeció con una sonrisa. Mi móvil en el bolsillo izquierdo vibró y lo examiné tragando saliva al leer el mensaje.

"Ven a casa, tenemos que hablar.Mamá."

Pills.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora