mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)

Su ángel

Estaba ya en su casa, sentado en un sofa dentro de una habitación, la misma en la que se emborrachó en la obscuridad

Pues ahora entiende que cada una de sus promesas nacieron muertas

Estaba llorando silenciosamente, abrazaba sus piernas con fuerza y escondía su rostro de pena
podía creerlo, recordó todo lo que hizo en la realidad

Esa vez en el parque, se toco a si mismo una balada pero las notas eran desastrosamente desafinadas bajó la helada lluvia que no paraba en ningún momento de mojarlo

Esa vez en el cafe, ordenó un té para dos cuando el venía solo

En la lluvia, nadie vino con un paraguas, estuvo hablando solo en voz baja mientras andaba lloviendo

Todas las veces que lo habian hecho, fueron simples fantasias genericas mientras el mismo se tocaba

Todas esas veces que hicieron las notas verdes, el solo actuaba ser como Bodoque pero tuvo la suerte de quienes habia hablado en cada una de ellas no supieran que se hacía pasar por su amigo ya fallecido

Esas veces que Juan Carlos se iba, fueron los efectos de los remedios que Patana le estaba dando en secreto y el ansioso se ponia un cronometro para esperar que ya se fuera el efecto

Esas veces que hablaban por mensaje, era el con dos telefonos a la vez

Esas veces que Bodoque aparecía de la nada cual ángel en un milagro solo era para hacerlo feliz.

Escuchó la puerta rechinar agudamente

—Cariño~—

El nombrado se impactó al oírlo, volteó despacio a ver quien era detrás suyo, en realidad ya lo sabía

La siletua de Juan Carlos estaba parada en su puerta, con una preocupación y sonrisa inocente que apenas se notaba contra la luz

—Las asafatas ya hicieron el desayuno, queria venir yo a avisarte ya que después de la boda te ví muy afligido— Explica el conejo

Tulio de repente deja de mirarlo, no puede evitar agarrarse la cabeza con su par de manos, incontrolablemente empieza a temblar

—No, No, No, no debí beber demasiado— Se dijo a si mismo en voz baja

Bodoque al no obtener respuesta decidió insistir

—¿Changito que estas diciendo?— Pregunta con una pequeña sonrisa
—Ven al comedor, la cena se va a enfriar— Su tono dulce de voz sonaba más cerca de Tulio sin embargo el no escuchó pasos

Triviño aferró sus uñas al sillón

—Ahhhh...N-No tengo hambre, g-gracias— Respondió nervioso

Eso no detuvo al conejo rojo

—¿Que pasó? ¿Es necesario ocultarte de mí, Tulio?— Pregunta la voz de bodoque en su oído

El de rayas tiembla como tetera y su espalda se aferra al respaldo del mueble, su corazón no para de latir a gran velocidad, la presión se le esta subiendo demasiado, tiena el pensamiento de correr pero sabe que no quiere hacerlo

Juan Carlos no recibe respuesta

—Bueno Tulio, esto ya no me esta gustando— Dice sinsero con un tono serio de voz

El de rayas traga saliva

—¿Que ocurre? ¿Es por lo de Patana y el resto?— Intenta adivinar el conejo

—T-tu ya lo sabes— Responde el mono cerrando los ojos con fuerza

Por alguna razón Tulio siente que alguien se sentía en su regazo, le pareció raro así que abrió los ojos repentinamente