Eran las 9:00 y estaba muy nerviosa, cada vez se acercaba más la hora para entrar al instituto.
Aún no me creía que ya fuera a entrar al instituto, donde todos eran mayores, y... la mayoría tenían novios y novias.
Miré el reloj y eran las 11:00, ya era hora de entrar y que nervios, no sabía ni lo que decía.
De repente, escuché un sonido muy agudo y es que, ¡ya había que entrar!