Soy la prometida de un Idol? (Jungkook Y Tú)

Capítulo 29: Un día castigado

Maratón (2/3)

Al día siguiente...

Jungkook pov

Cuando desperté, mi novia no estaba en la cama, así que me levanté de lo más rápido; bajé las gradas y cuando llegué a la cocina, un olor agradable llegó hasta mis fosas nasales. Estaba tan concentrado, que no me di cuenta que ella estaba frente a mí.

-En vez de estar olfateando el desayuno, ve a bañarte y a arreglarte, o llegaremos tarde a la agencia.

-Oh! Buenos días a tí también- le dije sarcástico, quedando un poco bobo, por lo que estaba frente a mis ojos: una preciosa chica, vestida con unos pantalones negros y rasgados, un suéter blanco y tenis blancos. Se había echo una cola alta y ya se había maquillado. Quise abrazarla y besarla y lo intente, hasta que ella retrocedió unos pasos atrás...

-Ni se te ocurra conejito. Hoy estás castigado, lo olvidas?

-Pero yo...

-Pero nada! Ya sabes que si me robas aunque sea un beso, no solamente será un día castigado. Será una semana.

Bufé descontento.

Es que le gusta torturarme? Joder...

-Bien, iré a bañarme- Le dije a regañadientes, mientras ella me miraba divertida.

-Te esperaré, para que desayunamos juntos mi galleto.

Me di la vuelta, sin responderle; pero con una sonrisa tonta en mi rostro.

............

Mientras me bañaba, sonreía al pensar que en un futuro, ella y yo formariamos una familia. Me imaginaba el día de la boda: yo, con un traje negro, y ella con un hermoso vestido de novia, toda de blanco, jurándonos amor Eterno, y en nuestra Luna de miel, pasarla juntos en una hermosa isla, amandonos, haciendo el amor de varias formas, empotrandola contra la pared, mientras me como su preciosa boquita y comerme sus pezones, su cuerpo, mientras ella gime mi nombre y...

Mierda! No puede pasarme esto, no ahora.

Gracias a estos últimos pensamientos, terminé por tener una jodida erección.

Genial! Y ahora? Como me la bajo, sin que ella me escuche? El agua no está tan helada como para bajarmela en una ducha, tengo que masturbarme; pero cómo hago para que no me oiga?

Abrí la regadera, dándole todo el volumen, y comencé a acariciar al mini kookie. Estaba tan duro que me dolía como mil infiernos. Movía mi mano en la base de adelante para atrás, mientras que mi mente creaba las escenas más eróticas y calientes, en donde los protagonistas éramos Tn y yo, y para colmo, me vino a la cabeza el recuerdo de ayer, cuando ella y yo lo hicimos con ropa. No pude evitar soltar gruñidos, jadeos y gemidos, diciendo su nombre, acelerando los movimientos con mi mano. Mi respiración era fatal, y me sentía cerca del orgasmo.

Maldición! Quiero tocarte...ummm...bebé hermosa...ah, aaah!...mía...mgh...eres tan dulce bombón...tan apetecible, deliciosa...ammm...tan mía...ah! Mierda! Quiero....quiero...que me aprietes...aaaah!...Tn! Mi amor...eres un Ángel caliente...ummm...ahhh...