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Desperté, y me giré hacia el lado opuesto en el que había dormido y me encontré con mi novio, se miraba tan lindo durmiendo, parecía un ángel. Me incorporé lentamente en la cama para no despertarle, observé mi vestimenta, traía puesta una camiseta de él en tono azul marino de la banda "D1N1", y mis bragas moradas con moños negros a los costados, me miré al espejo, me miraba graciosa.
Busqué en su ropero algo decente para mí, desgraciadamente no había llevado ropa pero fue porque no me imaginé que me terminaría quedando en su casa luego de esa boda; tomé una playera negra de manga de un cuarto sin percibir el dibujo o texto que pudiese tener, me deshice de la que traía hace unos segundos y me puse la que elegí, busqué unos pantalones que pudieran quedarme pero mi foco del cerebro se encendió al recordar que debajo de mi vestido llevaba puesto un short de mezclilla.
Mi mirada bailaba de un lado a otro hasta que por fin lo encontré, no sé qué rayos hacía debajo de la cama, lo sacudí para quitar cualquier cosa que pudiese estorbar y me lo puse, me dirige al baño para lavarme la cara y cepillar mis dientes. Terminando, salí del cuarto descalza y con una coleta, haría el desayuno para que éste al despertar me llevase al departamento, no pude avisarle a mi hermano que no llegaría, seguro me mata cuando llegue.
Estaba en la puerta de la cocina pensando en qué hacer de comer, entré en lo que pensaba, miré el refrigerador, había una pequeña nota pegada en éste, la despegué y la leí.
"José, tuve que salir hacer unas compras, de paso visitaré a tu madre. No olvides alimentar a Layla, lo hubiese hecho yo pero llevo prisa. Que tengas un excelente día".
-Ow su tía, tan tierna. -sonreí.
Volví a dejarla en su sitio, abrí el refrigerador y de éste mismo saqué seis huevos que a decir verdad eran grandes, jamón ahumado, agua, eneldo, jugo de limón. Me dirige a los gabinetes y de éstos saqué la mostaza Dijon, crema Nestlé, espray antiadherente y Maggi.
Haría huevos benedictinos.
Combiné media crema, la mostaza, el jugo de limón y el caldo en una olla pequeña. Calenté a fuego bajo de uno a dos minutos o hasta que se calentara sin permitir que hirviese. Agregué el eneldo y reservé aparte.
Cubrí una sartén antiadherente grande con el espray y la calenté a fuego medio. Rompí los huevos en la sartén teniendo cuidado de no quebrar las yemas, reducí el fuego a bajo y cuando las claras de los huevos estuvieron cuajadas en las orillas, agregué el agua y tapé la sartén. Los Cuéci -palabra más rara- hasta que estuvieron hechos a mi ver, mi preferencia, mi gusto.
Coloqué una rebanada de jamón sobre cada pan tostado y luego con un huevo y las terminé rociándolas con la salsa de media crema, y lo decoré con eneldo fresco. Estaba listo.
Serví y antes de poder sentarme, volví al refrigerador para sacar una jarra con jugo de naranja, lo puse en la mesa, tomé dos vasos de los gabinetes que daba gracias a Dios pese a mi estura de gnomo, alcanzaba, cuando estaba por voltear, unas manos me tomaron de la cintura, sentí escalofríos recorrerme el cuerpo entero pero sabía de quien se trataba que no evité sonreír.
-Buenos días chula. -susurró a mi oído haciéndome estremecer y depositó un pequeño beso en mi lóbulo, joder éste chico me vuelve loca.
-B-Buenos días guapo. -me giré para verle, era gracioso verlo con el cabello despeinado y su cara de "mátame", estaba en calzoncillos y sin camisa.
-Traviesilla ¿qué hiciste? ¡Huele delicioso!
-El desayuno. -respondí-. Ve a cambiarte por favor, sirve que le doy de comer a Layla. -le sonreí.
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Cien inviernos. [2da. Temporada]
Fanfic"Cuando lees esta novela simplemente no puedes parar. Tiene ese toque realista que hace que realmente te sitúes donde quiere que estés". -Caralmer. "Es una historia muy original que te da la libertad de ser el personaje principal junto a José Salaza...