narcolepsia,, ¹taekook.

dos

...

—Sabes Taehyungie... algún día seremos como esa pareja de allá, nos tomaremos de la mano y gritaremls nuestro amor al mundo sin tener miedo—dijo el menor mirando al castaño

—¿Crees que algún día sucederá eso, koo?—el mencionado asintió, seguro que pasaría.

Los dos tortolos se levantaron agarrados de la mano, ya se hacía tarde. Sin separarse caminaron hasta la casa de Taehyung, la madre de este le había encargado al pelinegro devolver a Taehyung exactamente a las cinco de la tarde.

Y así fue.

La madre de Taehyung era bastante amiga de la mamá de Jungkook, nueras perfectas.

El padre de Taehyung había fallecido ya hace unos años a causa de una enfermedad poco común.

—Hijo, no seas irrespetuoso, invita a cenar a tu novio—dijo la madre de Taehyung, haciendo que este se sonrojara levemente.

—Si, joven Taehyung, acepto su invitación de comer en su casa si usted me hace el honor de ser mi acompañante—ambos rieron al unísono.

El pelinegro tomó la mano del contrario y ambos pasaron al comedor donde los esperaba la familia de Taehyung, su mamá y hermana.

...

—

Taehyung...—el mencionado se dió la vuelta.

—Dime

—Tienes los ojos más lindos de todo el universo—Taehyung se sonrojo ante tal halago— ¿Y sabes que es lo mejor?

—¿Que cosa?—sonrío el castaño.

—Que solo yo puedo ver cuándo esos ojos brillan.

El castaño volvió a sonreír, está vez más cerca de los labios del contrario.

Tan irreal.

Las respiraciones se sentían tan tensas hasta que ambos belfos terminaron uniéndose en un solo beso. Sonriendo entre este, queriendo que durase por toda la eternidad.

Después de un corto tiempo se separaron, sonriendo como bobos, perdidos en las órbitas del contrario.

El pelinegro abrazó a su castaño dejandole besitos por todo el rostro, sus mejillas, su frente, su mentón, todo en él era perfecto.

Se la pasaron así toda la tarde, ambos juntos sin pensar en lo que pasaría al día siguiente, solo ellos y nada más.

—¿No crees que es tarde ya?—dijo el castaño pues debía llegar a casa temprano, como usualmente hacían.

—Un rato más...—jungkook echó su cabeza en las piernas del contrario y tomó la mano de Taehyung para que este acariciara su cabeza.

El castaño río ante tan tierna escena, dejó un pequeño besito en los labios del pelinegro y acarició su cabello.

El castaño sentado en uno de los bancos del parque y el pelinegro reposando su cabeza en las piernas de este mientras las estrellas aparecían.