The End.

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He calls the mansion not a house but a tomb.
He's always choking from the stench and the fume.

—¿Estás seguro, Jeongguk?—Jimin lucía un precioso traje de color negro y una camisa celeste que hacía juego con el antifaz que llevaba en sus manos. Aquella máscara con una rosa negra en uno de sus lados y lo demás, con decoración de encajes, se encargaría de cubrir el rostro del joven de cabellos rubios durante el baile para que careciera de identidad al menos por una noche.

Jeongguk tenía un antifaz similar, sólo que la rosa estaba puesta al otro costado y tenía un color rojo atrayente que hacía juego con su vestimenta. Ambos subiendo las escaleras que le darían al salón, se quedaron quietos en la mitad del recorrido viendo como la gente entraba a la fiesta que la familia Jeon estaba dando para la extensa lista de la ciudad, en honor a la boda del primogénito que se aproximaba para dar paz al reinado.

—Estoy completamente seguro.—Dicho esto, ambos jóvenes cubrieron sus rostros con las máscaras y terminaron su camino a la puerta que parecía ser un pasadizo a un mundo de fantasía. Un castillo digno de un rey, un lugar donde lo más inesperado podía suceder.

The wedding party all collapsed in the room.
So send my resignation to the bride and the groom.

Jeongguk iba a contraer matrimonio con el chico de cabellos rubios, pero no quería imaginar como sería ser el centro de atención en aquella celebración antes de la boda, sólo por el hecho de que sus padres eran las personas con más ingresos en el lugar y a parte los gobernantes de todo lo conocido por los ciudadanos. Además, estaba el miedo de que algo le ocurriera, porque las amenazas que recibía Jeongguk, por ser el heredero de la fortuna, siempre estaban ahí. Decidió esconderse tras su disfraz y mezclarse entre la gente para que nadie le reconociera, quería evitar los problemas.

Pero Jimin seguía pensando que era una pésima idea, y más en aquel momento tan delicado. El pelinegro jamás le hacía caso.

El salón estaba repleto, pero nadie podía reconocer a sus alrededores por los grandes sombreros y vestidos de las damas, y los trajes de terciopelo de los varones, no olvidando el hecho de que todo el mundo cubría su rostro. Había un cóctel en una de las mesas, y la música era suave resonaba por la estancia dando un aire de alegría.

Jimin y Jeongguk se soltaron las manos y fueron a distintos lugares para no levantar sospechas. El joven de cabellos negros fue inconsciente hacía donde estaban los músicos y pidió una tonada un poco más movida para poder bailar, mientras su pareja comía algunos de los bocadillos de la mesa principal y charlaba con algunas de las mujeres que se acercaban a él.

Let's go down!
This elevator only goes up to ten.

El de cabellos oscuros bailaba alegremente ante la vista de todos los presentes, y no tardaron en unirse al jolgorio varias personas más. Parecía que el pueblo florecía otra vez, la gente se veía más feliz, mucho más animada. Y es que aquella unión por fin traería paz a la comunidad, era algo digno de celebrar.

Los amantes hicieron contacto visual a la lejanía, dándose señales claramente de coqueteo entre la gente, y así fue como Jeongguk pasó desapercibido por la multitud, llevándose a Jimin consigo a uno de los pasillos alejados de la gran edificación.

Iban corriendo como dos adolecentes, dos niños que se enamoraban por primera vez. Querían un poco de calma, así que se mantuvieron a escondidas por el castillo, llevando consigo su antifaz aún puesto para evitar las malas miradas de los malhechores que sólo querían la desgracia para el heredero.

Jimin no entendía como había personas que le deseaban mal a su futuro esposo, siendo que el mayor era todo risas y amabilidad . Era la persona más alegre y preciosa que había conocido, un caballero y sobretodo un ejemplo a seguir. Jimin amaba a Jeongguk y de ello no había duda.

The End ➳ O.S Kookmin|Jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora